Morante de la Puebla, Diego Urdiales y Juan Ortega cerraban, este miércoles, la Feria de San Pedro y San Pablo de Burgos en la tarde del 25 aniversario de alternativa de José Antonio, que tomó en esta ciudad de manos de César Rincón y en presencia de Fernando Cepeda. Se lidiaba un encierro de El Torero
Morante lo intenta con un primero que se quedó corto
De 480 kilos era el primero de la tarde, un animal de nombre “Bombardero” al que dejó un ramillete de verónicas airosas Morante rematado con una media. Y ese desplazamiento que tenía el animal en los primeros tercios no lo mostró en la muleta de José Antonio, que comenzó a quedarse más corto y a echar la cara arriba. Lo despachó de estocada baja y fue silenciado.
Urdiales, oreja del segundo
Con garbo fue el saludo capotero de Diego Urdiales a un segundo de 580 kilos. Fue atemperando la embestida del animal, aprovechando el ritmo que tenía y no obligando al astado para meterlo en su camino; consiguió conectar en la primera de las series, llegando con fuerza al tendido. La colocación perfecta y el toque preciso fueron ingredientes para que llegase arriba el embroque. Más arrebato en el final de obra, previo a una estocada casi entera que le valió la oreja.
Ovación tras petición para los momentos de toreo puro de Ortega al tercero
El tercero lo brindó Juan Ortega, tras los detalles veroniquiles del quite, a uno de sus partidarios. Fue un animal que parecía que iba a transmitir en los primeros compases y luego se vino a menos, y Juan Ortega, que intentó hacer el toreo puro, no llegó arriba. Dejó, eso sí, momentos aislados de mucho gusto, buscando y hallando la pureza de su concepto. Buenos fueron los doblones de final de faena antes de la estocada. Ovación tras petición.
Morante recibe una feísima voltereta por el cuarto, al que luego desoreja tras una obra de arrebato
Arrebatado fue el saludo capotero de Morante al cuarto, de 530 kilos, en el que combinó un farol de rodillas con verónicas y varias chicuelinas antes de la media de cierre. Fue un toro que pareció tener ritmo y embestir con humillación y nobleza en los primeros compases de la obra, pero cuando se empezó a parar, llegó a poner en compromiso a José Antonio, al que incluso lo desarmó en una de las series al pararse en medio del embroque. Ya sin música, siguió toreando por la mano diestra el cigarrero, y en ese instante, en uno de los desplantes, el toro hizo por él, propinándole una feísima voltereta en la que el diestro permaneció varios segundos bajo el animal. Tras ser auxiliado por los subalternos, que le quitaron rápido de encima al animal de El Torero, siguió toreando con entrega y más arrebato aún. Dejó una estocada y paseó el doble premio del animal entre el jolgorio y la alegría del tendido burgalés.
Urdiales, ovacionado con el deslucido quinto
Y Diego Urdiales volvió a sacar a relucir su gran concepto en el quinto en una obra larga a un toro con duración pero poca fuerza y clase de El Torero. Por ambas manos estructuró una obra en la que el toreo puro y los remates garbosos de serie, pero la nula condición del animal no posibilitó el triunfo. Ovación.
Ortega, ovacionado tras petición también en el sexto
También ovacionado tras petición resultó en el sexto Juan Ortega, otro toro al que le faltó el denominador común de la clase y con el que el sevillano hizo un esfuerzo. Estuvo más arrebatado que en su toro anterior, intentando buscar el calado en el tendido, llegar arriba más allá de la pureza de su concepto que sí mostró en su primero. Se pidió la oreja tras despenarlo con el acero, pero no llegó por parte del palco.
FICHA DEL FESTEJO
Coliseum Burgos. Quinta de la Feria de San Pedro y San Pablo. Corrida de toros. Más de tres cuartos de entrada.
Toros de El Torero.
Morante de la Puebla, silencio y dos orejas.
Diego Urdiales, oreja y ovación.
Juan Ortega, ovación y ovación tras aviso.
INCIDENCIAS: Tras el paseíllo, Morante fue homenajeado por su 25 aniversario de alternativa y Diego Urdiales por ser el triunfador de la anterior Feria.