MADRID

García Pulido se lleva el trofeo; Martínez y Navas mantienen intacto su crédito


domingo 25 junio, 2023

Llegó el verano a Madrid y se notó en la entrada y el público que asistió, más ocasional y turístico que aficionado, algo que condicionó la tarde, pues hubo faenas que merecieron una mejor valoración y se perdieron en la indiferencia. Al final, el premio lo cobró quién más empeño puso para conectar con el tendido.

García Pulido
García Pulido en la vuelta con la oreja. © Luis Sánchez Olmedo

Jorge Martínez, Guillermo García Pulido y Mario Navas hacían el paseíllo en la novillada de triunfadores en la plaza de toros de Las Ventas este domingo. Se lidiaban tres astados de Montealto y otros tres de Fuente Ymbro.

Ovación para el depurado concepto de Jorge Martínez ante el primero

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La suelta movilidad del primero impidió el lucimiento con el capote de Jorge Martínez, antes del despropósito en el caballo, no por pegarle demasiado, sino por hacerlo mal. Hizo bien el de Totana en hacerse con el toro por abajo con toreros doblones, para poner orden en esas embestidas tan indefinidas, aunque siempre intensas. Por lo so las series de derechazos tuvieron autoridad desde el cite hasta soltarlo atrás de la cadera, enérgicas, para evitar la colada. Incansable, el novillo se revolvía pronto, tanto que en la salida de una serie de naturales, Martínez se quedó para ligar el de pecho y el toro hizo por el sin dudarlo, propinándole una vontereta sin más consecuencia aparente que la taleguilla rota. Volvió Jorge a templar con mando por abajo al natural, sí que, al final, hubiera una sensación de rotundidad. Es cierto que hubo detalles de su deportado concepto, pero sin ser redondo.

Silencio para García Pulido con el encastado segundo

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Más temple en sus acometidas mostró el segundo, fijo y serio, que se arrancó al caballo con decisión en dos soberbios muyazos de Francisco de Borja que deletreó la suerte de picar. Con medida, además. En San isidro habría sido ovacionado fuertemente. Hoy, con mayoría de espectadores ocasionales y turistas, apenas lo valoraron. Aún así, el novillo llegó con poder a la muleta, pidiendo una autoridad que García Pulido tardó en encontrar. Por eso los primeros compases del último tercio transcurrieron entre coladas, desarmes y rectificaciones, imponiendo las condiciones el novillo. Fue de la segunda mitad en adelante cuando hubo muletazos más consistentes, como dos naturales vibrantes, que el novillo siguió con transmisión, pero la faena nunca remontó.

Mario Navas gusta con el desfondado tercero

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Mejor remate tuvo el tercero, un novillo serio al que le pudo faltar un punto de fuerza, pero ro que dejó ver su calidad en la muleta de un Mario Navas que, tras doblarse con el novillo, se encajó para torear tan despacio como pudo en series cortas. En sus muletazos primó la profundidad sobre la longitud del trazo, dejando derechazos soberanos, dando el pecho y rematados en la cadera. El novillos fue perdiendo gas y el vallisoletano lo toreó con excelencia de uno en uno al natural. Un trincherazo soberbio sirvió de rubrica antes de una estocada caída y efectiva.

La suavidad y el gusto de Martínez no llegó al tendido por la debilidad del cuarto

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Otra hechuras más armónicas mostró el primero de Montealto, bajo de agujas, rematado y tocadito por delante. Se movió con clase en las delicadas verónicas de Martínez y en las templadas gaoneras del quite de García Pulido, pero a la muleta llegó escaso de fuerza, por lo que exigirle un cuarto muletazo parecía excesivo. Así, el murciano lo toreó con una suavidad acorde con la clase del animal, sin afligir, con la muleta siempre muy templada y cites casi imperceptibles. La pena era que al toro le costaba repetir y así a la faena le costaba subir al tendido. No obstante, Jorge dejó muletazos de mucha calidad.

Oreja del quinto para un entregado García Pulido, que contó con el público de su parte

García Pulido
García Pulido en la vuelta con la oreja. © Luis Sánchez Olmedo

Apostó García Pulido con el quinto en la muleta, iniciando de rodillas en el tercio y cambiando la embestida por la espalda para llamar la atención. Pero, ya de pie, Guillermo aprovechó la humillada calidad del Montealto en dos series macizas de derechazos. Más recto lo toreó al natural, sobre todo después de haber tragado quina en una colada brutal del novillo que le quemó la barriga con el pitón. Volvió a subir el nivel con la mano derecha, ligando hasta siete muletazos en un palmo de terreno, con el novillo siguiendo las telas encastado. Tiró de raza el toledano para, al final, buscar la cercanía y con ello conectar con el público, que lo supo agradecer con los pañuelos tras la espada contraria.

Navas, por encima del manso y áspero sexto

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Tras devolverse el sexto por su falta de fuerza, el sobrero manseó deslucido en los primeros tercios, a pesar de la buena brega de Gómez Escorial. Así llegó descompuesto al último tercio, soltando la cara y dejando tornillazos en medio del viaje. Mario se dobló con él para encelarlo en la muleta y enseñarle a embestir, tragando tarascadas con valor sereno. Sin perder la compostura, Navas se plantó con firmeza en el sitio, de frente al natural con inteligencia, para reducir la longitud del muletazo y darle más sentido, ligando hasta tres de excelente corte. Repitió la dosis por derechazos y el novillo se afligió. Abrevió entonces el vallisoletano, que siempre estuvo por encima de la condición del animal. Falló con los aceros.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas. Novillada de triunfadores. Alrededor de un cuarto de entrada. Tarde soleada y calurosa.

Tres novillos de Fuente Ymbro (1º, 2º y 3º) y tres de Montealto (4º, 5º y 6º). Serios y bien hechos en sus diferentes hechuras. Movilidad y fondo sacó el primero; encastado y exigente el segundo; con clase pero a menos el tercero; de gran clase pero sin fuelle el cuarto; de humillada calidad el quinto; más parejos en sus buenas hechuras los tres de Montealto. Manso y áspero el sexto bis.

Jorge Martínez (obispo y oro): ovación tras aviso y ovación.

Guillermo García Pulido (blanco y plata): silencio tras aviso y oreja.

Mario Navas (azul añil y oro): ovación y silencio tras aviso.

Incidencias: Niño de Aravaca e Ismael González saludaron una ovación tras un buen tercio de banderillas al quinto.

FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO

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