Uno de los momentos más interesantes que dejó el coloquio de Alejandro Talavante con la Asociación El Toro de Madrid el pasado jueves fue el instante en el que habló sobre su retirada de los ruedos en 2018. Fue sin avisar, nada más terminar su paseíllo en el Coso de la Misericordia de Zaragoza, cuando un breve comunicado anunciaba su retirada.
Fueron varios años sin Alejandro Talavante en los ruedos: un 2019 en que Pablo Aguado descerrajó la Puerta del Príncipe de Sevilla y a punto estuvo de salir en volandas por la Puerta Grande de Madrid; en 2020 sobrevino la pandemia, mientras que 2021 pese a las restricciones sacaron la cabeza toreros que ya se han convertido en imprescindibles, así como la eclosión de un genial Morante en un 2021 en el que por septiembre volvió a los ruedos un Talavante que tiene en este 2022 un año para seguir dando tardes de gloria.
Talavante: «Me retiré en 2018, pero era algo que llevaba pensando desde 2017, tras la muerte de Iván Fandiño»
«¿Cuándo decide retirarse? ¿Era algo que le rondaba por la cabeza?», le preguntaba un aficionado en el coloquio: «Me retiré en 2018, pero era algo que llevaba pensando desde 2017, tras la muerte de Iván Fandiño. Llevaba tiempo pensándolo, algo que me inspiró una búsqueda por la libertad. Realmente no me he apartado del toreo porque he seguido entrenando en el campo, intentando superar cada día mi forma de torear. Y quería esa distancia para emprender esa búsqueda en la que tenía que tener paciencia. Pero lo más importante es que los años más importantes de mi trayectoria son los que están por venir y los que quedarán en el recuerdo de los aficionados».
Y tras una pregunta posterior, señaló lo siguiente: “Yo me quito en 2018 en el mejor momento de mi carrera. Llevaba dos años siendo junto con Roca Rey el torero que más gente llevaba a la plaza, y muchos de los problemas que suceden tienen que ver con la libertad”.
Tras otra pregunta posterior, casi al final de la charla, señaló lo siguiente: «Para mí aquello supuso un shock tremendo. Muchas veces, cuando estás metido en una temporada o en la vorágine de toreros que a lo mejor tenían la oportunidad de tener la temporada hecha desde principios de año, no entras en conciencia de lo que supone realmente enfrentarte a un toro, y hasta uno mismo«.
«Yo le estuve dando muchas vueltas a aquello, y me hizo conocer la verdad»
Ese golpe de la muerte de Fandiño, a la larga, dejó una herida que tardó en cicatrizar. Como decía aquella frase, ‘Viendo torear a Manolete comprendí que todo es vida, incluso la muerte’: «Yo le estuve dando muchas vueltas a aquello, y me hizo conocer la verdad, y que aquí las cosas suceden de verdad. No es el daño que ves por la televisión, sino que las cosas son muy palpables. Luego también, lo que aconteció con Joaquín Ramos -murió posteriormente-, ya que estaba fenomenal y entró en una operación de la que no salió. Ese fue un palo bastante fuerte. Esas son cosas que suceden y que en ese momento te hacen tanto daño, pero también más sensible. Y eso el estilo lo nota. Espero que en este año en el que quería salir de esas cosas tan establecidas como hacer una temporada de marzo a octubre con un número de corridas en las que tuviese seguridad económica y profesional, decido ir día a día, paso a paso y solamente en el toro que tengo delante, sin pensar en el que va a venir», concluía Talavante.