MADRID

Adrián de Torres redefine con un Cuadri la expresión ‘jugarse la vida’


domingo 2 abril, 2023

Los silencios de Esaú Fernández y Gómez del Pilar esconden capacidad para despachar una corrida que tuvo un interesante segundo de Palarés

Adrián De Torres (1)
Adrián de Torres en Las Ventas. © Luis Sánchez Olmedo

Finalmente, tras la polémica por el rechazo de los toros de Los Maños, el desafío ganadero del Domingo de Ramos en Madrid ha quedado compuesto por tres toros de Pallarés (1º, 2º y 3º) y otros tres de Cuadri (4º, 5º y 6º), para un cartel compuesto por Esaú Fernández, Adrián de Torres y Gómez del Pilar.

Asoma el pañuelo verde en el primero de la tarde

Apretado de carnes, corto de lomo y el perfil escaso lucía el primero, de Pallarés, que humilló con largura en un capote, el de Esaú, que se vio descompuesto y bandeado por un viento inmisericorde que arruinó el recibo bienintencionado. Leña llevó el de Pallarés en un primer puyazo trasero, con el que se intensificaron las protestas en el tendido. A la salida del segundo, un buen puyazo, medido y sin saña, el toro perdió las manos y el público la paciencia. Otras dos veces blandeó en banderillas y el pañuelo verde asomó en la presidencia. Le sustituye un sobrero de Martín Lorca.

Esaú despliega capacidad con un búfalo sobrero de medio muletazo

Nada más que 590 kilos pesaba el sobrero de Martín Lorca que sustituyó al de Pallarés, un bufalote amplio por todas partes que humilló sin entrega en un saludo bien compuesto de Esaú. Tan sin entrega que salió suelto tras el remate de la media. Sí la tuvo en una desaforada primera arrancada al caballo, en la que se llevó un gran puyazo. Trasero se fue el palo en un segundo encuentro muy provocado y en el que perdió el animal arrancadas mientras los custodios de la fe imprecaban al picador. A Victoriano del Río fue el primer brindis de la tarde, abtes de irse con decisión a perderle pasos y meter en ritmo a un animal al que no le sobraba el fuelle. Tenía el toro un gran primer tramo de muletazo, pero le costaba mantener la humillación del embroque hacia adelante, lo que hacía incomodísimo ligar sin que el tendido apreciase complicación alguna. Buscó entonces el sevillano conquistarle el terreno al toro, quedarse en el terreno que podía servirle para demostrar su intención, pero las protestas de los que no gustan de esa forma de interpretar volvieron a privar de ella a los que sí aplaudían. Eso es Madrid. Con la espada no acertó Esaú a la primera, y una estocada corta y tendida al segundo intento no dio para trofeo alguno.

Los altibajos de Adrián de Torres dejan en silencio la faena al exigente segundo

Tampoco el segundo de Pallarés era nadie por delante, y las palmas de tango acompañaron su salida. Esté sí humilló, pero en arrancadas de una en una que no permitieron brillar con el percal a Adrián de Torres. Muy largo lo puso en el primer encuentro, pero se arrancó regateando y demostrando más acometividad que fijeza en el penco. Por chicuelinas firmó el quite Gómez del Pilar, con dos y una serpentina que sirvieron para llamar la atención sin comprometer demasiado. El compromiso lo asumió Adrián, que replicó con el capote a la espalda, los pies enterrados y el cuerpo en el camino del tren. Sin inmutarse. Mientras, Curro Javier se entretenía en ofrecer un recital de temple en la brega, por mucho que el bicho le negase la arrancada. Tremendo. Al público se fue el brindis y al toro los frentes, con medio compás abierto y el trapo en la zurda, dispuesto a tragar por el pitón menos bueno y enseñar su pasta. Fue después, con la muleta en la diestra y el toro metido en el trapo, cuando sonaron los olés más profundos, aunque se fuera al limbo la intención del animal y se negara a embestir más. Sólo en una tanda, sólida y arenera con la mano izquierda, donde le tragó Adrián la embestida lenta y profunda cuando se le medía el temple con precisión. Luego fueron sólo muletazos entre tandas que dejaron al tendido con ganas de alguno más, pero se perdieron porque no se entendieron intención y capacidad. Pinchó, sonó un aviso, volvió a pinchar, sonó un segundo aviso y para entonces ya se había olvidado lo sucedido al inicio de faena. Silencio.

Gómez del Pilar despacha sin historia al descompuesto y simplón tercero

Algo más de perfil lucía el tercero de Pallarés, que no tenía, sin embargo, la caja de los anteriores. Este se desplazó con alegría pero sin mucho celo en el capote que manejaba con decisión Gómez del Pilar. Apenas un picotazo se llevó en el primer encuentro, ante el desencanto de una parroquia que no dejaba de protestar. Lo mismo ocurrió a la segunda, trámite ineludible para el cambio de tercio. Allí arreciaban las palmas de tango mientras la cuadrilla de Noé banderilleaba sin más historia a un toro bastante simplón. Brindis al cielo el de Gómez del Pilar, que decidió darle tiempo en el 5 al animal miebtras mojaba la muleta en el 8. Pero ni este era el segundo ni la tarde estaba igual, y a la sombra que arropaba ya todo el ruedo la acompañaba una brisilla más molesta que agradable. Le costó a Noé poner en ritmo la embestida descompuesta, corta y de escasa humillación, y sólo sobresalieron un puñado de naturales sueltos muy enfrontilados y de buena intención. Lo demás fue intentar ligar derechazos con escasa fortuna. Dos pinchazos y media estocada tendida bastaron para finiquitar, en silencio y tras un aviso, su labor.

