El pasado viernes 14 de junio se vivieron momentos de gran tensión y peligro en la localidad vallisoletana de Arroyo de la Encomienda. A las ocho y media de la tarde se daba salida en la plaza de San Lorenzo a un animal berrendo en negro perteneciente a la vacada salmantina de Francisco Galache. Nada más salir del cajón el astado giró hacia su derecha ante la insistente llamada de unos espectadores que se encontraban tras esa zona de protección con la mala suerte que el ejemplar charro golpeó partiendo una de las talanqueras.
Tras pasar por encima del mismo logró acceder a una zona de la plaza donde se encontraba parte del público viendo la suelta de los animales en uno de los días grandes de sus fiestas. Pese a la insistencia de los mozos en llamar al toro y sacarlo de ese lugar este hizo casi omiso, llegando hasta un pasillo entre las dos zonas del vallado, un lugar de paso para llegar de un punto a otro de la citada plaza.
Muchos fueron los aficionados que se pusieron a reguardo, pero en la parte final del mencionado pasillo se encontraba un señor que, o bien, no se percató de la presencia del animal, o que no tuvo poder de reacción al verse venir el toro de Galache. Por suerte para él, el toro no se enceló con el señor, pudiendo este salir caminando y meterse entre el vallado. Se había salvado de un terrible percance, algo de lo que era plenamente consciente a ver la cara de susto que llevaba una vez se había zafado del berrendo animal.
¡Los milagros existen! Vaya lío se formó con el toro de cajón de Francisco Galache en La Flecha. Gracias a dios todo quedó en un susto.
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Tribuna de Salamanca fue otro de los medios que se hizo eco de esta noticia, en dicha información se hace referencia al monumental susto que se llevaron los aficionados al ver como uno de los astados se escapaba del primer vallado, siendo posteriormente reconducido al recorrido sin causar daños personales. El toro, no obstante, intentó derribar la segunda talanquera, y fue ahí donde se vivieron los momentos de mayor tensión, afortunadamente no hubo que lamentar percance alguno y todo quedó en un gran susto.
Unas fiestas en honor a San Antonio de Padua, patrón de la localidad, ese que echaría un capote a este aficionado en un momento de extrema dificultad. Amén de este momento de angustia vivido el pasado jueves, las fiestas, en torno al toro, se han llevado a cabo sin ningún tipo de problema más allá de los que se dan en encierros como estos. Como bien nos informan los compañeros de El Norte de Castilla los aficionados disfrutaron a los grande de los encierros celebrados este mismo domingo gracias a la suelta de tres novillos de Sergio Galán, Esteban Isidro y Sánchez Urbina.