Pasan los días y el aficionado se va haciendo a la idea del adiós definitivo de los ruedos de uno de los matadores más importantes de finales del siglo XX y el primer cuarto del XXI. Un espada que ha estado presente en las ferias y los carteles de mayor fuste en los últimos lustros. Diestro que con su forma de ver, sentir e interpretar el toreo ha conseguido llegar a unas cotas inimaginables años atrás. Se trata del valenciano Enrique Ponce, una máxima figura del toreo que ha conseguido el respeto y la admiración tanto del público generalista como del aficionado.
La decisión de Enrique Ponce en los ruedos españoles es irse allá donde tomó la alternativa, una plaza de toros de Valencia que el 9 de octubre le verá trenzar su último paseíllo a este lado del charco. Pese a esa despedida en su plaza, Enrique no se cortará la coleta al tener la ilusión de poder trenzar el paseíllo en la Monumental plaza México en la Feria del Aniversario allá por el mes de febrero -de hecho, ya tiene firmados paseíllos en otros cosos americanos como Lima-. Un espada que durante su carrera ha rivalizado con multitud de espadas en plazas de Europa y América, diestros con los que se apretó los machos para no dejarse ganar la pelea.
José Miguel Arroyo ‘Joselito’, Francisco Rivera Ordóñez, José Tomás o Julián López ‘El Juli’ han sido algunos de los diestros con los que el de Chiva trenzó el paseíllo en tardes de máxima entrega donde ninguno perdonaba un quite. Toreros con conceptos muy marcados que tomaron un camino que defendieron hasta el final, ese que en determinados momentos no fue comprendido por empresas, compañeros y aficionados.
Hablar de Enrique Ponce y José Tomás es hacerlo de dos máximas figuras del toreo, dos espadas con carreras paralelas, pese a separarles varios años de alternativa. El valenciano y el madrileño rivalizaron en los ruedos en infinidad de ocasiones entre los años 96 y 2002, año de la retirada temporal de los ruedos del de Galapagar, diestro que volvería en 2006 en una tarde para el recuerdo en la Monumental de Barcelona.
Junto a Julián López ‘El Juli’, José Tomás y Enrique Ponce han sido los diestros españoles con mayor tirón durante años a uno y al otro lado del charco, espadas que sintieron una gran atracción por México siendo “consentidos” por su afición. Pero pese a ese número de tardes compartiendo cartel, el valenciano y el madrileño no han vuelto a coincidir desde aquel lejano 21 de junio de 2007 en la plaza de toros de Alicante, una fecha donde ambos compartieron cartel junto a Francisco José Palazón.
Muchas han sido las empresas que han intentado juntarlos en un mismo cartel, algo que ha sido imposible a tenor de lo visto hasta la fecha. “Málaga negocia un mano a mano entre Ponce y José Tomás para el Domingo de Resurrección” publicaba Antonio M. Romero allá por enero del 2007 en las páginas del Diario Sur, un cartel que finalmente no se daría y que acabarían conformando Javier Conde, Francisco Rivera Ordóñez y Cayetano
Pero esta no ha sido la única vez que los empresarios han intentado unirlos en un mismo cartel, muchos han descolgado el teléfono de sus respectivos apoderados para intentar unirlos en un mismo cartel, ya fuera este con un tercer espada o en un mano a mano. Sobre este y otros temas habló el diestro de Chiva en un coloquio organizado por la Asociación Toro de Lidia a finales del mes de febrero.
“En los años 2005 a 2008, ¿qué hubo de realidad o mentira de lo que se hablaba de torear usted con José Tomás?” preguntó un aficionado al matador de toros valenciano en las tertulias de la citada Asociación el Toro de Madrid. “Hubo momentos en los que pudimos haber toreado juntos unas corridas y es verdad que no se llegó a un acuerdo por temas de despachos” respondió con total naturalidad Enrique Ponce.
Uno de los empresarios que intentó esa unión de ambos en un cartel fue el francés Simón Casas según reconoció el propio diestro de Chiva en esa misma tertulia celebrada en el restaurante Puerta Grande de la capital española. “Es verdad que en alguna ocasión Simón Casas lo intentó. Vino a hablar conmigo, yo le dije que perfecto, pero había algunas condiciones en las que, según Simón, él no quiso”.
De todos es conocido el distanciamiento entre ambos -contribuyendo a ello ciertas declaraciones vertidas en el pasado- por ello nunca ha sido sencillo volverlos a juntar en un cartel, máxime cuando el de Galapagar redujo ostensiblemente sus apariciones tras el gravísimo percance de Aguascalientes. Sobre la posibilidad -truncada finalmente- de torear juntos, Ponce comentó lo siguiente. “Ni yo iba a ganar menos que él, ni tampoco él más que yo. Le dije a Simón de hacer varias corridas, y al final me dijo que no. Intenté que fuera que sí, y este año también”, finalizó exponiendo el matador de toros afincado en tierras jiennenses.