Dentro de un San Isidro de gran nivel, hay varias ausencias que destacan por encima de otras. El rejoneador Diego Ventura no comparecerá por mayo en la primera plaza del mundo; tampoco lo hará el extremeño Miguel Ángel Perera, así como un Cayetano que no ha sido tenido en cuenta para acartelarse en este San Isidro. Una ausencia que parece no haber tenido eco por parte de los aficionados en redes sociales, que ha pasado de puntillas y que no ha cobrado tanta notoriedad como otras.
Gustos a parte, es un torero que debe tener su cabida en ferias de gran extensión, abonos donde caben todos los conceptos y en los que su inclusión no debería suponer un problema para esos toreros que buscan su sitio en el escalafón. De las cuatro plazas de primera que dan el pistoletazo de salida a la temporada, no está ni en Valencia por Fallas, ni en Arles por Pentecostés ni en Madrid por San Isidro. Sí estará en Sevilla en su ciclo continuado: será en plena semana de farolillos junto a Diego Urdiales y Emilio de Justo con la corrida de Hnos García Jiménez y Olga Jiménez.
Cayetano en Madrid
Cayetano, pese a no tener un currículum muy extenso en Las Ventas, sí ha tendido tardes interesantes en la que ha dejado patente su particular concepto del toreo. Un espada al que le corre la sangre torera por las venas; sin ir más lejos sus apellidos le delatan. Ya el día de su confirmación en Las Ventas tocó pelo y a punto estuvo de abrir la Puerta Grande con un sobrero de Victoriano del Río. Años después estuvo presente en la tarde de los quites, fue junto a Morante de la Puebla y Daniel Luque, un día para el recuerdo por lo allí realizado y en el que no se dejó llevar por ese tsunami de toreo. Otra de sus tardes más importantes vino en 2018, ha sido hasta la fecha su último paseíllo en Madrid, tarde en la que Cayetano cortó una oreja en una tarde en la que estuvo serio y templado.
Cierto es que no ha tenido una carrera extensa en Las Ventas, que quizás en sus actuaciones hubo cimas y simas, pero llama la atención que su ausencia no se haya cantado como la de otros compañeros con menor rédito que el en Madrid. Hoy pocos focos irán hacia su persona, un torero necesario para la Fiesta. Gustos o conceptos aparte, su inclusión en el serial no hubiera sido para echarse las manos a la cabeza.