AL NATURAL

54 puestos para un relevo generacional: los graves problemas a los que se enfrenta Plaza 1


lunes 12 diciembre, 2022

La búsqueda del redondeo del serial tiene daños colaterales en los que la empresa deberá hilar muy fino para ser justa sin palmar dinero

Talavante Ventas
Talavante brindando en Las Ventas la tarde de su vuelta en Madrid el pasado San Isidro. © Luis Sánchez Olmedo

Que las tardes de ‘No hay billetes’ en Las Ventas hayan rondado la decena en los últimos tiempos no deja de ser sorprendente en la sociedad que vivimos y un logro para una empresa que se enfrenta ahora -cuatro temporadas hábiles después de llegar- al su segundo ‘mandato’ como gestora de la primera plaza del mundo. Así, en frío, y con los datos desnudos en la mano, lo conseguido es un triunfo sin paliativos para Plaza 1. Como debe ser: el empresario está para ganar dinero, y si no lo gana, perdemos todos, le digan lo que le digan. Las ideas utilizadas y las fórmulas puestas en marcha han dado su fruto, es verdad; el problema viene cuando analizamos qué han supuesto esas fórmulas para el relevo generacional necesario en un plantel de figuras que no va a durar para siempre.

La nueva fórmula de San Isidro va a incluir 23 festejos, pero dos de ellos van a ser de rejones y otros tres se darán en forma de novillada con picadores, lo que deja la cifra en 18 corridas de toros. Un total de 54 puestos posibles en el Mundial del Toreo. La feria que más huecos tiene para los toreros que más lo necesitan, es verdad, pero, aún así, existen problemas que provocan numerosos quebraderos de cabeza a los responsables de confeccionar los carteles. Porque, a la hora de la verdad, los 54 puestos son mentira. Hagamos las cuentas.

Los que van a tres tardes y los que que las quieren tener

Morante Ventas
Morante llegando a Las Ventas en la corrida de Beneficencia. © Luis Sánchez Olmedo

Son tres tardes las que van a comparecer en la feria toreros como Morante, El Juli, Alejandro Talavante, Roca Rey o Sebastián Castella, y las pretende un Emilio de Justo que las ganó con sangre el pasado año. Ya nos quedamos en 36, y no hemos hecho más que acomodar a 6 toreros. Habrá más que entiendan -y no les faltará razón- que deben estar tres tardes en el abono venteño, pero son los reflejados los que parece que tendrán una triple presencia en el ciclo de mayo. Luego está lo de El Cid, que regresa por sorpresa, sin que nadie lo llame y quiere un mano a mano con De Justo en la de Victorino y dos corridas más en la feria. Pero, ¿usted ha estado en una cueva los últimos cinco años…? Vamos a obviar esa posibilidad.

El grueso de la nómina de matadores que pretenden las dos tardes en el abono pertenecen a esa clase media alta que debe promocionarse a todos los niveles para que soporten sobre la espalda el peso de las taquillas cuando ya no estén los taquilleros. Porque, ¿le sorprendería a alguien que mañana dijese Morante que ya ha pasado bastante miedo? ¿O Juli, o el propio Talavante o Castella -aunque acaben de volver- pongan el punto y final a su trayectoria? Y, oiga, está muy bien que la promoción comience por Ángel Téllez y Francisco de Manuel, tal vez los más jóvenes y pujantes, junto a Tomás Rufo, de cuantos abrieron la Puerta Gande la pasada campaña, pero el mano a mano que está preparado para ellos nos ‘cuesta’ tres puestos más con sólo dos toreros añadidos al cartel. Y ya sólo contamos con 33 puestos.

Los que estarían dos según la justicia de las orejas -que jamás fue justa ni lo será-

Las Ventas
Andanadas de la plaza de toros de Las Ventas. © Luis Sánchez Olmedo

Serán, por tanto, dos tardes las que tengan nombres como los mencionados, Téllez y De Manuel. Pero también los Uceda, Paco Ureña, Álvaro Lorenzo, Javier Cortés, Román, Juan Leal, Curro Díaz, Ángel Sánchez, Gómez del Pilar o Rafaelillo, por ejemplo, pasearon orejas el pasado año por el ruedo grande y, por tanto, deberían regresar. Pero sin olvidar a los clásicos de grandes actuaciones, aún sin trofeos, como Robleño, Daniel Luque y Urdiales o Morenito -con la de Samuel-, o los ausentes el pasado año por esperar una ocasión mejor, caso de Miguel Ángel Perera o el propio Cid, cuya entrada una tarde en el abono no le extrañaría a nadie -pero no tres-. Si suman, se darán cuenta de que nos hemos quedado sin puestos.

Y ahora ya me contarán qué hacemos con los Juan Ortega, Pablo Aguado, David Galván, Colombo, Escribano, el propio Ferrera, Joaquín Galdós, José Garrido, Adrián de Torres, López Simón, Esaú o Isaac Fonseca -cuyo puesto está asegurado por exigir el pliego una confirmación de alternativa el primer día de feria y otra el 15 de mayo, quizá la de Borja Jiménez o Rafa Serna-. La feria necesitaría una semana más para dar acomodo a todos los que deben estar, pero si la tuviera, habría quien pediría cuatro tardes.

Pero hay presencias necesarias, promociones necesarias, contratos imprescindibles y actitudes destinadas a encaminar el futuro y no tanto a satisfacer al presente, porque si no lo hacemos así -empresarialmente, incluso- no quedará futuro que salvaguardar. Y lo deberían saber todos los que entran en ese despacho.