Lo llaman cultura de la cancelación pero es incultura y censura y, como todo lo malo, “ha llegado para quedarse”, otra lacra.
La “cultura de la cancelación” bebe en lo políticamente correcto, hace de su capa un sayo con la libertad de expresión y silencia al disidente, con las redes sociales como aliadas necesarias.
El último ejemplo, Luis de La Fuente.
Al flamante seleccionador nacional de fútbol le está cayendo la del pulpo desde los foros tuiteros por su afición taurina, nada nuevo entre todos aquellos personajes públicos que no se esconden de ello. Ocurre que a ese ruido se ha sumado Finetwork, empresa de telefonía móvil que es una de las principales patrocinadoras de la Federación Española de Fútbol y cuyo logo aparece en la sudadera con la que De La Fuente llamaba, junto a otros rostros conocidos, a acudir ¡el pasado 10 de abril! a Las Ventas a la corrida en solitario (frustrada por la cogida del torero en su primer toro) de Emilio de Justo.
Pues bien, Finetwork, ante el ruido de los haters antitaturinos que inundan las redes, ha decidido dejar clara su posición. “nos desvinculamos de las palabras del seleccionador”, dicen en su comunicado, vía twitter faltaría más.
Un episodio más de una deriva censora que crece y crece, amparada por los medios de comunicación y determinados posicionamientos políticos y que resulta injustificable en un Estado de Derecho. Y ahí está la gran contradicción, pues muchos de quienes reclaman mayores libertades de todo tipo, desde las sexuales a las de religión o las estrictamente políticas (sic) y ya no digamos de derechos animales, son precisamente los más beligerante cuando de toros se trata.
De la Fuente aún no se ha pronunciado al respecto, tal vez no lo haga o vaya usted a saber. Pero los taurinos, desde los profesionales hasta los aficionados no deberíamos callar ante este nuevo atropello, aunque me temo- visto lo visto ahora y antes- que el silencio volverá a ser estruendoso.
Hoy, 16 de diciembre, cumpliría 120 años Rafael Alberti, poeta de la libertad, exiliado, comunista y taurino.
Los toros están en la obra de Alberti y también en su vida, que recoge el episodio de cuando hizo el paseíllo en la cuadrilla de su gran amigo Ignacio Sánchez Mejías en la plaza de Pontevedra, aunque luego el miedo- jocosamente reconocido por el poeta- le impidió salir del burladero.
Hoy, también, se cumplen 95 años del acto fundacional de la Generación del 27 a la que perteneció Alberti, como Lorca, Bergamín, Guillén, Gerardo Diego…nombres destacados de distintas disciplinas del arte y la cultura que se reconocían en la tauromaquia y la hicieron presente en su obra.
En memoria de todos ellos, por la cultura y la libertad, alcemos la voz y la palabra.