Tras la tarde vivida el pasado Domingo de Ramos en Las Ventas por parte del torero salmantino Álvaro de la Calle, que aquel día actuaba de sobresaliente y tuvo que lidiar cinco toros por la cogida de Emilio de Justo, se abría un abanico de posibilidades para un diestro que se echó el festejo a la espalda para afrontar con suma responsabilidad la encerrona en la primera plaza del mundo. El torero charro pasó de actor secundario a protagonista tras arrastrar las mulillas al abreplaza cárdeno de Pallarés.
Se esperaba un gesto por parte de la empresa, una puerta abierta para que un torero de la honradez de Álvaro de la Calle tuviera un premio más allá de seguir entrado como sobresaliente en encerronas o manos a manos, pero de momento tendrá que conformarse con volver a ocupar un puesto secundario el día que Paco Ureña lidie en solitario seis toros en Madrid. Por plazos en el pliego, de momento no se puede hablar de los festejos de verano en Las Ventas, de ahí que se le haya dado el ‘premio’ de ser sobresaliente en la encerrona del torero murciano el día 21 de mayo.
Volverá por tanto a trenzar el paseíllo en esa jornada en la primera plaza del mundo la tarde en la que el murciano tendrá seis balas para volver a dar un golpe en la mesa que mueva las fichas del tablero. Para tal cita se han elegido astados de El Puerto de San Lorenzo, Garcigrande, Adolfo Martín, Luis Algarra, José Vázquez y Juan Pedro Domecq, seis divisas de sobrada y contrastada trayectoria. Por tanto, Ureña tendrá a Álvaro de la Calle como escudero en una tarde de compromiso, premiando así su tarde del pasado 10 de marzo en un nuevo paseíllo en Madrid. Conociendo a Paco la cosa no se quedará ahí, a buen seguro tendrá un detalle con el salamantino y dejará que entre en algún quite.
Recordamos que, según la categoría de la plaza, en un coso de primera categoría el sueldo mínimo es de 3.942 euros para un sobresaliente como Álvaro de la Calle.
¿Una ovación tras el paseíllo para Paco Ureña y Álvaro de la Calle?
Conociendo a la afición de Madrid no cabe duda que le dará una ovación cerrada a un sobresaliente que dignificó su profesión ante cinco toros que le hicieron sacar todo lo que llevaba dentro. El triunfo no llegó, tampoco debía exigírsele eso, pues el triunfo más grande que obtuvo De la Calle fue el cariño y el reconocimiento de una plaza que empatizó con un torero que nunca tiró la toalla ni se dejó llevar por el desencanto. El que creyera que un sobresaliente estaría al nivel de una figura del toreo se equivoca: son dos mundos tan paralelos como diferentes, de ahí que su vuelta a Madrid deba ser tenida en cuenta por el próximo gerente de la primera plaza del mundo.
Quizás es ir demasiado lejos pedir que alguna de las sustituciones del extremeño recayera en el salmantino, pero sí sería de justicia que entrara en algún cartel de ese verano madrileño donde se suele premiar a aquel que triunfa durante los festejos celebrados a mitad de temporada. Ese premio que también le ha llegado en forma de contrato para el próximo domingo en Alba de Tornes en el festejo en el que actuarán en mano a mano Alejandro Marcos y Tomás Rufo con la corrida de Garcigrande. Todo festejo suma y De la Calle sabe que este camino no es menos importante que otro y en el cual se siente importante, valorado y reconocido.
De la Calle, un salmantino luchador que sigue peleando por un hueco en la Fiesta
Esta es la historia de un salmantino que sigue peleando por seguir viviendo del toreo, de no ser como matador asiduo en las ferias su en su papel de sobresaliente. Su máxima virtud es la capacidad por no perder la ilusión, esa llama que sigue encendida pese a las adversidades. Mentalmente está perfecto, de no ser así la tarde del pasado domingo 10 de marzo le hubiera empequeñecido como le paso a otros tantos. Veremos si como dijimos antes algún empresario tenga la valentía de darle una oportunidad, esa que ya se había ganado hace años en Gijón cuando cortó una oreja a un toro de La Quinta de vuelta al ruedo en una tarde en la que Antonio Ferrera y Javier Castaño sufrieron sendos percances que los dejaron fuera de juego. Una tarde de grandes emociones en las que ambos toreros salieron tras la actuación del salmantino para volver a dar la cara.
