Morante de la Puebla, Paco Ureña y Roca Rey trenzaban el paseíllo este 12 de septiembre en la plaza de toros de La Condomina de Murcia con casi lleno en los tendidos. Se lidiaba un encierro con el hierro de Núñez del Cuvillo. Con un minuto de silencio se inició el festejo por el carnicero fallecido en los corrales en la tarde de ayer.
Oreja a la torería de Morante, que pone empeño ante el soso primero de Cuvillo
De 505 kilos de peso era el primero de la tarde, animal que no se dejó con el capote a pesar de que se intentó estirar a la verónica Morante. Sin pena ni gloria pasó el tercio de varas, tras el que intentó ejecutar un quite José Antonio, pero tenía poca codicia y echaba la cara arriba el de Cuvillo. Cumplieron en banderillas Lili y Sánchez Araujo. Y, muleta en mano, Morante dejó perlas de torería y estuvo muy bien con un noble animal, que se desplazaba sin más por ambos lados. Tiró del soso astado, dejando un inicio de faena con unos ayudados con gracia, con esa expresión que le caracteriza. Y luego dejó series por el pitón derecho, siempre intentando alargar la embestida del animal. También anduvo bien a zurdas, dejando naturales de mucho sello. Dejó un pinchazo y una estocada tendida, suficiente para que cayese. Oreja.
El mejor Paco Ureña y su prodigiosa mano izquierda hacen rugir a La Condomina: desoreja al segundo
Salió con fuerza el segundo, al que dejó todo en un aguerrido saludo a la verónica, además de una media de buen trazo. Un puyazo recibió en el sitio por parte de Pedro Iturralde, tras el cual quitó por un sublime quite por chicuelinas del lorquino. Cumplieron en banderillas Agustín de Espartinas y Azuquita. Y dos orejas paseó Paco Ureña de un animal que brindó al cielo -suponemos que al carnicero fallecido- y al equipo médico. A destacar los estatuarios de inicio de faena, en un prólogo en el que Ureña siempre ha querido buscar la rotundidad y la conexión con el público. Ha intentado siempre hacerse con la embestida del de Cuvillo, animal noble pero que protestaba; y tras ello selló tandas rotundas por la mano derecha, siempre en el sitio e intentando torear puro. Al final de la faena, se metió entre los pitones, jugándosela a carta cabal. Tras pinchazo y estocada caída, cortó dos orejas.
Roca Rey sella una apabullante actuación con el mediocre tercero, al que le corta el rabo
Al terciado tercero lo saludo Roca Rey con un manojo de verónicas a pies juntos y una media de mucho poder. El animal flojeó en varas, y lo cuidó Andrés, quitando por chicuelinas rematadas por una media que llegó al tendido. Brindó al tendido el peruano y, en faena, encendió la mecha con los tendidos de sol, donde formó la mundial. El animal era pasador sin más, agarrado al piso y tardo por ocasiones. Pero si no embiste el toro, lo hace el torero, por eso le sacó tandas por ambos lados intentando llevar al astado largo y embebido en sus telas. Firmísimo siempre, con las zapatillas atornilladas en la arena, e hizo que embistiese el animal. Por circulares invertidos finiquitó obra. Tras un espadazo arriba, paseó dos orejas y rabo.
Bronca para Morante en el cuarto
Morante se llevó una bronca en el cuarto, un animal que salió parado. De capa melocotón, feo de hechuras, acapachado de cuerna. Echó la cara arriba y no se lució José Antonio con el capote; en banderillas tampoco hubo lucimiento y, muleta en mano, Morante tiró por la calle de en medio. Lo macheteó y lo despenó con el acero con varios pinchazos.
Ureña se impone al descastado quinto y pasea otro premio
El quinto fue un animal con 568 kilos de peso, con más peso que sus hermanos, al que saludó Paco Ureña a la verónica con lances de buen gusto, pero sin terminar de romper. Juan Melgar recetó el puyazo. Y mostró firmeza Paco Ureña con el animal, muy descastado, deslucido y soso, que iba y venía sin gracia. El murciano lo dio todo, intentó sacarle partido por ambos lados, en ocasiones robándole algún natural estimable. A destacar el inicio de faena, con la rodilla genuflexa. Se metió entre los pitones en el cierre de faena, con mucha garra. Pinchazo hondo del que cayó, y paseó una cariñosa oreja.
En el sexto, de nuevo Roca Rey puso La Condomina boca abajo, con otro animal noble pero sosote, al que tuvo que ponerle mucho como el resto de astados. Se desplazó más que sus hermanos en los primeros tercios, y en la muleta, con el material que tenía Roca Rey, de nuevo embistió el torero. En las primeras series llevó largo y embebido al animal por el pitón derecho, dándole mucho tiempo al astado entre serie y serie para que éste respirase; por la zurda dejó bellos naturales, y cuando se vino totalmente abajo, tiró de recursos, poniéndose entre los pitones, arrasando y arrollador. Al final de faena, ya con el de Cuvillo muy venido abajo se metió entre los pitones, mostrando su valor y su firmeza. Y dejó una estocada arriba, de efecto rápido, y paseó de nuevo el rabo del animal.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de La Condomina, Murcia. Tercera de Feria. Corrida de toros. Casi lleno.
Toros de Núñez del Cuvillo.
Morante de la Puebla, oreja y bronca.
Paco Ureña, dos orejas y oreja.
Roca Rey, dos orejas y rabo y dos orejas y rabo.
INFORMA: Fran Pérez – El Muletazo
