Los toros de Montalvo son los primeros de este San Isidro que han pasado por ese escrutinio del público que les ha visitado en El Batán, antes de verlos en la arena de Las Ventas. Su imponente trapío ya impactó allí, aunque el ganadero es consciente que este paso no es beneficioso para sus toros y no ocultó su inconformidad por la arbitrariedad con la que se ha manejado esta situación.
Aunque esta tarde se lidian toros de dos hierros distintos, el de María Guiomar Cortés de Moura para rejones y el de Montalvo para la lidia a pie, sólo uno de ellos, el salmantino (el segundo de los cinco venidos de allí a este San Isidro) ha pasado por los corrales de El Batán, cumpliendo ese ansiado regreso de los toros a los corrales madrileños para beneplácito de los aficionados. Sin embargo, la elección de las divisas que deben cumplir con ese compromiso está generando polémica entre los ganaderos.
Y Juan Ignacio Pérez-Tabernero no es de los que callan ante lo que consideran una injusticia. “No me propusieron llevar los toros a El Batán, me lo impusieron” -se apresuró en afirmar. Y prosiguió: “Yo no entiendo por qué tenemos que ir unos a El Batán y otros no. Sé de muchas otras ganaderías que no tienen esa obligación. ¿Por qué? La decisión es de la empresa. Lo pregunté y nadie me dio una respuesta coherente. Es cierto que llevar los toros allí implica un desgaste adicional, me ha pasado que, llevando toros a Madrid, habiendo pasado por El Batán, han perdido muchos kilos y luego en la plaza vienen las protestas. Aquí vamos todos o no va ninguno. Si te fijas, los ganaderos “top” no va ninguno y los que no somos “top”, y estamos un escalón por debajo, somos los que tenemos que ir”.
Se llegó a hablar de que había una multa para aquellos ganaderos que no cumplieran con el compromiso de El Batán, algo que negó Juan Ignacio: “¿Multa? no, no… a lo mejor, hasta me dejan la corrida en casa. La empresa tiene que cumplir con el pliego, que les exige que mínimo el 50% de las ganaderías a lidiar tienen que pasar por El Batán. Pues muy bien, vamos todos a sorteo y que sea algo justo. Pero no me parece justo que, por decisión unilateral de la empresa, a unos se nos obligue a ir y a otros no. Afortunadamente los toros han estado tranquilos, pero es cierto que han perdido peso”.
Dejando un poco la polémica atrás y centrándonos en los toros que se lidiarán hoy, el ganadero nos contó que “la empresa me ha comprado seis toros, todos cuatreños excepto un cinqueño. No sé si dejará dos sobreros para otros días o los lidiará como titulares otros días. Para hoy se han dejado toros muy buenos y es un cartel tremendamente atractivo, no ya por la presencia de Diego Ventura, sino por dos toreros como Paco Ureña y Ginés Marín, que vienen de triunfar nada menos que en Valencia uno y Sevilla el otro. Normalmente me gusta que las corridas vayan muy abiertas de sementales, pero en este caso, por ser Madrid, lo que manda es el tipo de toro, pues es la punta de la camada, así que lo de los sementales pasa a un segundo plano. También me fijo mucho en las vacas y eso es algo que me genera especial ilusión en la corrida de hoy, pues son vacas nuevas, no muy mayores, de entre 10 y 12 años, y ya les he lidiado productos muy interesantes”.
En cuanto a las hechuras de la corrida, Juan Ignacio nos confesó que “es algo que me gusta cuidar mucho, los que no me gustan los quito de erales. A lo mejor no van todos los toros muy igualados, pero la corrida tiene mucho cuello y buena conformación de cuerpo y de pitones, es muy entipada. Además, en casa no distinguimos la preparación de los toros o novillos según a qué plaza vayan. Es la misma sea para Valencia, para Valdemorillo o para Madrid. Los toros de Madrid van preparados y con buenos consejos, otra cosa es lo que luego saquen”.
Su tranquilidad contrastaba con los nervios que pasan otros criadores cuando van a lidiar sus productos. “Con los años”, -explica- “ya vivo la presión de una manera distinta, pero es verdad que este año, desde lo que he visto por la televisión, siento el público está más exigente con los toros que otros años, pero no sé si con razón o sin razón, ahí no entro. Aunque sí siento que a veces no son muy justos, porque los toros que he visto salir en Madrid todos han sido muy bien presentados. Ojalá El Batán no nos haya pasado factura y todo salga bien”.