CAMPO BRAVO

Los ‘samueles’ escondidos en Jaén: Roque Jiménez, la joya oculta que cría toros de Gamero Cívico


martes 12 diciembre, 2023

La ganadería jiennense de Roque Jiménez sigue apostando por la sangre Gamero-Cívico pese a las complicaciones del encaste.

Roque Jimenez
Astado de procedencia Gamero Cívico. © Pablo Ramos

En las distintas zonas de la geografía española se encuentran divisas con sangres históricas que viven orilladas desde hace años. Hierros que por las modas actuales se ven obligados a buscar alternativas a las plazas importantes, buscando en los festejos menores esa llave para seguir manteniendo la ilusión. En Santisteban del Puerto pastan desde hace lustros los Gamero-Cívico de la familia Jiménez, una vacada muy especial que sigue luchando por no perder esa sangre adquirida a principios de los años 70.

Don Roque Jiménez Rodríguez, padre del actual ganadero, ingresa en la Asociación de Ganaderos de Lidia (AGL) en 1973 por compra de la ganadería de Dña Ángeles Gallego de Santolaya, antes de D. Joaquín Rodríguez Babé, quien la había formado con reses de D. Celso Pellón. Don Roque Jiménez aumenta la ganadería con sementales de D. Juan Pablo y D. Francisco Jiménez Pasquau. Al fallecimiento del ganadero titular, la divisa pasa a anunciarse a nombre de sus herederos, esos que actualmente siguen peleando por no perder un tipo de toro muy definido.

Por todo ello quisimos hablar con uno de sus hijos para conocer el momento actual de la vacada y las próximas metas que se fijan en el horizonte. Juan Francisco Jiménez es un ganadero con los pies en el suelo, un hombre de campo que pese a los duros momentos que vive la fiesta es optimista de cara al futuro. Sabe aquello que tiene en su casa, sin ir más lejos los resultados con en la plaza están insuflando de optimismo a esta casa ganadera.

El tamaño sí importa en este encaste: «Es un inconveniente»

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Astado de Roque Jiménez. © Alberto Barrios Torres

«Hace cuatro años hice una prueba con un semental en un lote de vacas de Los Ronceles, pero mantengo totalmente aparte lo que es puro Gamero-Cívico, lo que es de procedencia Samuel Flores», señala a este medio Juan Francisco Jiménez, ganadero que ha buscado una vía alternativa para intentar -sin perder la esencia de su vacada-, encontrar un nuevo camino por el que transitar refrescando algo la sangre y el tipo de su ganadería.

«Esta procedencia tiene un inconveniente, y es que mi casa daba un tamaño muy exagerado, y para añojos y para erales, era complicado, porque los erales parecían utreros. Y cuando lidias a base de escuelas taurinas, es un inconveniente y no pequeño. Sigo manteniendo por separado los animales de la línea de Los Ronceles y un lote de vacas que son del cruce con la ganadería de Los Ronceles«, añade Jiménez.

140 vacas de vientre y 4 sementales en casa de Roque Jiménez en la actualidad

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Vaca de Roque Jiménez. © Alberto Barrios Torres

Una divisa que cuenta actualmente con 140 vacas de vientre y 4 sementales, un número importante que le ayuda a tener muy abierta una vacada que únicamente con la sangre Gamero-Cívico corría el riesgo de caer en la consanguinidad debido a las pocas vacadas puras donde acudir para refrescar. Un ganadero que sabe que su mercado está en los festejos menores, fruto de ello es la composición de la camada para 2024: «Para el año que viene tengo 37 erales y unos 62 añojos, creo que es un buen número para afrontar un año donde los festejos menores van a ser importantes, siendo este el lugar que ahora nos toca ocupar».

Ganadería que cerró este 2023 con un balance más que positivo en todas las plazas donde se anunció: «Hemos lidiado la totalidad de los erales, unos 40 animales. Se ha vendido prácticamente todo, y quitando ocho que se lidiaron en la provincia de Almería, el resto se han sido en la provincia de Jaén. No suelo dejar utreros para novilladas con caballos, y quito erales y añojos«, nos recalcaba su ganadero.

Una temporada más que positiva que no ha sido redonda debido a los problemas de sequía que asolan nuestra piel de toro: «A mí me ha ido muy bien; lo que no me ha ido bien ha sido todo lo que rodea a la alimentación animal y al agua. Esas circunstancias han hecho que los ganaderos lo estemos pasando mal. Estábamos sin agua y con una particularidad, que es que no tenías dónde ir a por agua».