Hablar de lo que puede llegar a cobrar una figura del torero en plaza de toros de gran relevancia es algo complicado, ya que ésta tiene un caché elevado. Lo que sí se conocen son los mínimos estipulados que tiene un torero en una plaza de primera como la de Madrid. Un matador de toros del Grupo A percibe un mínimo de 21.107 € en una plaza de primera categoría, 15.873 € si pertenece al grupo B y 14.286 € si se encuentra en el grupo C.
Esto viene a colación de la entrevista realizada hace unos días por ABC al torero peruano Andrés Roca Rey, un espada que también contestó a otros temas expuestos por Rosario Pérez, una de las cabezas visibles de la sección taurina del citado medio. Se tocaron varios asuntos espinosos, entre ellos el dinero que gana un torero en sus tardes de postín, algo que siempre se ha llevado con enorme sigilo por parte de torero, apoderados y empresarios.
«Si torear tiene el alto precio de la vida, ¿el caché en los despachos tendrá que ser elevado como el Huascarán de la cordillera blanca peruana?», preguntaba la compañera a un Roca Rey que sin entrar mucho en detalles si dejó caer que el caché de las figuras es bastante alto: «Cobras según lo que generes y, si se llena la plaza, pues generas más», contestaba el peruano.
Conforme avanzaba la respuesta, ésta pasaba a ser más ambigua: «Jugarse la vida, saber que la expones muchas veces y sabiendo que puedes perder todo no se hace pensando en el dinero. No hay dinero que pague entregar la vida. Claro que me gusta ganar dinero y me gustaría tener mucho, no voy a mentir, pero nunca me jugaría la vida, por eso, es algo secundario. Es sólo una satisfacción para el día a día, una recompensa».
Únicamente los rumores son los que arrojan algo de luz sobre los emolumentos de las figuras del toreo en las distintas plazas, unos rumores que arrojan cifras muy altas cuando dichos espadas trenzan el paseíllo en cosos como Sevilla, Madrid, Pamplona o Bilbao. Ya en 2018 los aficionados pudieron conocer los emolumentos que percibieron los distintos toreros que trenzaron el paseíllo en la plaza de toros de Roquetas de Mar -de tercera categoría-. Esto se dio gracias a la publicación de los contratos de dichos espadas por la Junta de Gobierno de dicho Ayuntamiento.
David Fandila ‘El Fandi’, José María Manzanares y Andrés Roca Rey, se embolsaron un total de 40.000, 60.000 y 50.000 euros respectivamente, de acuerdo con los contratos aprobados, en los que se incluye el IVA, mientras que Enrique Ponce, Julián López ‘El Juli’ y Miguel Ángel Perera, tuvieron un caché de 45.000, 90.750 y 36.000 euros respectivamente. Un montante total que superó los 300.000 euros, eso sí, sin contar el coste de los animales reseñados para ambas corridas correspondientes a los hierros de El Pilar y Alcurrucén.
Madrid y el elevado caché de las figuras
Según comentó el propio Simón Casas -empresario de Plaza 1, gestora de la plaza de toros de Las Ventas- en una entrevista concedida en 2018, las figuras se llevaban prácticamente el 50% del taquillaje del día en el que estaban anunciadas, el cual estaba cifrado en unos 600.000 € antes de la liberalización de precios. Por todo ello, una máxima figura del toreo se embolsaba 240.000 € por tarde toreada en la primera plaza del mundo antes de ese hecho. Evidentemente, no todos los toreros tienen ese caché, por eso Simón Casas y García Garrido -su socio en Las Ventas- buscan desde entonces abrir carteles para evitar perder dinero esas tardes.
«Anunciar a Morante, Juli y Talavante con toros de Victoriano del Río en Las Ventas, por ejemplo, cuesta 900.000 euros«, comentó el propio empresario en los micrófonos de Onda Madrid hace unos meses. «Son unas cifras —a todas luces altísimas— que son el fiel reflejo del coste que tiene montar un cartel de esta magnitud en una Feria como la de San Isidro u Otoño», añadía, refiriéndose al último ciclo taurino del año en Las Ventas.
Toreros como Alejandro Talavante llevan años percibiendo unos altos emolumentos en la primera plaza del mundo, sobrepasando en 2022 los 250.000 euros, algo que no pudo conseguir en 2018 tras pedirle a su apoderado un aumento en los emolumentos a percibir en la primera plaza del mundo -como su mentor así manifestó-. Tras la negativa de su apoderado quedó roto el vínculo que les unía hasta la fecha. Además Talavante, años atrás, ya cobró cifras importantes en la primera plaza del mundo, unos emolumentos que alcanzaron los 240.000 € por tarde, según llegó a reconocer Simón Casas en 2018 —sorprendentemente, ahora es su apoderado—.