Esaú despacha con recursos a una prenda remontona de Cuadri que tuvo a algunos a favor

Casi seis quintales a cuestas traía Mediador, el toro del regreso de Cuadri a Las Ventas. Destartalado de hechuras y abierto de palas, tuvo ritmo, sin embargo, en el afanoso saludo capotero de un Esaú muy solvente. Derribó el toro al penco con mucha facilidad, ofreciendo variedad, al menos, en el tercio de varas. Al segundo encuentro se fue el animal con alegría ante el alborozo de los de detrás, que protestaron con denuedo el puyazo duro de Juan Muñoz en el que se entregó el de Cuadri. Aún hubo un intento más que se abortó cuando el animal decidió volver ancas al caballo y pegarle una oleada a Esaú que le anunciaba poca broma con la muleta. Tan poca que la primera arrancada fue para irse tres veces al pecho del sevillano, que tiraba de técnica y recursos para evitar la oleada remontona. Una papeleta para el sevillano, que veía, además, cómo el tendido se ponía de parte del toro. Y todo esto con el viento empeñado en hacerse presente. Pero un toro que no tiene ni uno no te debe coger jamás, y en eso ganó Esaú pese a los custodios de no sé qué fe. Se lo quitó de en medio y otra cosa. Silencio.

El valor sobrehumano de Adrián de Torres le arranca una oreja a un quinto de Cuadri que no tuvo ni uno

Sendas ovaciones se llevaron, en el quinto acto, la presentación del abueyado animal de Cuadri y la enfibrada y estirada serie a la verónica con que lo saludó Adrián de Torres, cada vez más apretado por el toro hasta que remató con una media engurruñada. Al caballo se arrancó con derechura el de Cuadri, que no recibió más que dos varas sin excederse en el castigo. Y, a pesar de ello, cuando llegó a la muleta no tenía ni uno, por más que intentase Adrián quedarse quieto con él, en un esfuerzo sobrehumano por ponerse con la alimaña que no pasaba del embroque. Era allí donde estaba su ‘premio’ y allí se quedó el jiennense, volteado incluso por un toro de Cuadri con dos guadañas y muy mala idea, pero ovacionado por su forma de encarar la dificultad, asustando al propio miedo. La estocada, de premio, llevó los pañuelos a los tendidos para reconocer la labor de un valerosísimo Adrián de Torres, que por fin paseó su oreja.

Gómez del Pilar luce al sexto en varas y lo sufre en la muleta

La ovación del 7 al sexto de salida corroboró que allí gusta el toro descompensado, badanudo, abueyado, paletón y sin cuello, puesto que así era el Cuadri que cerró plaza. Afanoso a la verónica lo saludó Gómez del Pilar, que se vió desarmado en cuanto el animal se vio burlado más de la cuenta. Sobresalió, 3so sí, el tercio de varas, muy bien ejecutado por la cuadrilla de un Noé que comprendió pronto que su baza era ganarse al 7. Y la jugó bien. Soberbio el tercio de varas protagonizado por Juan Muñoz, que se fue entre una atronadora ovación. Pero con la muleta ni el toro fue ninguna prenda, ni tuvo virtud alguna para que llegasen al tendido los muletazos de Noé. Técnico, con facultades, acostumbrado a este tipo de tracas en mil plazas de nombre obtuso, pero nunca fuera de un guión cuya historia ya había finalizado. Mal con la espada. Silencio tras aviso.

FICHA DEL FESTEJO:

Madrid. Domingo 2 de abril de 2023. Plaza de toros de Las Ventas. Corrida de toros del Domingo de Ramos. Cerca de 8.000 espectadores en los tendidos en tarde agradable.

Desafío Ganadero con toros de Pallarés (1º, 2º y 3º), Cuadri (4º, 5º y 6º) y Martín Lorca (1º, bis). Devuelto el primero por blando. De humillado primer tramo y nulo segundo el bufalote primero bis; de profunda pero muy exigente embestida el segundo; escompuesto y sin humillación el deslucido tercero; de oleada remontona y vista por dentro el cuarto, una prenda; reponedor, remiso y remontón el peligroso quinto, que jamás tuvo ni uno.

Esaú Fernández (grana y oro): Silencio y silencio.

Adrián de Torres (blanco y oro): Silencio tras dos avisos y oreja.

Gómez del Pilar (gris perla y oro con cabos negros): Silencio tras aviso en ambos.

Incidencias: Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en recuerdo de Rafael Jiménez «Chicuelo», fallecido ayer en Sevilla.

Galería
Pincha en la imagen para acceder a la galería

FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO