ENTREVISTA

Inma Vílchez, la cantante que se enfrenta al animalismo, comenzará su adiós de la música en Las Ventas: «Me dejaré el alma»


miércoles 5 enero, 2022

La cantante jiennense Inma Vílchez se despedirá de la música debutando en Las Ventas el próximo 12 de febrero. Hoy, es protagonista en una entrevista en Cultoro, donde hace sus confesiones taurinas: "Mi afición la creó Curro Romero".

Inma Vilchez
Inma Vílchez, en la plaza de toros de Jaén. © Instagram

Se dejará «el alma» el próximo día 12 de febrero en el que es el templo del toreo, Las Ventas. Inma Vílchez comenzará su despedida de la música dentro de un mes en la primera plaza del mundo, la que le da la vida, la que le da el aliento para seguir cantando y ofreciendo sus versos a los aficionados a los toros. Por ellos y por el mundo cinegético -del que también es una apasionada- canta y vive una jiennense que lleva siete años en activo. No tiene miedo ni al animalismo radical -al que incluso ha plantado cara en los juzgados ante las amenazas de muerte recibidas en redes socialesni a los ataques recibidos por éste. Y cree, además, que la mejor defensa de la Fiesta es enseñarla: reconoce que hay aficionados a su música que no conocían la tauromaquia y que se han acercado a ella gracias a sus letras. Por ahí empieza todo, por la didáctica. Entrevistamos a Inma Vílchez.

Inma Vilchez Toros
Inma Vílchez, durante una reciente grabación. © Instagram

PREGUNTA- En primer lugar, ¿qué siente tu interior ante una cita como la de Las Ventas el próximo 12 de febrero?

RESPUESTA- La verdad es que la primera impresión al escuchar la palabra Ventas fue de miedo, de pánico total, por estar hablando del templo del toreo. Conforme ha ido pasando el tiempo, y he ido escribiendo mis canciones, me lo he tomado como algo personal, porque estaré cantándole a lo que yo quiero. Iré, haré lo que sé y me dejaré el alma allí. Surgió porque este tercer disco ha tardado mucho en salir, ya que es el último que voy a escribir en mi vida y, además, es el más taurino de los tres. En algún momento se me pasó por la cabeza estrenarlo en la primera plaza del mundo, pero lo veía algo muy lejano. Un día, hablando con Carlos Ochoa, estuve estudiando la posibilidad de hacerlo en el ruedo de Las Ventas y, cuando dije de ir hacia adelante, no había ya otra posibilidad. Las Ventas me da hasta miedo, pero voy a cantar; lo que no me quiero ni imaginar es lo que siente un torero cuando va a torear. Nunca he estado en un lugar tan singular ni tan icónico. Es el templo por excelencia para el mundo del toro.

Este tercer trabajo de tu carrera, ¿cómo es?

Presento el disco, pero es una despedida: es una forma de decir adiós y quería que fuese especial. En los tres que he realizado, creo que no tengo tabúes de ningún tipo, pero en este muchos menos. No soy políticamente correcta. Llegado este momento, y queriéndome retirar de la música, tenía que cantarle a lo que siento de verdad.  

¿A quién le dedicas letras?

A muchas figuras del toreo. Es al trabajo que más ilusión le he puesto. Los anteriores temas iban por sevillanas y ahora canto incluso por tangos y por tanguillos. También le canto a la montería, porque soy cazadora, y creo que el disco es el más directo que he hecho.

¿Qué toreros aparecen en él?

Aparecen Morante, la despedida de Padilla, Gonzalo Caballero, Ortega Cano, Morenito de Aranda… todos los toreros en general. La primera de las cuatro letras va dedicada al paseíllo: desde los monosabios, hasta los mulilleros, hasta los areneros, y al rey, que es el toro. Quería hacerle un guiño a toda la gente que hay alrededor. A los banderilleros, a los picadores, a la suerte de varas… es una cosita que tengo clavada, para que todo el mundo sienta que se le ha cantado.

