Desde hace décadas, los ganaderos de bravo llevan implementando mejoras en sus fincas que ayuden a la lidia del toro en la plaza. Sobre los pilares de selección, alimentación, sanidad y manejo, estos criadores de lidia han conseguido que los animales ganen en básicamente en salud, algo que luego repercutirá en su lidia en la plaza. Hace más de 30 años, varios ganaderos idearon una forma de convertir al toro en un verdadero atleta, y esto tenía que ver con la preparación física de los animales a lidiar cada temporada.
Pero no todo era poner a los toros a correr sin ton ni son: había que ir moldeando ese ejercicio en pro de la salud de los astados. También había que ver qué zonas de la finca eran ideales para ello y evitar que estas fueran dañinas para las pezuñas de animal, ya que se podían aspear y crearles una merma importante en su posterior lidia. El ejercicio tenía que ser como el de un atleta, progresivo y controlando el ritmo cardíaco. Con el paso de los años se fue mejorando esta técnica hasta llegar al punto donde estamos hoy en día.
Como todos sabemos, el campo no es un terreno uniforme, existen zonas más empedradas que otras, por ello es fundamental saber por donde vana ejercitarse los toros. En invierno el suelo suele estar encharcado por las lluvias, el terreno se reblandece, mientras que en verano la dureza del piso es otro hándicap a tener en cuenta. Por ello, los ganaderos buscan las zonas más apropiadas de la finca para ejercitar a los animales.
Algunos ganaderos no comparten la idea de llevar a galope a los animales, les gusta llevarlos al trote para así evitar algún tipo de lesión. Según la ganadería, sea de sierra, marisma o campiña, el terreno será diferente. En este caso es una finca con grandes desniveles tanto en subida como en bajada, de ahí que la labor se tenga que hacer de un modo muy controlado para evitar sustos innecesarios.
Pero ese ejercicio progresivo no es fácil: el toro bravo de por sí es un animal vago al que no le gusta moverse, de ahí que sea fundamental llevarlos arropados por sus hermanos y los cabestros. Es día de entrenamiento de parte de la camada del hierro de Torrehandilla en un exigente tauródromo de un kilómetro y medio de longitud. Aquí los toros vienen jadeantes, el esfuerzo es importante, de ahí que sea importante que no se paren, de hacerlo podrían volverse.
Una grabación donde se vivieron momentos de tensión cuando uno de los toros que andaban ejercitándose en el corredero amagó con irse hacia el coche donde estaban grabando el programa de Toros para Todos. La inesperada reacción del animal cortó la sangre de los que andaban con el pie a tierra. Afortunadamente, el astado volvió rápidamente con el resto de sus hermanos y el susto no fue a mayores.