De unos años hacia esta fecha uno de los toreros que mayor predicamento tiene entre el aficionado es Alberto Lamelas, el de Cortijos Nuevos (Jaén) ha sabido esperar su momento y no dejarse llevar por la desesperación de no verse anunciado en los carteles. Lamelas es un torero humilde, con los pies en el suelo, un espada al que no se le han caído los anillos por seguir trabajando de taxista, sabe que cada paso que da le acerca a su objetivo, pero no quiere atajos para llegar, lo quiere hacer con la cabeza alta y sabiendo que tanto sacrificio valió la pena.
La pandemia, como a Juan Ortega, le sirvió para meter cabeza en algunas plazas que dieron festejos en esos meses tan duros. Gracias a Antonio Tejero pudo continuar un camino que llevaba recorriendo tiempo atrás. En 2019 se fijaron un objetivo cuando unieron sus caminos, el tiempo les dio la razón, ahora toca tener esa chispa de suerte necesaria para poder redondearlo todo.
Un torero que siempre ha ligado su carrera a hierros de máxima exigencia, sin ir más lejos su alternativa vino de la mano del hierro jiennense de Araúz de Robles en Valdemoro en el año 2009 de manos de Javier Valverde y Eduardo Gallo. Más de cuatro años después confirmaría dicha alternativa en Las Ventas con una corrida de Montalvo, uno de los hierros más importantes del campo charro. Aquella tarde daría una vuelta al ruedo, la cual le abrió las puertas de Francia.
13 paseíllos sumó en un 2022 donde actuó en plazas tan relevantes como Arlés, Madrid, Vic-Fezensac, Teruel, Ceret, Mont de Marsan, Cenicientos o Pozoblanco, sin dudas un número importante de cosos en los que se acarteló con divisas como Cuillé, José Escolar, Cebada Gago, Victoriano del Río, Dolores Aguirre, Pedraza de Yeltes, Cuadri o Adolfo Martín. Año que le sirvió para seguir escalando gracias a las importantes actuaciones que tuvo en dichas plazas.
Un torero que se ha ganado seguir estando presentes en las ferias por todo lo que ha demostrado, el jiennense sabe que el camino no será fácil, que las ganaderías le exigirán estar al 120%, algo que, por otra parte, ya sabía cuándo se echó el petate de su carrera a la espalda para conseguir ese sueño que anhelaba desde chico. Ahora le toca a las empresas dar el paso adelante y llamar a su apoderado, muchas son las plazas que aún no ha pisado, por ello no va a cejar en el empeño de seguir demostrando a profesionales y aficionados que Alberto Lamelas ha venido para quedarse y no a verlas venir, para eso no hubiera salido del taxi.