Cruzar las ramas de Santa Coloma y Murube ha sido algo que a muchos ganaderos se le ha pasado por la cabeza, un cruce de dos encastes que comparten un mismo tronco. Ya la vacada charra de Martínez Benavides, aquella de la famosa faena de Rafael de Paula en Madrid a “Corchero”, cruzó animales de Murube con otros procedentes Graciliano Pérez Tabernero (Santa Coloma), teniendo resultados de interés para toreros y aficionados.
Pero al otro lado del charco, la ganadería de Ernesto Gutiérrez hizo algo similar cruzando animales de la rama Murube y Santa Coloma, esta vez por la vía de la rama Buendía. “Mi padre viajó a España a comienzos de los 50 y se mostró meridianamente claro: «Yo vi galopar y embestir al toro de Murube y no tuve ninguna duda de que ese era el toro que debíamos traer a Colombia”.
“Decidió importar sementales y vacas en 1952. Las vacas eran de Murube y los sementales, de Santa Coloma. Hubo un refresco en 1962 con vacas de Joaquín Buendía. Hoy ya somos un encaste propio. En 1968 se partió en dos la ganadería y mi tío Hernán desarrolló el hierro de Dos Gutiérrez, que hoy está en manos de su hijo Jorge” acabó exponiendo uno de los hijos del ganadero colombiano en Conexión Colombia de Toros TV.
Algo similar ocurre en la ganadería de Antonio Sánchez, una vacada con sangre Murube y Santa Coloma. Un proyecto ganadero que comenzó a principios del Siglo XX con la adquisición de vacas y sementales de origen Graciliano procedentes de la extinta ganadería de Castillo de Higares. Tras muchos años apostando por una misma sangre y viendo que la ganadería se había cerrado demasiado optaron por comprar a comienzo de los años setenta 25 vacas y varios sementales de la ganadería antes mencionada.
Las reses de procedencia Murube-Urquijo y Graciliano Pérez Tabernero entraron a formar parte en 1971 de una vacada que ya había ingresado en la Asociación en 1966 por la compra de la ganadería de Jaime Mateos. 25 veinticinco vacas y un semental llegaron a la finca familiar dicho año. Ya en 1989 aumentó con la adquisición de sesenta vacas de Concha Navarro, procedente de Montalvo vía Jandilla-Juan Pedro, eliminando la sangre Contreras que había estado en la familia durante más de 20 años.
Cabe destacar que durante todos estos años la ganadería ha contado con sementales de Coquilla, José Matías Bernardos y Aldeanueva, los cuales dieron un matiz más cárdeno a la vacada, haciendo que este pelo empezara a tomar mayor presencia en una vacada donde sigue predominando el pelo negro. En 1998, tras fallecer Agustín Sánchez, la vacada se anunciaría a nombre de sus herederos, para más tarde adjudicar la propiedad al actual ganadero, Antonio Sánchez, el cual posee en la actualidad un tesoro genético conformado por 70 vacas de vientre.