CAMPO BRAVO

Los ‘santacolomas’ de Fernando Guzmán: la especial casa ganadera de la Sierra de Madrid


miércoles 6 diciembre, 2023

Se trata de una ganadería que sigue apostando por toro en tipo, por un animal con fidelidad a un encaste y una rama ganadera muy peculiar.

Fernando Guzmán Toro
Toro de Fernando Guzmán. © Pablo Ramos

En la localidad madrileña de Cabanillas de la Sierra se encuentra la vacada de Fernando Guzmán, una divisa de origen Santa Coloma puro Buendía. Una explotación ganadera que fue fundada por Joaquín Guzmán en la década de los años 30. Aquí el animal bravo es el rey, por ello todos los esfuerzos van encaminados a proteger un tipo de toro con unas señas de identidad muy definidas. La finca principal que da cobijo al ganado es conocida como “La Pontezuela”, ubicada en una zona de dehesa, con muy buenos pastos al ser este un terreno muy húmedo.

Una joya genética que hoy recae en las manos de Fernando Guzmán, un apasionado de este encaste y cuarta generación de ganaderos de la familia. Una ganadería fundada en 1920 que quedó diezmada y casi disuelta durante la Guerra Civil, renaciendo de sus cenizas a comienzo de la década de los 50, cuando a ésta llegan las primeras vacas de Santa Coloma, procedentes de María Dolores Juana de Cervantes. Un nuevo paso en la historia ganadera de una familia que siempre buscó el tipo de toro que les llenaba como aficionados.

Fernando Guzman Vacas
Vacas de Fernando Guzmán.

En el año 1987 adquieren un semental del hierro de Viento Verde (Murube) propiedad de los hermanos Peralta, cruzándose este con una pequeña punta de vacas de la rama Santa Coloma, a partir de ahí, la ganadería se abrió en dos partes, una pura Santa Coloma y otra con el cruce de Murube, algo que en los años 50 ya se había probado -con éxito- en la ganadería colombiana de Ernesto Gutiérrez.

Pero esa entrada de sangre Murube se eliminó en 2008 cuando se hacen cargo de la ganadería varios de los hermanos, ahí se empieza a refrescar la sangre adquiriendo 25 hembras y un semental a Adolfo Rodríguez Montesinos. Posteriormente, entraron 25 nuevas vacas con el hierro de Flor de Jara, así como algún semental que dejó varias líneas que se habían perdido en la casa. Para cerrar el círculo, en 2021 se volvió a refrescar la vacada con un semental de Los Maños.

Se trata de un hierro con unas particularidades que la hacen ser distinto al resto que tienen esta rama, sin duda, una de las joyas genéticas que hay en nuestro campo bravo, esa que actualmente está compuesta por 80 vacas de vientre y varios sementales, un número que no descartan aumentar conforme pase el tiempo y la situación lo permita. Por el momento en esta casa ganadera se seguirá apostando por mantener un número de animales que abarque la oferta que tiene la ganadería, el sobredimensionar la misma a premisa y corriendo sería un error de bulto.

Fernando Guzman
Astado de Fernando Guzmán.