El torero valenciano Román ha entrado ‘sobre la campana’ en la Feria de Fallas 2025, toda vez que estoqueará una corrida de leyenda en ‘su’ plaza el Día de San José: el encierro santacolomeño de La Quinta. Lo hará en un mano a mano con uno de los grandes nombres de las últimas temporadas, el sevillano Borja Jiménez, que asume así un gesto con la afición valenciana.
No obstante, se hace poco premio para Román después de haber dejado el pasado año una encerrona de arrestos de la que salió a hombros en su ruedo, y luego una tarde de suma importancia en la Feria de Julio en la que indultó un bravo ejemplar de Santiago Domecq, dejado una de las faenas de más emoción en el ruedo valenciano en las últimas temporadas.
De esta forma, Collado epilogará un abono de suma importancia en el que doblarán presencia Manzanares, Talavante y Roca Rey, que estarán acompañados en sus dos tardes por Juan Ortega, Tomás Rufo y la alternativa del madrileño Alejandro Chicharro. En estos tres carteles, se lidiarán los encierros de Jandilla, Puerto de San Lorenzo y Victoriano del Río.
Por otra parte, la corrida de El Parralejo estará compuesta por Miguel Ángel Perera, Paco Ureña y Fernando Adrián.
Un triunfo apoteósico, con indulto incluido, este lunes en Manizales
Román, por otra parte, alcanzó un triunfo apoteósico este lunes en la Feria de Manizales, un abono que arrancó con su presencia. Y el valenciano indultó un toro de Ernesto Gutiérrez en uno de los momentos más emocionantes de la temporada colombiana. Así describió en su crónica David Jaramillo cómo fue el momento del perdón a la vida del astado por parte de Román:
Bravura, en definitiva. De esa que se nota ya en la expresión del toro y se ratifica con la manera de emplearse en el caballo y de acudir a las telas. Román, que ya está empadronado en Manizales hace años, lo sabía y apostó por el toro, sin afligirlo al principio porque lo vio sangrar demasiado, pero con pleno convencimiento y exigencia después, porque cuando más le apretaba, mejor respondió «Cadenero». Las pausas fueron clave. Oxígeno. Y con ello, duración. Pero además puso torería de la de siempre. La del conocimiento, el empaque y el sentido de la lidia.
Sin duda, una faena para el recuerdo y que quedará en los anales de la Feria de Manizales, el abono taurino con más salud de una Colombia taurina acechada políticamente.