OLIVENZA (BADAJOZ)

El bello ‘padrenuestro torero’ que se reza en la capilla de la plaza de toros de Olivenza


lunes 6 marzo, 2023

Los toreros que entran a rezar a la capilla de la plaza de toros de Olivenza pueden encontrarse un azulejo con esta oración.

Olivenza Capilla
Capilla de la plaza de toros de Olivenza con la oración. © J. F.

La plaza de toros de la localidad pacense de Olivenza siempre esconde rincones para no olvidar. La Feria que acaba de terminar en este coso ha dejado momentos importantes por parte de los novilleros que hicieron el paseíllo el viernes, la relevante tarde de El Juli y Alejandro Talavante el sábado 4 de marzo y el cierre pasado por agua del domingo -con el triunfo de Diego Ventura incluido-.

La afición ha podido ver rincones únicos en este lugar, cuidado de forma brillante y responsable. Y entre los azulejos que este tesoro taurino guarda, se encuentra uno que está en la capilla de la plaza de toros y que está compuesto por un peculiar padrenuestro torero.

El toreo siempre ha estado ligado al mundo de la religión; quizá esa debilidad humana que da la lucha de un hombre contra un animal bravo que te puede quitar la vida te haga agarrarte a lo que no es terrenal para sacar fuerza ante la batalla. Por eso múltiples toreros son creyentes y visitan la capilla de cada coso antes de hacer el paseíllo.

Así, la plaza de toros del municipio pacense posee uno de los azulejos más bellos que existen en los cosos taurinos de nuestro país: en él, el periodista Rafael Herrero Mingorance dejó impregnado un peculiar ‘padrenuestro torero’ que se puede rezar por parte de los diestros cada vez que se entra en el pequeño templo religioso erigido en las cercanías del patio de cuadrillas de la plaza oliventina.

El ‘padrenuestro torero’ escrito por Rafael Herrero Mingorance

Padrenuestro
El Padre Nuestro torero del coso oliventino. J. F.

Padre nuestro, que estás en los ruedos; bien rezado sea “tu nombre”; venga a nosotros tu quite…

Hágase mi voluntad, no la del toro, así en el triunfo como en el miedo.

La suerte nuestra de cada día, dánosla hoy. No nos dejes caer en las malas tardes, y líbranos del daño.

Amén.