Miguel Ángel Perera y Emilio de Justo, mano a mano, trenzaban el paseíllo este domingo en la primera de abono de la Feria de la Magdalena, en la que se lidiaba un encierro con el hierro de Victorino Martín. El encierro fue noble, pero no tuvo transmisión salvo el bravo cuarto, al que pinchó una obra de genial trazo especialmente por la mano diestra Emilio de Justo; Perera también marró con el acero un premio frente a su segundo.
Perera consigue momentos templados por la derecha ante el noble primero de Victorino
El primero de la tarde fue un animal noble de condición, al que llevó templado y toreado Miguel Ángel Perera con la muleta, sacándole alguna tanda por el pitón derecho de bella factura, el mejor lado del astado herrado con la A Coronada. Finalmente, hubo leves palmas para el toreo y ovación para el torero. Antes, pudo estirarse en alguna verónica de buen trazo. Se desmonteró el banderillero Juan Sierra por su buena labor.
Ovacionado un firme De Justo tras robarle derechazos al serio y reponedor segundo de Victorino
Muy bien presentado también el segundo, un animal que cumplió bien en la única vara que tomó. Valiente y firme Emilio de Justo ante un animal que reponía mucho, sobre todo por la mano diestra. Animal con peligro al que le sacó muletazos con mérito. La estocada quedó caída, por lo que todo quedó en ovación con saludos para el torero y palmas para el toro en el arrastre.
Perera pincha los derechazos profundos al enclasado pero soso tercero de Victorino
Otro toro bien presentado fue el tercero, un animal con clase, nobleza y temple en la embestida, pero al que le faltó emoción: en definitiva, tuvo virtudes pero fue soso y no tuvo la transmisión que se espera del animal de Victorino. Perera anduvo bien con él, con muletazos largos y profundos, sobre todo por la mano diestra, pero pinchó arriba en el primer encuentro y dejo una media un tanto defectuosa. División para el toro en el arrastre y ovación con saludos para el extremeño.
De Justo lastra con el acero una importante faena al bravo cuarto de Victorino
Gran ovación escuchó, en el cuarto capítulo, un Emilio de Justo que le hizo frente a un animal bravo de Victorino, templado en su embestida y que, aunque le faltó un punto de transmisión, tuvo un tranco despacioso y que permitió el toreo del extremeño. Ya a la verónica pudo estirarse el torero cacereño y, muleta en mano, dejó muletazos profundos y relajados, incluso desmayado en algunos instantes de la obra por ambos lados. Perdió el triunfo con la espada, pinchando en cuatro ocasiones.
Perera, sin opciones ante la falta de fuerza del quinto
Perera se enfrentó a un quinto sin fuerza. En cuanto le obligaba un poco en la muleta, doblaba las manos, y el tendido se puso en contra del animal. No hubo transmisión: silencio para el torero y pitos en el arrastre para el animal.
De Justo se entrega ante otro imposible sexto
El último toro se vino a menos en la muleta, noble pero simplemente eso: le faltó el empuje final para que la obra tomase vuelo. A toda la corrida le faltó casta y emoción, además de ser justa de fuerza. Decepción de Victorino en el arranque de Feria.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Castellón. Primera de la Feria de la Magdalena. Corrida de toros. Más de media entrada.
Toros de Victorino Martín.
Miguel Ángel Perera, ovación, ovación y silencio.
Emilio de Justo, ovación, ovación y silencio.
FOTOS: JOSÉ JOAQUÍN DIAGO
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