El campo bravo siempre agradece las lluvias caídas, que ayudan a que este tome un color diferente y sirva como sustento para gran parte de la ganadería, que se alimentará de los pastos incluso hasta comienzos del verano. Muchos ganaderos, en previsión de la falta de comida en el verano, siembran durante el año para que en esa época las vacas y los becerros puedan alimentarse con la rastrojera.
El agua caída en las últimas semanas ha dejado algunas anegadas e incluso algunas llenas de una abundante capa de barro, algo que dificulta el día a día de los animales. Algo que pasa en Las Tiesas de Santa María, la finca cacereña de Victorino Martín: allí dicho barro se hizo presente en parte de una dehesa que ha recobrado ese verde que le da tanta belleza cuando rompe gracias a esas lluvias tan necesarias para el campo bravo.
En uno de los cercados se encuentran los sementales indultados en las plazas de toros durante los últimos años, a los que ha decidido reunir Victorino Martín para tenerlos allí como un escaparate en el que los visitantes podrán ver a los animales que han escrito con letras de oro el nombre de la ganadería. Se trata de Plebeyo, Jarretero y Muralista, tres sementales actualmente están con su lote de vacas, no así en el momento de la grabación del vídeo.
En dicho cercado no se encontraba Cobradiezmos -indultado en Sevilla-, que aún se encontraba en la finca Monteviejo, ni tampoco Morenito, otro de los toros relevantes de la casa indultado el pasado año en Olivenza por Antonio Ferrera, al cual por su edad aún no se le han visto los productos. Tanto Cobradiezmos como Plebeyo tienen una importante descendencia detrás al tratarse de toros que llevan en las vacas varios años Por lo tanto, una serie de animales que con su bravura y su nobleza se ganaron el derecho de perpetuar su simiente en la casa de Victorino Martín.
Ahora esos animales disfrutan del ganado descanso tras volver a casa tras su indulto en la plaza. Antes de entrar con las vacas deben coger fuerzas y rematarse para así no llegar muy mermados al final de la primavera, fecha donde saldrán de su lote camino de la cerca de sementales. En estos meses los toros pierden mucho peso al estar montando continuamente a las vacas. Son meses de mucho esfuerzo que acaban por hacer que pierdan gran cantidad de kilos. En caso de ver que se vienen muy atrás, el ganadero procederá a sacarlo de dicho cercado y sustituirlo por otro de repaso.
Hay ganaderos que optan por parar a los toros hasta ver el resultado que han dado con las vacas, otros no toman esa opción, confiando en aquello que le puede dar ese astado a su casa. Son dos opciones totalmente legítimas, existiendo una alternativa, tener al toro con un pequeño lote de vacas y una vez visto su descendencia, ampliarle el número de hembras o dejarlo sin cubrir. Si no llegara a cubrir el ganadero, optaría por dejarlo de por vida en el campo como premio a la bravura que demostró en el ruedo. Hay toros que son grandes productos, pero no buenos raceadores, es decir, sus hijos e hijas no heredan en un alto porcentaje esas virtudes del padre.