La temporada 2025 viene cargada de nombres interesantes dentro de los distintos escalafones, matadores de toros, novilleros y rejoneadores que andan intensificando su preparación para empezar la campaña de la mejor manera posible. Una campaña con grandes alicientes que no hacen otra cosa que mantener ilusionado a una afición con ganas de ver rivalizar en el ruedo a aquellos que se ponen delante de la cara del toro o el novillo.
Uno de esos nombres que tiene marcado en rojo el aficionado es el de Olga Casado, novillera que tras un 2024 con serios toques de atención en el escalafón din picadores se ganó un sitio en el festival organizado el pasado mes de diciembre en el Palacio Vistalegre, coso donde se entretuvo en pasear un rabo de un astado de gran clase y ritmo marcado a fuego con el hierro de Garcigrande en una tarde emitida para todo el mundo a través de la pequeña pantalla.
Dicho festival no le computó como debut con picadores siendo ese ansiado debut el próximo domingo 9 de marzo en el coso pacense de Olivenza, plaza donde a las once y media de la mañana trenzará el paseíllo junto al salmantino Marco Pérez y el portugués Tomás Bastos ante utreros de la vacada gaditana de Fuente Ymbro, la pacense de Talavante y la onubense de La Purísima, vacada esta de procedencia Cuvillo y propiedad de la familia Bailleres.
“Yo estoy entregada en cuerpo y alma al mundo del toro, a mi sueño de ser torero y hacer historia… y no voy a descansar hasta conseguirlo” nos contaba en una entrevista concedida a este medio el pasado mes de diciembre. Ahora tiene el foco puesto en su cita del 9 de marzo, esa donde los aficionados volverán a estar pendiente de las evoluciones de una novillera con un gran concepto del toreo. Será junto al novillero de moda y un jóven portugués que no se dejará ganar la pelea, a buen seguro será una mañana donde la rivalidad se pondrá de manifiesto.
Olga Casado y la rotundidad de una obra soñada

Entre figuras se anunció una joven novillera en un festival donde -como tantas veces ha ocurrido- se llevó el gato al agua aquel sobre el que no estaba puesto el foco. Una faena que contó para Cultoro Marco Antonio Hierro, director del medio y presente aquella tarde en el coso de Carabanchel.
A Olga Casado, que se enfrentaba a su primer novillo con picadores en público, la obligó el tendido a saludar antes de comenzar su actuación. Pero cuando salió el de Garcigrande, abriñéndose mucho en el capote, le sopló verónicas perfectamente compuestas y con mucha sensibilidad, conquistando al tendido. La lástima fue en el quite, cuando intentó el quite de oro y se le fue el novillo debajo, desluciendo un poco lo que iba para deslumbar a la plaza. Brindó a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y comenzó con un inicio de cambiados sin mover los pies que pasmó a la concurrencia por quietud y seguridad.
Pero fue después, con la ligazón de las series con la mano derecha, vertical y entregada, conduciendo con profundidad la gran embestida del animal para conquistar el tendido repleto. Todo limpio, todo inmaculado, pero con un lío muy gordo formado al animal. Epilogó con la personalidad suficiente para pegarle poncinas delante de Enrique Ponce al animal, y manoletinas antes de pegarle una estocada contundente y pasear las dos orejas.
Una tarde que marcó un antes y un después en la carrera de una joven novillera que intensifica su preparación en el campo para un 2025 donde debe seguir dando pasos adelante para seguir subiendo escalones y no quedarse en una promesa de futuro que no llegó a las cotas que su toreo demandaba. Por el momento, la joven sigue perteneciendo a la Escuela Taurina «José Cubero Yiyo», siendo -posiblemente- Miguel Abellán aquel que acompañe a Olga Casado en este nuevo camino.