Morante de la Puebla ha vuelto a sumar este fin de semana un ramillete de festejos que le hacen acercarse al objetivo del centenar. Las Rozas, Zafra y Úbeda han sido las plazas donde se anunció con las corridas de Núñez del Cuvillo, por partida doble, y Álvaro Núñez.
Tres tardes en las que dejó su sello de toreo caro pese a no contar con el lote más propicio para ello. Aún así supo sobreponerse de ciertas adversidades y contentar a las tres aficiones que le vieron trenzar el paseíllo. Tres tardes que suman un número importante de festejos en este año tan especial para su figura.
Pero este fin de semana hubo una tarde especial: Úbeda, un coso de una enorme solera, patrimonio de la ciudad y de la tauromaquia. Allí celebró toreando su 43 cumpleaños junto al extremeño Emilio de Justo y el peruano Roca Rey. Una tarde que acabó en triunfo con los tres toreros en hombros. Sin duda el mejor regalo de cumpleaños posible para un torero que este año está haciendo historia, ya no solo por el número de festejos toreados, sino por la cantidad de toros cuajados.
Esta semana tiene por delante compromiso de gran importancia como los programados en la vecina Villa Franca de Xira o Madrid, plaza en la que hará su cuarto paseíllo de la temporada, amen de otros festejos en los que destaca su paso por Zaragoza y su corrida 100 en Arenas de San Pedro. Y todo esto lo hizo arrastrando una lesión desde la primavera pasada que le impidió trenzar más de un paseíllo este año. Sin ir más lejos causó baja en Abarán hace unos días.
Además, en la tarde del pasado viernes de Las Rozas un golpe de un pitón en el rostro le mermó durante el festejo; pese a ello no dudó en cumplir sus compromisos del fin de semana.
Fue en el primer toro de Cuvillo, el cual tras golpear con el pitón a Morante y, a pesar de hacer gestos de dolor, continuó la faena y cortó una oreja. Según nos contaba Pablo Ramos, en el final de faena tras dejar Morante bellos doblones de gran belleza por bajo, el toro dio a José Antonio un golpe en la cara con el pitón, provocando las quejas de un dolorido Morante. Pese a ello estoqueó al animal sin buscar el aplauso fácil ni la condescendencia de los tendidos
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