Hace unos días hablábamos con Ana Mayoral, una de las tres hermanas que lleva el hierro fundacional de su padre, de encaste Santa Coloma. El hierro madrileño de Toros de Pablo Mayoral tiene unas peculiaridades que lo hacen distinto a todos. La variedad de capas es notoria en esta casa, pero el desconocimiento de muchos aficionados les hace rehuir de esta ganadería por el simple hecho de ver pelos jaboneros, colorados o sardos junto a las vacas cárdenas. En el siguiente vídeo se pueden ver algunos de los lotes de vacas de «Toros de Pablo Mayoral» en el que se comprueba la riqueza y diversidad de capas y pelajes que existen en esta casa ganadera.
Esta es una ganadería de encaste Santa Coloma con tintes de Martínez y de Veragua en el origen fundacional. Si bien es cierto que en el encaste Santa Coloma los pelajes que más predominan son los cárdenos, desde los oscuros a los más claros y salpicados, además de sardos y salineros, ocasionalmente pueden saltar capas tostadas y coloradas; a diferencia de lo que la gente cree y de forma excepcional, son pelajes que se dan aunque en menor medida a los anteriormente citados. En esta casa hay algún sardo y salinero, tostado y algunas veces colorado.
El caso de una curiosa vaca jabonera de Santa Coloma
Pero hay una historia muy curiosa en este hierro que tiene que ver con una vaca jabonera tentada por Javier Jiménez. Es la única de una piara de 200 reproductoras, una vaca que les hizo especial ilusión poder aprobarla hace pocos años, según Ana Mayoral: «Hacía tiempo que no saltaban animales con este pelo; realmente la línea de los jaboneros de esta casa venía porque en su día, nuestro padre, mantuvo durante mucho tiempo un semental jabonero de la línea fundacional de Veragua vía Curro Chica. Se da la curiosidad de que esta vaca es la primera vez que tiene una cría con su mismo pelo».
«Yo siempre digo que ya tenemos un encaste propio. Al llevar desde el año 55 sin meter nada de fuera, se consiguió tener un toro con unas características muy particulares. Muchas veces tenemos saltos atrás y vemos toros muy parecidos al del origen fundacional. De una vaca cárdena y de un toro negro te pueden salir animales sardos, salineros o incluso coloraos. Luego mucha gente se alarma al ver estos pelajes y es porque desconocen que en Santa Coloma ocasionalmente, sí se dan este tipo de pelos, otra cosa es que se enseñe menos».
Con esto queda claro la gran carga genética que tienen los animales, los cuales pueden dar un salto atrás y volver a sus orígenes fundacionales. En casa de Ana Mayoral se acentúa aún más por el origen que comparten, pero el cual no tiene un porcentaje muy alto respecto a la sangre predominante de origen Santa Coloma. Sin duda una joya genética que hay que proteger.