Hace unos días tuvieron lugar en Moraleja (Cáceres) unas jornadas que trataban de buscar «soluciones» a la situación de las ganaderías de reses bravas tras la pandemia. Estas jornadas estaban organizadas por la Diputación Provincial de Cáceres, a través de su Área de Reto Demográfico, Desarrollo Sostenible, Juventud y Turismo. Tras debatir y buscar soluciones sobre esta problemática que tanto afecta a los ganaderos de bravo pusieron rumbo a la fincas ‘Las Tiesas‘ propiedad de Victorino Martín, para conocer la camada de próximo año de la divisa de la A Coronada.
Pero el toro bravo es imprevisible, y pese a ser un animal aparentemente dócil en el campo, nada es lo que parece. Durante la visita a los toros de saca de la casa, uno de los animales de la camada se arrancaba hasta el vehículo de transporte que llevaba a los invitados, propiciando un momento de tensión y cierto susto. El vídeo lo publicó en Instagram la propia ganadería.
Una tranquilidad del toro bravo en el campo que engaña: para muestra, este ‘victorino’
Las reses bravas suelen ser animales tranquilos cuando se encuentran a campo abierto. La mayor parte de las veces no atacan, pero esto puede cambiar si nos encontramos ante un ejemplar que acaba de participar en una pelea. Cuando los toros pugnan entre ellos por razones como el territorio -algo que hacen con relativa frecuencia- se convierten en peligrosos para las personas, puesto que con la adrenalina y los nervios de la contienda aún en sus cuerpos, no dudan en arremeter contra aquel que se le acerque.
Por ello hay que tener mucho cuidado cuando hay un toro bravo a corta distancia, ya que su aparente nobleza puede hacer confiarnos y que el percance llegue. Por suerte los invitados iban en un remolque que les protegía de los animales.
El cambio de temperatura o de tiempo altera a los toros bravos: ¿Fue esa la razón que hizo que este toro estuviese ‘caliente’?
El campo bravo por tanto es imprevisible, porque allí el toro bravo es el dueño de su territorio. Normalmente suele avisar antes de arrancarse, de ahí que se diga aquello de que ‘el toro bravo nunca miente’: éste avisa cuando te metes en su terreno. Eso sí, cuando se trata de una pelea entre animales bravos no hay avisos que valgan. La lucha por el poder y la jerarquía dentro de la camada mandan.
El cambio de temperatura o de tiempo altera mucho a los animales; Tener a las hembras cerca también les excita hasta el punto de pelearse con sus hermanos de cercado pese a tener vallado delante. Dentro del ganado bravo existen hierros más ‘calientes’ -como se llama en tono coloquial al toro bravo alterado- que otros, unos con un manejo más fácil y otras con ejemplares de difícil trato. Enen el campo es importantísimo conocer a los animales, su querencias, su carácter, sino pueden ocurrir sustos de difícil arreglo.
