El torero peruano Andrés Roca Rey ha vuelto a ocupar un espacio en El País Semanal, una de las publicaciones dominicales más influyentes en habla hispana y que rara vez aborda la tauromaquia. No es la primera vez que el matador aparece en sus páginas, consolidando su presencia en medios generalistas y alcanzando a un público ajeno al habitual circuito taurino. En la entrevista, Roca Rey profundiza en su filosofía de vida, su relación con el miedo, la rebeldía como motor de su carrera y su visión del sistema taurino.
Con 28 años y diez de alternativa, el limeño se ha convertido en la gran figura del toreo contemporáneo y, al mismo tiempo, en un imán para el público joven. Su magnetismo ha trascendido las plazas y ahora también llega al cine con Tardes de soledad, la película de Albert Serra que se alzó con la Concha de Oro en San Sebastián. En la entrevista con El País Semanal, el torero reflexiona sobre la importancia de acercar la tauromaquia a nuevos públicos y de romper barreras culturales.
Un sistema que desafía
Uno de los aspectos más reveladores de la conversación es la visión de Roca Rey sobre el sistema y su rechazo a los moldes preestablecidos. “No me gustan los sistemas impuestos en la vida, en los trabajos y las profesiones”, afirma con claridad. Su carrera es un reflejo de esta postura: ha roto esquemas, ha llevado su concepto del toreo al límite y ha conseguido llenar plazas con una afición renovada.
“Cambiar las cosas y llevar tu carrera como crees sin necesidad de seguir pautas ya estipuladas”.
Roca Rey cree en la evolución del toreo y en la necesidad de conectar con la juventud de una manera auténtica, sin recurrir a discursos prefabricados. “Muy poca gente confiaba en que esto pudiera ser posible, que la gente joven acudiera a las plazas”, explica en la entrevista. Para él, el problema no es la falta de interés, sino la manera en que se ha transmitido el toreo a las nuevas generaciones.
“Vas a los toros y, si regresas, lo harás porque algo te ha impactado y con respeto. Lo importante es que una vez conseguido el hecho de que vengan, no se lleven la sensación de que se trata de un mundo aburrido, sino excitante”.
En un contexto donde la tauromaquia enfrenta desafíos políticos y sociales, Roca Rey defiende su esencia como una expresión de libertad. “Puede que haya gente que venga por protesta, otros por divertirse, algunos por el ambiente y otros por devoción y admiración. Es bonito sentir la libertad de ir por una razón u otra”, comenta.
La valentía y la pureza del toreo
A lo largo de la entrevista, el matador desentraña su relación con el miedo y la verdad en el ruedo. Para él, la tauromaquia es una constante lucha entre el instinto y la entrega absoluta.
“Cuando un toro me iba a coger, lo he sabido. Y he seguido… Para afrontarlo con la máxima pureza posible.”
Esa búsqueda de la verdad en cada faena es lo que define su concepto del toreo. No se trata solo de la técnica, sino de la disposición de entregarse sin reservas al animal. “El toro es el ser con más verdad que he conocido en mi vida. Respetarlo supone dedicarle tiempo, tu vida, porque es él quien te la entrega”, explica.
La intensidad con la que vive su profesión ha sido una constante en su vida, pero no ha estado exenta de desafíos personales. En la entrevista, revela que el 18 de diciembre de 2023 fue un punto de inflexión en su vida, un momento de introspección que lo llevó a tomar decisiones drásticas para reencontrarse consigo mismo.
“No me sentía a gusto con ciertas cosas de mi vida. Me faltaba algo. Me fui a viajar solo. Sentí mucho vértigo, me fui a pensar, a meditar. Solo. Reflexioné mucho. Me convertí en mi mejor psicólogo. Yo y mi soledad.”
Un impacto más allá del toreo
La entrevista en El País Semanal no solo es un hito mediático, sino que refuerza la figura de Roca Rey como un personaje con un discurso propio y una visión particular del mundo. Su manera de entender la tauromaquia, su rechazo a los sistemas impuestos y su capacidad de conectar con las nuevas generaciones lo sitúan como un torero que trasciende su tiempo.
En tiempos donde la tauromaquia sigue siendo objeto de debate, la presencia de Roca Rey en un medio de alcance masivo permite que su mensaje llegue a quienes normalmente no escuchan a los toreros. Y quizás, como él mismo señala, el arte está para eso: para cuestionar, para hacer pensar y para generar diálogo.
Entrevistado por Jesús Ruiz Mantilla para El País