Dice el refrán taurino que hay un animal en el campo, otro en los corrales y finalmente el que sale al ruedo -en cuanto a las formas de ver el toro bravo- Tres animales en uno que hacen que el veedor afine mucho a la hora de reseñar una corrida de toros, porque como dice un buen amigo: «Una cosa es mirar y otra bien distinta, ver. Y en el campo, saber ver los toros además de mirarlos es una facultad que tienen pocos elegidos».
Pero el trabajo del veedor no consiste únicamente en ver y reseñar un toro o novillo para una plaza determinada, sino en conocer aquello que puede llevar dentro, y para ello debe empaparse de las reatas, líneas y cruces de determinadas ganaderías. Conocer al animal antes de que este nazca. Para ello hay que tener una gran intuición, esa que tuvo Álvaro Núñez para herrar al 100 Ganador, un animal que ya llevaba esperando desde que su madre, Ganadora»-672, quedó preñada de «Fumador»-142.
Algo así pasó en la ganadería portuguesa de Murteira Grave cuando nació un precioso becerro ensabanado de nombre ‘Metralleta’, un animal con una gran reata atrás, una nueva vida que se abría paso, esa que su ganadero quiso enseñarnos desde sus inicios para ver su evolución con el paso del tiempo. Primero como becerro, luego como eral, más tarde como utrero y finalmente como cuatreño. Cuatro años en el que el animal fue desarrollando su cornamenta y evolucionando morfológicamente
Asi era de bezerro y ahora de toro…
Metralleta su evolucion! pic.twitter.com/H7KfospFtE— Murteira Grave (@MurteiraGrave) June 14, 2022
Una ganadería -la de Murteira Grave- que ha sabido adaptarse a los tiempos y conseguir encontrar ese toro que se adapte al siglo XXI, ese al cual se le pide una mayor entrega, una movilidad explosiva, pero sin olvidar que la bravura nace cuando el toro se para, cuando el animal embiste sin inercias. Joaquim Manuel de Vasconcellos e Sá Grave sabía aquello que heredó de sus mayores, buscando potenciar las reatas que había en casa sin olvidar que nunca está de más buscar fuera.
En 1987 se compra a Antonio Muñoz un semental con el hierro de Paquirri de encaste Núñez, línea Villamarta. En 1995 adquirirían de 30 vacas con el hierro de la R de Rincón, de las cuales 15 de proveían de la rama Rincón y otras 15 de Villamarta así y un semental de los Herederos de Carlos Núñez, todo para refrescar la sangre Pinto Barreiros introducida por Manuel Joaquim Grave en 1944.
Una ganadería con sello propio que después adquiriría dos sementales de Juan Pedro Domecq Solis en 1994, para posteriormente en 2003 y 2009 traer sementales de la ganadería de Jandilla que cierran el circulo de una divisa que tiene actualmente las tres ramas de Parladé: Gamero-Cívico, Núñez y Tamarón/Mora Figueroa, esas que han dado momentos de gloria a un hierro que es santo y seña de Portugal y que está poco a poco volviendo al mercado español y francés.
