Miguel Ángel Perera, Daniel Luque y Francisco de Manuel hacían el paseíllo, este jueves 20 de abril, con toros de El Parralejo en la cuarta de abono en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. A las seis y media de la tarde arrancaba el paseíllo.
Silenciado Perera con el anodino primero
El primer capítulo de la tarde no levantó del tedio del día anterior a la afición que llenaba en algo menos de media plaza La Maestranza. Un toro de El Parralejo tan noble como soso y un Perera técnicamente perfecto, pero carente de alma, dejaron un primer capítulo que no pasará al recuerdo. Ya de salida el animal evidenció que la raza no iba a ser su fuerte. Embestidas a media altura en el saludo capotero, remiso en el caballo y con una embestida bobalicona en el tercio de banderillas. Ese fue el momento más álgido del primer capítulo. Javier Ambel le corrió la mano para abrirle los caminos a un animal que en sus manos fue otro. Por su parte, Curro Javier saludaría montera en mano tras dos pares marca de la casa. Brindó Perera al cielo una faena plana y sin mayor relevancia. El extremeño intentó cuidarlo en muletazos en línea recta y siempre a media altura, pero el toro no tenía vida. No le tocó ni una vez la muleta el sosito de El Parralejo. El extremeño realizó un trasteo limpio, pero sin la chispa necesaria para que la afición hispalense entrara en su labor. Consistente que la faena no iba a ningún sitio se fue a por la espada. Tras una estocada algo tendida fue silenciado.
Ovacionado el temple de Luque con un segundo que quiso más que pudo
ya andaba justito de fortaleza la costalada en los terrenos del 2 no le vino nada bien. El toro lo acusó estando a un tris de ser devuelto. Se le cuidó en el jaco y le dieron todas las ventajas posibles en su posterior lidia. Luque sabia que si lo iba poco a poco convenciendo el toro podía sacar ese fondo que se le atisbaba, pero andaba cogido con alfileres. A base de un toreo a media altura, el animal fue agarrando algo de ritmo por el lado derecho. Luque lo empujó en muletazos donde acompañó la siiempre embestida. Este fue toro al que en las primeras tandas le faltó recorrido, pero a base del buen hacer de Luque fue cogiendo ritmo y mayor largura en su embestida, pese a que ésta estuvo condicionada por su justeza de fuerzas. Sevilla poco a poco se metió en una labor donde la mejor tanda vino junto al tendido 7, ahí sí le apretó más a un animal que siempre tuvo la intención de humillar e irse tras los vuelos. Pero esa tanda acabó de quebrantarlo. El toro se afligió y el de Gerena se quedó compuesto y sin toro. Faena basada en la mano derecha, por el lado izquierdo tendía a embestir recto y sin hacer caso a los toques. Tras enterrar el acero a la primera fue ovacionado desde el tercio..
De Manuel deja pasajes de gran interés con el enclasado y humillador tercero
Importante estuvo Francisco de Manuel ante el toro de su presentación en Sevilla. El madrileño dejó pasajes interesantes ante el enclasado y humillador tercero. Un animal que embistió con alegría en las primeras tandas, pero que se entregó de verdad cuando bajó el diapasón de la misma. Un astado que ya había embestido con templanza en el saludo capotero, llegando a la muleta mostrando sus virtudes. De Manuel lo citó desde la larga distancia en dos tandas iniciales donde aprovechó la inercia de sus embestidas. Dejó muletazos en redondo por debajo de la pala del pitón. Este fue un toro exigente, algo pegajoso al buscar siempre los vuelos, de ahí que el madrileño tuviera que perderle siempre pasos. Dentro de una faena interesante hubo fases donde la costó cogerte el ritmo y la distancia. Pero fue de mitad de faena hacia adelante cuando ya más en corto dejó muletazos de mucho gusto, destacando dos tandas al natural. Buscó siempre torear con las yemas, presentarle la muleta y vaciar el muletazo tras la cadera. De Manuel demostró que tiene un gran sentido del temple. Se colocó de frente, siempre con el pecho por delante y las zapatillas mirando a las puntas de los pitones. Sevilla valoró su entrega, pero aún más ese concepto del toreo que tanto cala en esta afición. Toro y torero se sintieron más y mejor cuando el muletazo iba enganchado, ahí el toro se reducía y el muletazo ganaba en profundidad. Cerró su faena con un mete y saca previo a una buena estocada. La ovación para el madrileño fue un justo premio a su labor. Fría anduvo la gente a la hora de valorar el juego del toro.