¿Es la despedida definitiva de Inma Vílchez?

En principio, sí. El mundo del toro es el más bonito que he conocido, pero el mundo de la música no, es difícil. He conocido a gente muy mala. No es mi sitio. Nunca he querido ser cantante.

«Me gusta el toreo de Morante, pero no me considero morantista»

Inma Vilchez Morante
Inma Vílchez, en una actuación. © Instagram.

¿Cómo surgió tu afición por el mundo del toro?

Mi afición surge desde pequeña. Tanto mi padre como mi abuelo son súper taurinos. Cuando tenía cuatro o cinco años, me recogían del colegio para llevarme a ver los toros por la tarde. A raíz de ir mucho al campo y de ir a los tentaderos, que es de donde de verdad nace la afición,

¿Y por la canción? ¿Cuándo supo Inma Vílchez por vez primera que iba a ser parte de su vida?

En un principio no tenía intención de que fuese parte de mi vida. Me enganché al mundo del toro desde niña, y lo que estaba escribiendo era un libro porque soy muy aficionada a la poesía. Yo quería cerrar con una poesía mi vida taurina, y de ahí salió “De taurinas maneras”; un día pensé que quizá se podía cantar, se lo canté a un amigo en el Camino del Rocío, y ahí surgió todo. Nunca pensé que esto iba a ser parte de mi vida. Pero te puedo decir que hay gente a la que no le gustan los toros, porque no los conocen, que viene a decirme que ha entendido mucho más este espectáculo a raíz de escucharme cantar. Y siento mucho orgullo de haberlo conseguido.

¿Qué torero y ganadería son tus favoritos? ¿Cuáles te inspiran especialmente?

Es verdad que me gusta el toreo que hace Morante, aunque no me considero para nada morantista, porque no lo sigo solamente a él. No soy una mujer solamente de toreo de arte. Pasa nada. He llorado viendo a Escribano con un Miura también. En cuanto a hierros, cada torero necesita una ganadería, expresa su arte con una ganadería concreta, y si tengo que decantarme por alguna, me definiré con el encaste Domecq, pero también me gusta Miura o Victorino. ¿De toreros? He visto muy poco torear a Curro Romero, por mi edad, pero mi padre es muy currista, y tenemos cintas de vídeo antiguas y es verdad que, si me tengo que decantar por algo, es por ser currista. Mi afición al mundo del toro la creó Curro Romero.

¿Y plaza? ¿Con cuál sueña Inma Vílchez?

Mi plaza es Madrid. Es la que más tardes buenas me ha dado. Me gusta su respeto y su afición. Y luego tengo una cosa con la plaza de Olivenza. Voy todos los años, es la primera feria, la pillamos con ganas, tengo muchísimo vínculo con esa plaza.

¿Qué crees que falla en el mundo del toro para que la verdad y realidad ecológica y artística de éste se transmita íntegramente a toda la sociedad?

Principalmente el desconocimiento. Pienso que, desde la educación del colegio, se debería enseñar el mundo rural. Hay niños que piensan que los huevos los fabrica el supermercado directamente. Pienso que los medios de comunicación no nos dan el espacio que los merecemos: pones la televisión y hay una barbaridad de programas del corazón, musicales y de otra temática, y del mundo del toro podemos contarlos con los dedos de una mano y nos sobran bastantes, además del poco tiempo que nos dan en los que hay. Y creo que en el mundo del toro, respecto a lo que el torero y el toro se refiere, los tiempos van cambiando, nos tenemos que adaptar a todo, a lo que nos viene, porque es renovarse o morir. Y quizá falte un poco del tú a tú con la gente joven. De hecho, te puedo decir que he visto la reaparición de Gonzalo Caballero y me impresionó la cantidad de gente joven que mueve Gonzalo y estoy segura que es por la cercanía que él tiene con la gente joven, por ejemplo de un simple paseo hasta la plaza. Es verdad que pierde un poco el misterio que ha guardado toda la vida la figura del torero, pero debemos renovarnos en ese aspecto un poco.