JEREZ DE LA FRONTERA (CÁDIZ9

Una tarde de emociones y percances en Jerez: Castella y Manzanares, a hombros en el cierre de Feria


sábado 11 mayo, 2024

Morante de la Puebla, que fue volteado en el primero, se topó con un nulo lote y un cuarto que no quiso ver; Sebastián Castella paseó las dos orejas del segundo tras cuajarlo y José María Manzanares hizo lo propio con el sexto, al que también desorejó.

Sin Título
Castella con las orejas.

Morante de la Puebla, Sebastián Castella y José María Manzanares hacían el paseíllo, este sábado, en la última de la Feria del Caballo de Jerez de la Frontera. Se lidiaba un encierro de Juan Pedro Domecq.

Morante, volteado de forma fea por el primero de capote; luego deja una obra breve y torera

Se defendió ya de salida el primero de la tarde un astado que nunca quiso irse tras los vuelos, quedándose cortito en la capa del sevillano. Se resbaló José Antonio tras pisar en la segunda raya del tercio, quedando éste a merced de un animal que lo golpeó de fea manera. Amén de no estar sobrado de raza acusó ya de salida problemas en su pata izquierda, algo que provocó las protestas de parte del tendido. Acertó José Antonio a llevarlo empapado en la muleta, no dejando este que el animal tocase los trastos. A derechas dejó una serie limpia llevando largo al animal, pero sería a zurdas donde canalizaría en las yemas de sus dedos las embestidas de un Juan Pedro que acabaría acusando su mansedumbre. Fueron contados pero de una templanza absoluta debido al poco fondo del astado. Dejó detalles de su personalísimo concepto con molinetes, pases de la firma y algún trincherazo de cartel. Tras un pinchazo y una estocada algo tendida saludó una ovación.

Castella desoreja al exigente pero venido a menos segundo, que hiere a Luis Blázquez

Whatsapp Image 2024 05 11 At 20.19.53

Se gustó Castella lanceando a la verónica al colorao que hizo segundo. El francés templó las embestidas de un animal que se venció por el pitón izquierdo, colocando la cara con clase por el derecho. Volvió a conectar con los tendidos tras quitar al Juanpedro por tafalleras. Saldría feamente un prendido un Luis Blázquez que tendría que ser llevado a la enfermería tras un par de enorme compromiso. Sin mover los pies del suelo comenzó Castella su labor, esa donde haría circular al animal en torno a su cuerpo. Aprovechó Castella la movilidad del ejemplar venido desde Lo Álvaro para cincelar muletazos donde jugó siempre con las alturas y las distancias. Este fue un toro con transmisión pero que se fue apagando poco a poco como una velita, algo que no pareció importar a un espada que aprovecharía para acortar distancias y meterse entre los pitones. La parroquia jerezana entró desde el inicio en una labor que sería premiada con el doble trofeo tras dejar el francés una estocada algo tendida.

Silenciado Manzanares tras una desigual labor ante un tercero que nunca rompió

Se cuidó en el jaco al Juanpedro que hizo tercero, un astado medido de fortaleza al que Manzanares buscó pulsear con suavidad a la verónica, dejando este un par de lances de mucho empaque. Pegajoso y reponedor fueron dos de los defectos del astado en las telas, un toro que embistió con suavidad pero con la cara a media altura. Manzanares buscó no apretarle, toreando este en línea y a media altura. A zurdas el animal tendió a venirse por dentro, quedándose este a mitad del muletazo. Porfió el alicantino en una labor donde suplió la falta de ajuste con su ya consabido empaque, esa que nunca llegaría a tomar vuelo por las desigualdades de la misma y la falta de entrega del animal. Tras una estocada algo tendida fue silenciado.

Morante, silenciado con un cuarto al que no quiso ni ver

Sin Título

Tampoco pudo estirarse de capa Morante en el segundo de su lote, un astado que siempre embistió con las manos por delante y soltando la cara. Un juanpedro que derribó en varas a un José Antonio Barroso que saldría ovacionado tras un largo y bien colocado puyazo. No fue fácil de banderillear este “Vapoleo” al acortar el viaje y apretar hacia tablas. Tiró las tres cartas un Morante que salió ya con la espada provocando las lógicas protestas de una plaza que le recriminó su actitud en este toro. Tras un pinchazo y una estocada corta sería finalmente silenciado.

Castella se impone a un quinto que acabó rajado en tablas

Sin Título

Salió con pies el quinto de la tarde un astado de Juanpedro con el que volvió a destacar Castella a la verónica antes de irse ovacionado Manuel José Bernal. Todo ocurrió en un tercio de varas donde el astado derribaría al jaco en un comprometido tercio de varas. Castella entendió a la perfección un animal que tuvo emoción en sus embestidas, pero que ya marcó su condición de mansito. El diestro de Béziers se la dejó siempre en la cara para enganchar en la pañosa las repetidoras embestidas de un astado que exigió mando y firmeza de plantas. Un toro con más genio que bravura, algo que se vio nada más tomar la mano izquierda, momentos en el que el animal huyó camino de tablas obligando a Castella a terminar su labor junto a las mismas. Pese a ello consiguió robarle muletazos de mérito a un animal ya a la defensiva. Tras atascarse en la suerte suprema y tener que hacer uso del descabello fue finalmente ovacionado tras sonar un aviso.

Manzanares pasea las dos orejas tras una faena marcada por la cadencia y el pulso al sexto

Con más intención que lucimiento recibió Manzanares a un sexto que embistió de forma desigual al capote manseando posteriormente en el jaco. Manzanares buscó darle espacio y tiempo al sexto, pero este siempre venía haciendo hilo. Poco a poco el alicantino fue metiendo en el canasto a un animal medido de fuerzas y raza pero con fondo de nobleza. Pese a no humillar Josemari lo llevó siempre empapado de muleta no dejado así que este pensara. A zurdas su condición fue la de protestar si se le exigía, de ahí que el alicantino nunca se lo llevara tras la cadera y sí buscara el toreo en línea recta. Conforme avanzó la faena el animal ganó en fijeza y ritmo a derechas dejando ahí Manzanares los mejores pasajes de una obra que fue construyendo a base de paciencia, temple y conocimiento de los terrenos y las querencias del de Juan Pedro. Se sintió torero dentro y fuera de la cara del animal en un trasteo pausado y con fases de ese toreo que siempre caracterizó a este espada.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Jerez de la Frontera (Cádiz). Última de la Feria del Caballo. Corrida de toros. Más de tres cuartos de entrada.

Toros de Juan Pedro Domecq, medido en su raza el flojo y desigual primero; con movilidad y transmisión un segundo que sacó carbón en sus embestidas; falto de entrega un tercero que nunca quiso irse tras los vuelos

Morante de la Puebla, ovación y pitos.

Sebastián Castella, dos orejas y ovación.

José María Manzanares, silencio y dos orejas.

FOTOGALERÍA: TOROS JEREZ

Fotogaleria 9