Paco Ureña ha decidido contraatacar. Después del trato recibido en la negociación de las Corridas Generales, el murciano ha cerrado dos carteles con un tremendo contenido y, sobre todo, con una propuesta de que supongan gestos para los aficionados que siempre han reconocido sus méritos.
Así, la ganadería de Adolfo Martín es la que le ha pedido el de Lorca al nuevo empresario de Campos Góticos de Palencia, Carlos Zúñiga, en un cartel que el gerente ha cerrado con Antonio Ferrera y Daniel Luque, a quien él mismo apodera, convirtiendo la cita en una atractiva apuesta por parte de toreros y empresa en esta nueva andadura.
La otra cita será en Albacete, tierra cercana a la suya y donde sufrió, además, el percance que le hizo perder el ojo. Allí estará acartelado junto a Morante de la Puebla para despachar un encierro con el hierro mítico de Samuel Flores. De esa forma, el regreso de los «samueles» a su plaza se convertirá en un auténtico acontecimiento en el mes de septiembre.
Según ha podido saber Cultoro, hay un tercer gesto del murciano cuyo fondo y localización, en este mismo aire, aún no se pueden desvelar por no estar completamente cerrada la negociación, pero que también supondrá una apuesta para Paco Ureña en uno de los años más complicados de su carrera a nivel de despachos.
Hay que recordar que a la inicial ausencia en Sevilla -posteriormente corregida con la sustitución de Emilio de Justo- y la complicada negociación de Madrid que desembocó en una encerrona, Paco se quedó fuera de Valencia, la plaza en la que tal vez haya firmado las gestas más épicas de su carrera.
La encerrona de Paco Ureña la pasada Feria de San Isidro en Las Ventas
En la pasada Feria de San Isidro, Paco Ureña protagonizó una encerrona también como vía de contraataque con astados de La Ventana del Puerto, Domingo Hernández, Adolfo Martín, José Vázquez, Juan Pedro Domecq y Victoriano del Río. A la postre, paseó solamente una oreja, pero dejó una faena en la que Madrid pudo disfrutar por momentos de su toreo y del concepto que atesora.