La construcción de la próxima Feria de San Isidro 2024 ya está en marcha. Plaza 1 lleva tiempo haciendo un boceto de como quiere que sea el serial más importante de la temporada. Para ello ya está peinando el campo en busca de determinados hierros que exige el aficionado. Hace un mes, Rafael García Garrido, director general de Plaza 1, anunció en el programa El Toril de Onda Madrid que la intención de la empresa era reseñar más hierros toristas de cara al citado abono.
“Tenemos que involucrar a que el público conozca ese tipo de festejos”, añadió en su exposición. Y avanzaba lo ya mencionado de cara a la próxima Feria de San Isidro: “No sé si tendremos semana torista entera en San Isidro, pero sí habrá más corridas toristas”. Un serial que contará con varias de las divisas más prestigiosas del campo bravo, una serie de ganaderías muy del gusto de la afición venteña, esa que reclamaba a Plaza 1 una apuesta sin fisuras por una serie de hierros que han sido, son y serán santo y seña de la primera plaza del mundo.
Unas divisas que unidas a otras como La Quinta, ahora muy del gusto de las figuras, deben abrían un abanico ganadero que es vital para borrar de un plumazo cierta monotonía en relación con las divisas anunciadas en San Isidro. Porque, según ha podido saber este medio, a los citados encierros de la pasada Feria que repetirán – Victorino Martín, Adolfo Martín y José Escolar– se unirán otras ganaderías como Miura, Hijos de Celestino Cuadri y Baltasar Ibán, por lo que serán por el momento seis hierros de enjundia torista anunciados en una feria que será presentada a comienzos del mes de febrero en una nueva gala organizada por Plaza 1 en el coso capitalino.
Pero ¿Cuál es el precio de esas corridas? ¿Se paga una cantidad más alta que por otras que van a San Isidro? Esa es una pregunta que tiene trampa al no tener todos los hierros un mismo caché. Entre esas seis hay unas que por estatus sí tienen un caché más elevado, mientras que otras están en una parte más baja en relación con la horquilla establecida por la empresa gestora del coso. Si un toro antes de la pandemia podría rondar los 5.000 euros, ahora poner a un animal rematado no baja de los, 6500 €/7000 €, dando igual la plaza donde lidies ese astado, ya que en el campo no se hacen distinciones a la hora de dar de comer a los animales.
Por todo ello, y para que las cuentan salgan cada corrida de postín que se lidie en la primera plaza del mundo no debería bajar de los 50.000 €/55.000 € para que el ganadero tuviera cierto margen de beneficio sobre la corrida. Al existir menos toros en el campo con el trapío necesario para Madrid, los ganaderos tienen -en cierto modo la sartén por el mango- pudiendo exigir un precio más elevado por sus toros, más si cabe cuando otras plazas también están interesados en ellos.
Pero hay hierros más reputados: ya en 2013, Simón Casas declaró a los compañeros de MidiLibre el precio de la corrida de Miura para ese año, comparándolo con el que había tenido para dicha empresa la corrida de Garcigrande. 84.000 se pagó por la corrida de Zahariche, mientras que los toros venidos de tierras salmantinas rozaron los 54.000 euros. Diez años después y con la alta inflación y los cambios de posiciones de ambas ganaderías en el mercado, el precio de cada una ha cambiado sustancialmente.
Plaza 1 es plenamente consciente de esta situación, teniendo que tener mano izquierda a la hora de negociar con los distintos hierros. Sin ir más lejos, y según fuentes consultadas por este medio, en Pamplona la horquilla -en relación con los emolumentos de los ganaderos- oscilan entre los 72.000 y 120.000 € según el caché de cada ganadería, es decir, cada animal rondaría los 12.000 € y los 20.000 €, unas cifras importantes, más si cabe con aquello que se paga en algunas plazas de similar categoría.
