Antonio Ferrera, Manuel Escribano y Jesús Enrique Colombo cerraban, este domingo, la Feria del Toro de Pamplona, lidiando el emblemático encierro de Miura.
Ferrera saca muletazos de mérito al grandón y noblón primero, de corto viaje
De 640 kilos era el “Estornino” primero, un número 51 de Miura castaño bragado corrido y codillero, nacido en diciembre de 2019, y primero del lote de Antonio Ferrera. No humilló en demasía el animal, imponente de altura y de volumen, en el capote de Antonio Ferrera, picándolo Jesús Vicente, embistiendo a media altura tanto en el peto como en el capote lidiador de Ángel Otero. Animal noblón, pero que no tenía motor; Antonio Ferrera lo probó por ambos lados y le sonsacó, de uno en uno, muletazos de mérito, y remates de serie con cierto garbo. Final de faena de porfía con el toro, y torero desplante ante su imponente estampa. Dejó una estocada contraria, después de que se le pusiese complicado a la hora de la suerte suprema el toro, andarín y sin dejar cuadrarse a Ferrera. No acertó con el descabello.
Escribano hace un esfuerzo con el sobrero segundo de Cebada Gago, manso y peligroso, tras partirse un pitón el titular
De 650 kilos era el cárdeno segundo, “Tahonero” de nombre”, primero del lote de Manuel Escribano, número 21 nacido en diciembre de 2019. Animal imponente, que se partió el pitón después de una emocionante portagayola de Escribano. Una lástima. Salió un sobrero de Cebada Gago, muy serio de estampa, mansurrón en los primeros tercios y con el que Escribano y Colombo compartieron un tercio de banderillas con conexión. Animal nada humillador, que salía con la cara por arriba en todo momento y con el que nada pudo hacer el torero de Gerena. Sólo pudo despacharlo con la espada con dignidad, siendo silenciado.
Oreja para Colombo tras una faena de raza al peligroso tercero
“Palmiteño” se llamaba el tercero, número 68, castaño bragado de capa, de 600 kilos, nacido en enero de 2020 y primero del lote de Jesús Enrique Colombo. Embestía rebrincado en el capote del venezolano, aunque humillaba. Israel de Pedro picó al animal, sin emplearse en el peto. Quitó por vistosas navarras Colombo, y pareó con riesgo y entrega al lado de Escribano. Al tendido fue el brindis del venezolano, que dejó un inicio de faena de domeño a un animal que cada vez se iba quedando más y más corto. Muy duro de mitad de faena en adelante, con el que tuvo que hacer un esfuerzo supremo por sacar muletazos limpios el joven, y lo consiguió. Al final, le metió la mano a la primera con una estocada algo contraria pero efectiva, y paseó una oreja.
Ferrera, toreo de dominio ante un cuarto cada vez con más sentido
El cuarto, segundo del lote de Antonio Ferrera, fue un toro de 620 kilos, cárdeno de capa, “Chirrino” de nombre, nacido en diciembre de 2019. No fue un animal fácil ya desde el tercio de varas, cuando el toro no humillaba y se quedaba muy corto también en el capote lidiador. Hubo detalles de dominio y de poder de Ferrera, que fue lo único que pudo hacer ante un animal a la defensiva, de viaje corto y que era muy difícil en su conjunto. Lo macheteó en el final de faena, y espada en mano dejó una estocada entera a la primera.
Escribano, oreja tras una entregada faena al soso quinto
“Dobladores” se llamaba el quinto, número 24, nacido en enero de 2020, cárdeno mulato, de 55 kilos, nacido en enero de 2020 y segundo del lote de Manuel Escribano, que quiso recibir en la puerta de chiqueros pero que el toro salió al hilo de tablas y no pudo. No obstante, le dio dos largas de rodillas en terrenos del tercio con gran calado arriba. Juan Peña picó a un toro al que dejó de lejos Escribano, y que tenía embestidas muy cambiantes en los primeros tercios. Se lo pasó por la espalda en el inicio de la faena, a pesar de la incierta embestida del animal. Que luego fue sosa, porque no transmitió nada un toro con el que tuvo que tirar de recursos tras intentar el toreo fundamental Manuel. Dejó un final de faena de arrestos, con manoletinas mirando al tendido, dejando una estocada entera y paseando una oreja.
Colombo y su entrega total, dos orejas del sexto
Cárdeno salpicado coletero llevaba por capa el sexto, último de la tarde y del lote de Jesús Enrique Colombo, número 65, nacido en febrero de 2020, de 645 kilos de peso y “Pandereto” de nombre. Se entregó tanto de capote como en las banderillas el venezolano, ante un toro que no humilló en el peto de Israel de Pedro y que cortaba palitroques en mano. Al tendido brindó Colombo, que se fue a los medios a citar al animal por la mano derecha en un inicio de faena pulcro. Lo cuidó en alturas Colombo, que dejó una obra con lógica e inteligencia, en la que exprimió al animal por la derecha, el mejor pitón, y sacó momentos de limpieza a pesar de un embroque en el que el de Miura soltaba la cara. De máxima apuesta las manoletinas del cierre de faena, con el animal sin humillar y a su aire, mirando a las tablas. La estocada hasta la bola, y efectiva, puso en sus manos las dos orejas.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Pamplona. Última de la Feria del Toro. Corrida de toros. Lleno.
Toros de Miura y uno, el segundo bis, de Cebada Gago. Grandón y noblón primero, de corto viaje; manso y peligroso el segundo bis; peligroso el tercero, que cada vez se quedaba más corto; cada vez con más sentido el cuarto; nada humillador el soso quinto; con prontitud pero con una compleja embestida la del sexto, que soltaba la cara.
Antonio Ferrera, silencio y silencio.
Manuel Escribano, silencio y oreja.
Jesús Enrique Colombo, oreja y dos orejas.
FOTOGALERÍA: EMILIO MÉNDEZ
