Aún siguen coleando las declaraciones vertidas sobre Daniel Luque por parte del matador de toros peruano Andrés Roca Rey. Un espada que se desahogó en las páginas de ABC en una completa entrevista realizada por Rosario Pérez. En ésta, Andrés sacó a relucir su malestar con un compañero como Luque, un torero con el que hay cierta tirantez y no precisamente buena sintonía. Un malestar que se debe a la actitud del torero de Gerena hacia su círculo más íntimo, algo que ha provocado la negativa del torero nacido en Lima a torear con Daniel.
De momento, únicamente se conoce una versión de la historia, por lo tanto, no sabemos si ha sido un malentendido entre ambos o si de verdad Daniel ha sobrepasado la raya. Sea como fuere, ese malestar no debe perjudicar a una afición que exige a ambos toreros que den un paso adelante y se midan juntos en el ruedo. El que pasa por taquilla no entra a valorar como se lleven los toreros fuera de ruedo, únicamente valoran aquello que se hace delante de los animales, de ahí que no entiendan que un enfado o malestar pueda llevar a dejar sin ver juntos a dos de los toreros del momento.
En 2022 únicamente hicieron el paseíllo juntos una tarde: fue en la plaza de toros de El Puerto de Santa María con una corrida de Núñez del Cuvillo y para este año los rumores hablan de un posible encontronazo en Huelva por Colombinas, pero poco más. Una noticia que ya avanzó nuestro compañero Jesús Bayort en ABC de Sevilla, y que de cristalizarse sería una de las noticias del verano. Pero no puede quedar únicamente ahí: debe repetirse en más plazas, porque de no hacerse el que saldría perdiendo sería el aficionado.
Aquella tarde de El Puerto acabó con un incontestable triunfo del de Gerena en un festejo donde Andrés se fue de vacío al igual que un Morante de la Puebla sin suerte en el sorteo. Dos orejas pasearía Luque ante el único toro potable de una decepcionante corrida de Cuvillo, un ‘Rescoldito’ premiado con la vuelta al ruedo que sirvió para que el sevillano se llevase el único envite del año ante el torero nacido en Lima.
Ahora toca que aquel que ha puesto un palo en la rueda no esconda la cabeza debajo del ala y den el ok para resolver este entuerto, ese que está privando al aficionado de ver aquello que exige. Atrás quedan enfrentamientos como los de Paco Camino y Palomo Linares, El Soro y Manzanares o Ponce y Joselito, una serie de toreros que aun teniendo una relación de tirantez, no le negaban al aficionado la posibilidad de verlos rivalizar en la plaza como auténticos gallos de pelea. Aún quedan ferias por anunciarse, plazas de relevancia donde un triunfo en ellas te da un estatus de figura.
Daniel y Andrés saben que esta situación no se puede alargar mucho más en el tiempo, la presión en el cogote de los aficionados es cada vez más fuerte, de ahí que antes o después esa barrera que los separa se rompa. De no ser así no solo perderá la tauromaquia, sino dos toreros grandiosos que por una serie de comentarios y comportamientos están perjudicándose a sí mismos. Aquí no es cuestión de quien lleve o no la razón, eso tanto a la afición como a este que les escribe le importa poco o nada, aquí lo verdaderamente relevante es que por egos y otras cuestiones le están faltando el respeto a una profesión que, como figuras, les exige un compromiso que lleva obviando desde hace tiempo.
Plazas como Sevilla, Madrid, Bilbao o Pamplona aún no les han visto rivalizar juntos en un mismo cartel; sin embargo, otras como Dax, El Puerto de Santa María, Zamora o Aranjuez si les vieron pugnar entre ellos en tardes donde pudieron sacar lo mejor de su tauromaquia, por ello, aún no se entiende que únicamente se hubieran acartelado juntos una vez desde el comienzo de la temporada de 2022. Por lo tanto, ya es hora de recoger el guante de una afición que les exige que rivalicen en el ruedo por ver quien es el verdadero gallo del corral.