Fernando Robleño, Alberto Lamelas y Gómez del Pilar hacían, este sábado, el paseíllo con un encierro de Dolores Aguirre en la localidad toledana de Casarrubios del Monte.
Fernando Robleño se justifica con el áspero primero
Serio y astifino fue el primero de Dolores Aguirre, al que saludó Fernando Robleño laceándolo a la verónica. Recibió un largo puyazo en el sitio de Francisco Javier González, que buscó el patio de caballos en dirección contraria, teniendo que completar la vuelta al ruedo entera tras la negativa del presidente a ordenar que le abrieran el portón. Fue muy reservón en banderillas, pasando la cuadrilla un calvario para dejar los cuatro palos. Se dobló Robleño para iniciar faena ante un animal que viajaba a media altura y que soltaba la cara con malas formas en los pases de pecho. Le firmó el madrileño una buena tanda en la que hubo ritmo y embistió el de Dolores Aguirre, que se puso cada vez más brusco en la franela de un Robleño que se justificó delante del astado. Cobró una estocada casi entera en buen sitio y tuvo que recurrir al descabello.
Lamelas, ovacionado con el complejo segundo
Con una larga cambiada recibió Alberto Lamelas al segundo, un serio castaño de Dolores Aguirre con el que pudo gustarse a la verónica, jugando con las muñecas para dejar lances que tuvieron mucha suavidad. Recibió un buen puyazo y no se lo puso fácil a la cuadrilla en el tercio de banderillas. Tras brindar al público, inició faena Alberto Lamelas por el derecho, firmando una tanda de mucha enjundia en la que persiguió el astado los vuelos con humillación. Desarrolló sentido muy rápido el de Dolores Aguirre, que se puso más difícil, colándose sobre todo por el izquierdo, lo que llevó al jienense a recurrir al toreo sobre las piernas antes de irse a por el acero. Tras pinchar, cobró un feo bajonazo que le recriminó la parroquia.
Gómez del Pilar se juega el tipo con el peligroso tercero
Frío de salida fue el tercero, que se lo pensó una barbaridad en el capote de un Gómez del Pilar que lo lidió con inteligencia en el saludo. Recibió dos puyazos, dejándolo en largo en el segundo. En banderillas, dejaron tres pares monumentales por la enorme exposición Ángel Otero y Pedro José Cebadera, obligados a desmonterarse tras el tercio. Si en los capotes ya había demostrado ser poco franco, pegando arreones y muy desentendido de las telas, fue a peor en la muleta. Gómez del Pilar se puso con un animal al que solo se le podía machetear e irse a por la espada lo más rápido posible. Aunque no le hace falta, se justificó el de Cedillo, jugándose el tipo con el peligrosísimo animal. Se tiró de verdad dejando la espada arriba y el toro le pegó un feo pitonazo tras echar la cara por las nubes, del que se dolió el toledano.
Robeño, sin opciones con el descastado cuarto
Incierto fue el cuarto de salida, sin entregarse en el capote de Fernando Robleño en el saludo. Recibió dos varas que pudo acusar después en la muleta y la cuadrilla resolvió la difícil papeleta con toda la eficacia que pudo. El animal fue muy tardo, tuvo poco recorrido y salía con la cara muy alta del muletazo. Terminó el de Dolores Aguirre rehuyendo la pelea y buscando la querencia ante un Robleño que volvió a justificarse en terrenos de cercanías para dejar un espadazo arriba que fue suficiente.
Lamelas y el público pasan un mal trago con la alimaña quinta
Alberto Lamelas saludó al quinto, que ya evidenció que no quería capotes desde su salida. Recibió un puyazo largo, aunque debieron ser dos y solventó la cuadrilla el tercio de banderillas con una brillante solvencia. En la muleta fue una alimaña que no quería muleta y que quiso aprovechar cualquier mínimo descuido para echar mano del jienense, que lo intentó jugándose el tipo mientras la parroquia pasaba un mal rato. Con la espada pasó las de Caín tanto él como la cuadrilla, siendo Antonio Prestel prendido mientras apuntillaba al astado, teniendo que pasar a la enfermería.
Gómez del Pilar abrevia de manera acertada con un imposible sexto
El sexto manseó de salida, buscando las tablas muy descaradamente, teniendo que recurrir Gómez del Pilar a su faceta más lidiadora. Dos veces entró al caballo y dos veces derribó a Pepe Aguado, que completó un valiente y gran tercio de varas que le obligó a saludar con el castoreño. Destacó Ángel Otero en la lidia y Pedro José Cebadera en banderillas, dejando los palos con eficacia. El de Cedillo se dobló con la alimaña, que manseaba y hacía por querer cogerlo, tirando de manera acertada por la calle del medio y buscando la espada para acabar con el animal de manera solvente.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Casarrubios del Monte, Toledo. Corrida de toros. Media plaza.
Toros de Dolores Aguirre. Con ritmo, embistió a media altura el áspero primero; desarrolló muy rápido el complicado segundo, que fue aplaudido en el arrastre; manso, incierto y con peligro fue el tercero; descastado fue el cuarto, que no tuvo recorrido ni humillación; una auténtica alimaña fue el quinto; manso, deslucido y con malas intenciones fue el sexto.
Fernando Robleño, ovación en ambos.
Alberto Lamelas, ovación y ovación.
Gómez del Pilar, ovación en ambos.
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