En los cercados charros de Terrones se sigue criando con el paso de los años el toro bravo. Es entrar en esta maravillosa finca y volver a décadas atrás; sus edificaciones, sus cercados, sus corrales y sus toros, que se siguen criando como años atrás, en libertad, sin demasiada manipulación, sin fundas y en verdes cercados.
Esta ganadería es una de las pocas que mantienen el encaste Gamero Cívico, junto con Samuel Flores, el hierro que es máximo exponente del encaste. Pero en el campo charro doña Paloma Sánchez-Rico y su familia siguen criando los toros de esta procedencia, animales muy bien armados, astifinos y corpulentos merecedores de lidiarse en plazas de primera categoría- como así está vista por la empresa de Madrid una novillada picada para los meses de verano-.
Los Gamero Cívico salmantinos datan su historia en el año 1997, cuando es creada la ganadería al amparo del artículo 5 bis B de los estatutos con vacas y sementales de la también salmantina ganadería de Clairac, de procedencia Parladé- Gamero Cívico. En 2007 entró a pertenecer al grupo especial tras lidiar en las principales plazas de España y Francia.
La camada para este año es corta, pero esperanzadora: unos 20 utreros que acaban de rematarse en Terrones, con el objetivo de dar el salto a las principales ferias taurinas que tanto le está costando tras lidiar con relativo acierto el año pasado en la cita de Tres Puyazos de San Agustín de Guadalix o Madrid, en una corrida seria y muy armada destinada a un concurso de recortes.
De la mano de nuestro fotógrafo de campo Pablo Ramos les invitamos a observar las fotografías de los utreros que Paloma Sánchez-Rico guarda en su finca charra.