Por José Luis Algora y Julio Fernández, veterinarios
La lengua azul o fiebre catarral ovina es una enfermedad vírica, no contagiosa -los animales infectados no transmiten directamente la enfermedad a otros animales, sino a través de los insectos vectores-, que afecta a los rumiantes tanto domésticos como salvajes (afecta principalmente a ovinos además de bovinos, caprinos, cérvidos, bufálidos, antílopes y camélidos, entre otros). No afecta a los humanos. Se han identificado 24 serotipos del virus a nivel mundial, si bien en Europa sólo han sido detectados hasta el momento algunos de ellos (1, 2, 3, 4, 8, 9 y 16).
La especie ovina es la más afectada normalmente. Los signos más frecuentes incluyen fiebre, depresión, descarga nasal mucopurulenta, costras alrededor de los ollares, edema de la cabeza y el cuello, dificultad para respirar, y erosiones-ulceraciones en las membranas mucosas. La lengua puede estar cianótica en algunos casos, dando por ello el nombre a la enfermedad. En casos graves, puede provocar la muerte del animal afectado. El bovino y caprino no muestran normalmente ningún signo clínico de la enfermedad y pueden actuar como portadores.
La enfermedad se transmite por la picadura de ciertas especies de mosquitos del género Culicoides, mosquitos de pequeño tamaño, entre 2 y 3 mm, con patas muy cortas y alas con diseños de manchas claras y oscuras que permite identificarlos a nivel de especie, que no vuelan y son transportados por el viento. La gravedad de la enfermedad varía según la especie de mosquito presente en la zona y el serotipo del virus de la lengua azul. La infección del vector se produce siempre por la ingestión de sangre de un animal virémico, no transmitiéndose a sus huevos. Sin el vector, la enfermedad no puede transmitirse entre animales. La viremia en bovino puede alcanzar los 100 días, al cabo de los cuales, desaparece el virus del organismo.
La actividad del mosquito se interrumpe con el frío mantenido. La supervivencia al invierno se explica por la prolongada viremia en rumiantes infectados y porque en determinadas zonas con inviernos menos rigurosos, ciertas especies de mosquitos consiguen sobrevivir y llegan a la primavera.
Entre 1956 y 1960 la enfermedad tuvo una incursión en España y Portugal, y tras muchos años libre de la misma, reemergió en España en los años 2000 y 2003 en las Islas Baleares y en el 2004 en Andalucía. Desde entonces, el territorio peninsular español no se ha librado de la presencia del virus, que se fue extendiendo a otros territorios, aunque partes de Castilla y León, Aragón y la Comunidad Valenciana permanecen libres frente a esta enfermedad.
La vacunación previene la enfermedad clínica e interrumpe el ciclo del virus de la lengua azul en el medio ambiente. Las vacunas contra la lengua azul son específicas para cada serotipo.
El programa nacional de vigilancia, control y erradicación de la Lengua Azul (2024) se basa en cinco líneas de acción: 1) Vigilancia activa serológica y virológica, 2) Vigilancia pasiva clínica, 3) Vigilancia entomológica, 4) Vacunación obligatoria y voluntaria y 5) Control de movimientos.
Se podrán considerar zonas estacionalmente libres del virus de la lengua azul cuando se reúnan ciertas condiciones de bajas temperaturas que inactiven al vector, siempre y cuando no se haya detectado reactivación del vector en el programa de vigilancia entomológica.
La enfermedad se controla gracias a extensas campañas oficiales de vacunación con vacunas frente a los serotipos presentes en cada zona suspendida o zonas próximas a las mismas.
A comienzos de año teníamos zonas suspendidas por presencia de los serotipos 1 y 4 de la lengua azul en gran parte del territorio peninsular, donde los animales vacunados se podían mover libremente a otros territorios. Esta era la situación en diciembre de 2023:
Estas zonas suspendidas se ampliaron en 2024 con la entrada del serotipo 8, presente en Francia, en el noreste peninsular a partir de julio y Mallorca en septiembre. El serotipo 1, presente junto al 4 en Andalucía, apareció a finales de septiembre en la provincia de Cáceres, por lo que se establecieron nuevas zonas suspendidas frente a serotipos 1 y 4 en Extremadura, sur de la provincia de Salamanca, sur de Ávila, oeste de Madrid, oeste de Toledo y oeste de Ciudad Real, iniciándose la vacunación frente al serotipo 1 en dichas zonas. Hace dos semanas se detectaron focos en las provincias de Huelva y Badajoz del serotipo 3 de lengua azul, presente en Portugal, ante lo cual, el MAPA distribuyó vacuna frente al serotipo 3 iniciando las CCAA afectadas programas de vacunación.
Las medidas sanitarias adoptadas en las zonas afectadas por la entrada de nuevos serotipos, permiten el movimiento de bovinos a matadero y a lidia para muerte, siempre y cuando los vehículos de transporte estén previamente desinsectados, los animales estén tratados con repelentes sin periodo de espera para el consumo de la carne y la explotación de origen no tenga síntomas de lengua azul, de acuerdo con el protocolo sanitario establecido. Aunque en un principio no se permitían los retornos de animales no lidiados a la explotación de origen (sobreros, animales no aprobados en reconocimientos, suspensiones de festejos), parece que al final sí se aceptan.
El 10 de octubre se hizo pública la detección de dos focos de serotipo 8 de lengua azul en la provincia de Toledo. El mapa de situación actual frente a la lengua azul es el siguiente:
Es de esperar que se permita el movimiento de bovinos a lidia o sacrificio de las nuevas zonas suspendidas S1-S4-S8, como se hizo con las nuevas zonas S1-S3-S4, y que la temporada 2024 concluya con normalidad.
La vacunación frente a lengua azul, según prospecto de las diferentes vacunas, consiste en vacunación, revacunación a los 21 días y recuerdo anual. Los animales vacunados se pueden mover libremente transcurridos 10 días desde la aplicación de la segunda dosis, inmunidad que dura 12 meses, por lo que el recuerdo anual antes de que expire la inmunidad prorroga otros 12 meses dicha inmunidad frente al serotipo vacunado.
La situación sanitaria respecto a la lengua azul cambia por días. Los ganaderos de lidia de zonas suspendidas frente a la lengua azul, junto a sus veterinarios de explotación, que tienen que vacunar del serotipo o serotipos de lengua azul presente/s en su zona a todos los bovinos de más de 3 meses de su explotación, más los nuevos serotipos que se hayan incluido, más el serotipo 8 a aquellos animales que pudieran a exportar a Francia, andan de cabeza suspirando por una vacuna polivalente que incluya los cuatro serotipos presentes en España o los siete presentes en Europa más todos los presentes en África.