Los bellos gestos que Ferrera y Perera tuvieron hacia Emilio de Justo


lunes 2 mayo, 2022



Ferrera Perera
Paseíllo de Ferrera y Perera. © Arjona - Pagés

Este año en Sevilla los brindis de los toreros en la plaza están adquiriendo, por distintas razones, una dimensión que pocas veces se le ha dado a este gesto, siempre potenciado por la popularidad del personaje que recibe este privilegio. Sin embargo, este guiño de admiración, reconocimiento, cariño o agradecimiento no debería pasar de lo anecdótico, sobre todo cuando lo importante en una plaza de toros está en lo que sucede entre toro y torero en la arena.

No obstante, cuando los focos del «sanedrín» taurino y de la jaula de grillos en la que se convierten las redes sociales se centran en si debió Joaquín (el futbolista que acaba de coronarse campeón de la Copa del Rey con el Betis y, además, reconocido aficionado a los toros) saltar a la arena para recibir un sentido brindis de Antonio Ferrera, pocos exaltan el bonito detalle que, tanto Ferrera, como Miguel Ángel Perera tuvieron con el que debería ser su compañero de terna la tarde del sábado pasado, Emilio de Justo.

Ambos diestros extremeños, en un gesto torero que les honra, quisieron presentar su respeto ante el diestro herido en Madrid. Igual que lo hizo el sobresaliente Álvaro de la Calle en el toro inmediatamente posterior al del percance en Las Ventas, cuando entre una ovación cerrada de la plaza madrileña se acercó a la puerta de la enfermería y sin mediar palabra dejó la montera ahí, sobre las tablas.

En esta ocasión y, seguros de que Emilio les estaría viendo y oyendo por televisión, ambos diestros se acercaron a los micrófonos para recordarle y desear su pronta recuperación. El primero en hacerlo fue Antonio Ferrera, quien quiso «dedicar la lidia de este toro a un compañero, un amigo, Emilio de Justo, que no hace mucho en este mismo ruedo escribió una página muy importante en la tauromaquia. Y no hace mucho, tampoco, escribió una página muy importante para la tauromaquia en Madrid, donde tuvo un grave percance. Te mando un abrazo y espero que pronto estés con nosotros en el ruedo. ¡Va por ti!».

Por su parte, Miguel Ángel Perera envió el siguiente mensaje: «Quiero brindar la muerte de este toro a mi compañero Emilio de Justo, tenía que estar hoy aquí con nosotros, pero le ha tocado vivir la cara amarga del toreo. Pero la gloria se la ha ganado y le espera. Así que, que se recupere bien, que es lo importante, y que pronto esté con nosotros. ¡Va por él!».

Está claro que lo mediático es hablar de Ferrera y Joaquín, es lo que vende, pero lo que enternece, lo admirable, es que hombres que se juegan la vida, los que sufren en sus carnes los disgustos que dan los toros (no olvidemos que Ferrera está cocido a cornadas y que Perera salió en ambulancia esa misma tarde de Sevilla), se olvidan por un momento de la competencia, de su rival en la arena, para acordarse del compañero que está pasando un mal rato. Esos son los valores que se deben transmitir, lo que debería estar en boca de todos, lo que nos hace mejores. Lo demás, es intrascendente.