Sin opciones Perera con el afligido cuarto
No tuvo opciones Perera con el noble, pero desfondado cuarto. Un animal muy protestado por su falta de fuerzas que llegó muy mermado al último tercio. El astado de la familia Moya no tuvo mala condición, siempre quiso tomarla con nobleza, pero el motor de la fuerza acabó de griparse con una costalada en los primeros tercios. Perera nunca le apretó, intentó llevarlo cosidito a la muleta, pero el toro no aguantaba más de tres muletazos. Con el toro claudicando, la afición volvió a quejarse y a mostrar su desencanto con la presidencia. Abrevió el extremeño, siendo finalmente silenciado.
Daniel Luque sublima el toreo y desoreja al bravo «Príncipe» quinto, de vuelta al ruedo
Y salió Príncipe por la puerta de chiqueros, un animal de El Parralejo que tuvo la profundidad por bandera, un astado de los que engrandecen una ganadería. Un toro bravo el caballo y con una gran entrega en la muleta. Jugó bien los brazos en un saludo capotero de enjundia, cada lance mejoraba al anterior en un recibo rematado con una media tras la cadera. Todo lo quiso por abajo, y ahí vino una voltereta, que por suerte, no quebrantó a este bravo animal. Lo lidió con sumo pulso Iván García para llegar a la muleta pidiendo pelea. Pronto acudió al primer cite Luque, siempre con el morro por el suelo y haciendo el avión. Lo pulseó el sevillano en un inicio de seda pura, un comienzo de enjundia a un toro que volcaba toda su categoría con una humillación superlativa. Pese a intentar dosificarlo, el animal pedía siempre la muleta por debajo. A más exigencia mayor entrega. Desmayada fue la segunda tanda cerrada con un pase de pecho colosal. Daniel toreó con la cintura y las muñecas, dejó volar su muleta ante la embestida volcánica de un toro que venía derramando la vida. Por el izquierdo no bajó el diapasón, las tandas fueron de seis y siete muletazos, todos por debajo de la pala del pitón. ’Príncipe’ y Luque habían conectado de tal manera que ya no eran nada el uno sin el otro. La Maestranza henchida de gozo saboreó cada natural, cada trinchera, cada pase de pecho en una faena rotunda donde estuvo a la altura de la bravura de un animal excelso. Daniel volvía a probar las mieles del triunfo tras una última serie al natural con la mano derecha. ’Príncipe’ no se cansaba de embestir, su torrente de bravura no tenía fin y eso había que premiarlo. Gabriel Fernández Rey sacaba —casi al unísono— los dos pañuelos y en un gesto de sensibilidad y buen aficionado también el azul para premiar a un toro de bandera.
Un firme De Manuel porfía con el noble pero desrazado sexto
Tras el suceso vivido en el quinto de la tarde, el personal andaba aun comentando la faena de Daniel en los tendidos, pero ahí que salió De Manuel para que los focos volvieran a ese ruedo donde él tenía que convencer a un animal que embistió con poco celo en los primeros tercios. Un toro que llegó a la muleta mostrando nobleza, pero sin esa chispa tan necesaria para prender la mecha. De Manuel se volvió a poner en el sitio, busco aprovechar la inercia de sus embestidas, pero no fue hasta la tercera tanda donde le atacó de verdad, respondiendo la plaza con prontitud. Muy firme estuvo el madrileño ante un toro pasador, pero al que le faltó mayor humillación y entrega. Por el izquierdo tuvo una condición más arisca, siempre embistiendo con la cara a la altura del palillo. Acertó en ganarle siempre un paso a un astado que de mitad de faena hacia adelante amagó con rajarse. Labor serena de un torero que dejó una seria actuación hoy en La Maestranza ante ante un lote de distinta condición, pero al que le faltó principalmente entrega.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Cuarta de abono. Corrida de toros. Menos de media entrada.
Toros de El Parralejo, correctos de presentación y de juego desigual. Corrida que apuntó cosas pero no disparó: le faltó fortaleza para que su buena condición se viera reflejada en el ruedo. El quinto de nombre ‘Príncipe’ fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Miguel Ángel Perera, silencio en ambos
Daniel Luque, ovación y dos orejas.
Francisco de Manuel, ovación y palmas.
INCIDENCIAS: Saludó Curro Javier tras parear al primero de la tarde
FOTOGALERÍA: EDUARDO PORCUNA