De unos lustros a esta fecha el toreo viene perdiendo una de sus señas de identidad, el apoderado independiente. Y decimos que se viene perdiendo por la presión y la fuerza de ciertas casas empresariales que han acabado por ahogar a ese taurino que peleó con uñas y dientes por su poderdarte. Años atrás el empresario era empresario y el apoderado… pues apoderado, ahora estos, amén de gestionar varias plazas, tienen ganadería y una serie de toreros que colocan casi sin esfuerzo en las ferias.
Y no decimos ahora que esas casas que apoderan a varios toreros no peleen por los intereses de sus representados, ¡faltaría más!, pero sí que tienen otras obligaciones que acaban moviendo como mercancía a esos que le juraron fidelidad. En esto también tienen culpa esos espadas que vieron como se vivía mejor bajo la protección de esa clase empresarial que te aseguraba mayor facilidad a la hora de obtener contratos que yendo por libre y siendo fiel a una forma de ver y entender el toreo.
Pese a todo ello todavía quedan valientes que deciden echarse el petate a la espalda y apostar por un torero. Gentes del toro que son un espejo para esos toreros y novilleros a los que apoderan, personajes que han vivido esa época donde la palabra iba a misa y un apretón de manos cerraba un contrato. Ahora es un milagro ver que hombres de plata o toreros ya retirados decidan poner su vida patas arriba y apostar de verdad por un determinado torero.
Este es el caso de José Antonio Carretero (Madridejos, 11 de agosto de 1967) matador de toros y uno de los hombres de plata más respetados del escalafón, yendo este a las órdenes de toreros tan importantes como Manuel Caballero, El Juli, Cayetano o Morante de la Puebla. Un hombre que ha vivido la dureza del toreo con varios percances serios que le obligaron a replantearse su futuro. Sería en 2019 sería sometido a una operación “artrodesis circunferencial instrumentada de L3 a S1” que le obligaría a retirarse de los ruedos en 2022.

Así, Carretero vuelve al campo del apoderamiento tras retirarse en la Feria de San Miguel de 2022 e intentarlo, durante el año 2023, con el torero malagueño Fortes, al que acompañaba de torero y con el que luego probó las veces en los despachos, sin que fructificase en el tiempo la relación. Ahora recobra la ilusión con Rafael de Julia, espada con un concepto del toreo muy definido, ese que volverá a la primera plaza del mundo tras dejar su sello el pasado mes de septiembre en la primera plaza del mundo.
Carretero y Rafael de Julia comparte una visión similar del toreo, ambos tienen claro que el triunfo no llega sin el convencimiento pleno de aquel que se pone delante del animal. Está claro que las orejas son importantes, pero el camino lo marca la regularidad de un torero y eso únicamente se consigue cuando un espada siente verdaderamente aquello que está haciendo. “Tal como toreé, no había toreado jamás. Ni siquiera en mis mejores momentos de salir por la Puerta Grande”, reconocía en una entrevista el espada madrileño, ese que ahora emprende un ilusionante nuevo camino con el objetivo de poner el contador a 0 cada tarde y tener claro que para llegar a donde quiere la mentalización es clave.
