Uno de los hierros con más interés para el aficionado torista es el que pasta en tierras salmantinas de Robliza de Cojos, Villalba de los Llanos y Tabera de Abajo. La divisa de Juan Luis Fraile, puro encaste Graciliano, es una de esas vacadas que impone respeto con su presencia. Se trata de una vacada de gran solera que tiene a Francia y Madrid como sus buques insignia. Es una ganadería con personalidad propia y que da un carácter de acontecimiento a cada cartel en el que lidia.
Un centenar de vacas forman el hato de madres de la ganadería salmantina, hembras que junto a los sementales son la base de la historia de una parte de la ganadería -la otra la conforman los atanasios de María Cascón-. Pese al número de reproductoras, es importante que su ganadero abra las líneas lo máximo posible para así evitar la consanguinidad, algo que les ha dado la puntilla a muchos hierros. Afortunadamente en esta casa ganadera han sabido capear el temporal.
Este 2023 tiene una temporada interesante por delante: Madrid en un desafío ganadero en verano, una corrida a lidiar en Zaragoza durante su Feria de San Jorge -que se celebra a finales del mes de abril en el Coso de la Misericordia- y otra corrida más para una plaza de segunda cuyo destino aún no se conoce oficialmente.
La de Juan Luis Fraile, una camada donde también son fundamentales las novilladas
La de Juan Luis Fraile es una camada donde también son fundamentales las novilladas para seguir abriéndose camino en el mercado. Juan Luis también sabe que Francia es parte fundamental de la historia de su ganadería, de ahí que siempre tenga algo preparado para el país vecino.
Para conocer su camada se fue hasta tierras salmantinas nuestro compañero Pablo Ramos, y allí fotografió gran parte de los animales que forman esta ganadería. Allí no se ven toros con fundas, su ganadero es reticente al uso de las mismas: «No nos gusta manosear a nuestros animales, en algunas ocasiones las hemos puesto con resultado negativo, ese año hubo más bajas. Para nuestros visitantes es un atractivo el poder ver el toro en libertad, en estado puro, sin fundas, con los pitones astifinos tan característicos del toro de Graciliano», señalaba hace unos días.
Una ganadería con gran personalidad tanto en el campo como en la plaza, pero que no tiene fácil entrar en carteles con figuras del toreo; son diestros que buscan otro tipo de animales, otra embestida, de ahí que los ganaderos con este tipo de astados sean anunciados con otro tipo de espadas. Para Juan Luis el toro es lo primero, por eso los cuida con mimo, los trata como auténticos reyes, son parte de la vida de esta familia que sin el toro sentiría un auténtico vacío dentro.
Balance de la temporada anterior
Por último, en cuanto a la temporada anterior, Juan Luis Fraile explicaba a este medio hace unas semanas que «el año pasado lidiamos dos toros en Zaragoza, uno complicado. El de Madrid tuvo sus cosillas y el de Cenicientos tuvo un comportamiento encastado; fueron cuatro toros de la rama Gracialiano en los que hubo de todo para que nos vamos a engañar».
FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS
