Se encerraba este domingo Manuel Escribano con seis toros de Miura en el cierre de la Feria de Abril en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, un gesto que sin duda le hace entrar en la historia del coso del Baratillo. Manuel encaró la encerrona toro a toro, sin pensar más allá del animal que tenía delante. Una tarde de gran compromiso que los aficionados vivieron con gran intensidad desde el principio. Pese a que la tarde se fue metiendo en una espiral de desencanto logró mostrarse resolutivo en sus seis astados. Seis animales de los cuales nada más que ‘Remontista’ sacó las virtudes que Manuel soñaba. Un sueño que pese a no verse cumplido debe dejar con muy buen sabor de boca a un torero que nunca acusó la tarde.
Ovación con saludos para Escribano con el primer Miura de la tarde
Tras saludar una ovación por parte de los aficionados que llenaban en más de tres cuartos los escaños de la Maestranza, Escribano lanceó con prestancia al alto y agalgado primero, un toro que embistió a media altura en el capote y que se entregó en el peto en dos varas tomadas con bravura. Un toro que en banderillas siempre se puso por delante y no dejó al sevillano desplegar al cien por cien esta suerte que tanto domina. Lo brindó al publico antes de citarlo en la larga distancia. Por ahí el toro vino por dentro y midiendo pese a arrancarse con alegría. Por el izquierdo fue macerado su embestida hasta sacarle una tanda al natural de mérito. Por ese pitón siempre le perdió pasos para poder ligar los pases. Volvió a la derecha pero ya el toro andaba orientado. Tras la estocada saludó una ovación desde el tercio.
Ovacionado Escribano con un segundo de amiura que nunca se empleó
No dio muchas más opciones el segundo de la tarde, un toro al que espero a portagayola el diestro de Gerena. Tras la larga en el tercio dejó un recibo a la verónica que caló una enormidad en los tendidos. Jugó bien los brazos para abrir la embestida de un toro que pese a no humillar si tuvo transmisión. Volvió a estar a buen nivel en banderillas llegando el astado a la muleta aún por definir. Manuel se la presentó siempre plana, jugando con las alturas para no obligar al astado. Un toro que por el lado derecho venía dormido mientras que a zurdas su embestida era desigual. Aguantó parones y miradas Escribano en un trasteo de gran firmeza. Le consiguió robar dos derechazos muy templados, los mejor de su actuación. Tras matar de una estocada caída saludó una ovación.
Silenciado Escribano con el deslucido tercero
Se protestó al tercero de la tarde por su justeza de fuerzas, un animal al que se le midió en varas en ambos puyazos. Lo más lucido vino en un tercio de banderillas en el que saludaron Chacón y Fernando Sánchez. El primero por una actuación de gran personalidad rehilertera, mientras que el segundo por un par muy torero y de gran compromiso debido a las complejidades del animal Ambos fueron invitados por un Escribano que se jugó la vida al acortarle el viaje el toro y golpearle en el pecho. Afortunadamente quedó en un susto. Nada pudo hacer salvo estar digno con un toro que tuvo nobleza pero que se fue orientando. Acertó en medir mucho los pases, ya que el animal los tenía contados. Tras pasaportar al toro fue silenciado.
Silenciado también Escribano con otro deslucido cuarto de Miura
Tampoco levantó vuelo la tarde en el cuarto capítulo pese a irse nuevamente a portagayola. El de Miura embistió con transmisión pero se quedó siempre en las zapatillas. Lo más destacado vino en el tercio de varas, ahí Manuel colocó al animal en la media y larga distancia. Tercio de varas en el que saldría ovacionado Juan Francisco Peña por una actuación torera y efectiva. Una faena que fue brindada a Morante de la Puebla pero que no tuvo eco en los tendidos. Anduvo decidido y centrado, pero el animal no le regaló ni una embestida decente. Toro que embistió a media altura y soltando la cara. Por el izquierdo le logró sacar una tanda estimable, la mejor de su labor, pero no hubo continuidad. Sonó un aviso y todo quedó en silencio.
Oreja tras petición de la segunda para Escribano con el interesante ‘Remontista’ quinto
La tarde se vino arriba en el quinto, un toro con nobleza de Miura que tuvo delante a un torero templado y con las ideas muy claras. Un astado al que se protestó por su justeza de fuerzas pero que sin embargo dio un buen juego en la muleta. Antes habían compartido tercio de banderillas Manuel Escribano y Fernando Sánchez; saludando este último tras un buen par. Tuvo nobleza ‘Remontista’ el cual pese a embestir rebrincado fue afianzándose. Lo toreó con las yemas un Escribano que volvió a dar un toque de atención en su plaza. Jugó con las alturas ante un astado que no estaba sobrado de motor. Lo quiso llevar largo en muletazos despaciosos, el de Miura tenía la virtud de la prontitud, la nobleza y el temple, algo que sin duda aprovechó el de Gerena para meterlo en el canasto. Tuvo que fajarse a zurdas, por ahí el toro venía más vencido. Faena inteligente y templada por la que se llegó a pedir el doble trofeo, no entregado por el palco tras una estocada baja a pesar de la petición. Gabriel Fernández Rey aguantó la bronca y dio suelta al sexto.
Silenciado Escribano con el aplomado y deslucido sexto
Se fue a la puerta dw chuqueros Escribano a recibir al sexto, un toro que embistió con nobleza y con el que Manuel estuvo templado en el recibo a la verónica. Un toro que acometió desde la media y la larga distancia al jaco en dos puyazos en los que no se le castigó en exceso. Ovacionado se fue Manuel Quinta por dos varas de gran ejecución. Se puso rodilla en tierra en la primera tanda, para mas tarde pulsear al astado en una serie de interés. Todo lo hizo sin brusquedad, sin muletazos a destiempo, todo a favor de obra. Por la izquierda los naturales fueron de uno en uno, siempre dándole los frentes al toro y llevándose al animal detrás de la cadera pese a que este se sentía más cómodo si se los hacía en línea recta. Sintió los muletazos ante un ejemplar de costosa embestida. Tras atascarse con los aceros sonó un aviso, saludando una gran ovación más allá del tercio.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Tres cuartos de entrada. Última de la Feria de Abril. Corrida de toros. Más de tres cuartos de entrada.
Toros de Miura, de corto de viaje y cara a media altura el agalgado abreplaza; con la raza medida el pasador y deslucido segundo; de escaso juego el parado y deslucido tercero; sin raza ni motor el deslucido cuarto; con franqueza, nobleza y prontitud el interesante quinto; falto de raza el costoso y agarrado al piso sexto.
Manuel Escribano, en solitario, ovación, ovación, silencio, silencio tras aviso, oreja y ovación.
INCIDENCIAS: Manuel Escribano fue ovacionado tras terminar el paseíllo. José Chacón y Fernando Sánchez saludaron en el tercero de la tarde, mientras que el propio Fernando Sánchez lo haría en el quinto. Juan Francisco Peña salio ovacionado en el cuarto de la tarde mientras que Manuel Quinta lo haría en el cierraplaza