Alejandro Talavante es de los toreros esperados por todos, un espada singular seguido y perseguido los aficionados y por la gran masa de público. Volvió en 2021 para hacer su primer y único paseíllo de la temporada y ese fue el reencuentro con la afición desde que decidiera retirarse en la feria del Pilar de Zaragoza del año 2018. Un adiós que dejó vacíos y huérfanos a muchos de sus seguidores, que veían en la figura de Alejandro a un torero capaz de captar todo tipo de sensibilidades. Volvió como se fue, con su concepto impoluto y su compromiso con el toro marcado a fuego.
Esa vuelta que tenía como único objetivo revitalizar no sólo la Fiesta, sino su imagen, de la que el toreo tan sólo tenía referencia por las pocas -y singulares- imágenes que publicaba en Twitter e Instagram. Pero como todo en la vida no era para siempre, Alejandro mascullaba en el campo su vuelta, que llegó cuando la ilusión por torear fuera mayor que el desencanto producido por un sistema que él creía que no era justo. Un sistema, por otro lado, al que perteneció durante buena parte de su carrera. Volvía Talavante, volvía la magia de un torero genial.
Ahora, la posible decisión del diestro extremeño de no televisarse ensombrecería una temporada 2022 en la que las Ferias que tienen contrato con Movistar Toros -Sevilla y San Isidro- no podrían contar con la presencia de Talavante, mas no así otro tipo de carteles de primer orden de inicio de campaña como Fallas, que ahora ha cambiado de empresa, y los dos carteles de inicio de temporada en Madrid -Domingo de Resurrección y Domingo de Ramos, no recogidos en el contrato con el ente televisivo-. Pero vayamos por partes.
La vuelta a los ruedos de Talavante en Arles
2020 era la temporada fijada para su vuelta a los ruedos y para ello Alejandro conformó un equipo de altura. Lo apoderarían el matador de toros José Miguel Arrollo ‘Joselito’ y el taurino Joaquín Ramos, pero ese 2020 empezó a oscurecerse con el paso de los meses. Primero fue la pandemia, y después el fallecimiento de Joaquín. Lo que se suponía una temporada cargada de luces y buenos momentos se tornó en un silencio casi sepulcral. El equipo quedaba partido y lo que es peor, las ilusiones mermadas debido a todo lo que se estaba viviendo en un año para olvidar. Una vuelta que tenía marcada las plazas de Arles, Sevilla y Madrid, boceto que quedó inacabado y guardado en un cajón.
Alejandro Talavante apoderado por José Miguel Arroyo «Joselito» y Joaquín Ramos. pic.twitter.com/3g5Zd34MXO
— infotalavante (@infotalavante) January 15, 2020
Con la llegada de la nueva normalidad, y todo supeditado a un 100% de aforo, 2022 se convierte ahora, dos años después, en la rampa de lanzamiento de la vuelta de Talavante a los ruedos. Como bien contó nuestro compañero Marco A. Hierro el pasado sábado, hay un obstáculo -hasta el momento insalvable- que podría impedir ver a Alejandro Talavante hacer el paseíllo en Fallas, Sevilla y San Isidro. El planteamiento que propone el equipo del extremeño choca frontalmente la gestión de dichas Ferias, ya que la contratación de la televisión hace que la presencia de Alejandro corra peligro.
Ya no sólo hablamos de los emolumentos a percibir o de la ganadería seleccionada -escollos por otra parte salvables y habituales en una negociación-, sino la presencia de las cámaras. Eso a Talavante, quien parece seguir los designios marcados antaño por José Tomás, lo dejaría fuera de la mayoría de plazas de toros de primera categoría. La otra opción sería incluir al torero en algún cartel en el que la televisión no estuviera presente; es decir, Valencia en Julio, Madrid por Ramos o Resurrección y Sevilla por el Corpus o en San Miguel. Alternativas hay, ahora queda buscar la solución que convenga a todos.
El 2022 de Talavante
Sin duda, y tras Arles, la afición espera a un torero que se ganó su sitio entre las figuras, pero también durante este tiempo en retiro vio como se subían al carro un ramillete de diestros jóvenes -Aguado, Ortega- y no tanto –Morante, Juli, Roca Rey, Ferrera, De Justo, Manzanares, Urdiales, Luque…- que durante la pandemia tiraron de carro de la Fiesta y que bien situados para los carteles de mayor boato este 2022. Talavante también estará, si él y las empresas quieren, en carteles de fuste; si Valencia y Sevilla no logran contratarlo, plazas de inicio de temporada como el Sábado de Gloria en Málaga -con Garzón presumiblemente como gran candidato- o Córdoba -también con Lances de Futuro como gestor- tienen papeletas de verlo en su ruedo.