Ya desde el mismo sorteo de la corrida vespertina de este domingo 3 de marzo en Olivenza revoloteaba un nombre por las redes sociales, un nombre que los aficionados rápidamente asociaron a otro que no trae precisamente un grato recuerdo. Se trataba del mismo apelativo de aquella fatídica tarde del 26 de septiembre de 1984 en Pozoblanco, cuando un toro de Sayalero y Bandrés sesgó la vida de Francisco Rivera ‘Paquirri’. Casi cuarenta años después un toro con el mismo nombre, que no el mismo hierro, saltaba a la arena para defender su vida: ’Avispado’ .
’Avispado’ salió en cuarto lugar. Con 535 kg y castaño de capa. Muy suelto de salida el astado, al que Morante solo le sopló dos, se podía leer en el fragmento de la crónica publicada este medio. Un único puyazo(y suficiente) en el tercio de varas. Pegado sobre las tablas y con ayudados a dos manos trasteó el cigarrero el inicio de faena. Tuvo que tirar de oficio ante un indeciso astado, que embestía sin clase, en cada cite por el derecho. Cambio de pitón, pero el toro evidenciaba una acuciante falta de raza, por lo que tras intentarlo sin éxito, decidió abreviar Morante. Se trataba de un párrafo correspondiente al cuarto de la tarde, un animal que impidió el lucimiento del sevillano.
16 paseíllos de Morante por delante tras Olivenza
Un diestro que tras Olivenza, plaza donde comenzaba su temporada, tiene por delante una serie de compromisos en cosos de la talla de Valencia, Sevilla o Madrid. 16 paseíllos oficializados donde el diestro nacido a orillas del Guadalquivir tiene depositadas muchas esperanzas, y con ellas, las de unos aficionados que salieron con el ceño fruncido tras ver como ninguno de los toros de la casa Matilla quiso tomarla con entrega por abajo.
Castellón (9 marzo): Morante de la Puebla, Juan Ortega y Pablo Aguado (Domingo Hernández)
Valencia (15 marzo): Pablo Hermoso de Mendoza, Morante de la Puebla y Nek Romero (El Capea, Juan Pedro Domecq y Alejandro Talavante)
Arnedo (16 marzo): Morante de la Puebla, Diego Urdiales, Alejandro Talavante (Alcurrucén)
Navalmoral de la Mata (17 marzo): Morante de la Puebla, Emilio de Justo y Tomás Rufo (Alcurrucén)
Almendralejo (23 marzo): Morante de la Puebla, Emilio de Justo, Juan Ortega (Juan Pedro Domecq)
Sevilla (31 marzo): Morante de la Puebla, Sebastián Castella y Roca Rey (Hnos. García Jiménez-Olga Jiménez)
Brihuega (6 abril): Morante de la Puebla, José María Manzanares y Roca Rey (Hnos. García Jiménez-Olga Jiménez)
Sevilla (11 abril): Morante de la Puebla, José María Manzanares, Pablo Aguado (Juan Pedro Domecq)
Sevilla (15 abril): Morante de la Puebla, Daniel Luque y Juan Ortega (Domingo Hernández)
Sevilla (19 abril): Morante de la Puebla, Sebastián Castella y Tomás Rufo (Alcurrucén)
Baeza (4 mayo): Finito de Córdoba, Morante de la Puebla y Juan Ortega (Carlos Núñez)
Madrid (10 mayo): Morante de la Puebla, Diego Urdiales y Guillermo García Pulido (Alcurrucén)
Madrid (29 mayo): Morante de la Puebla, Alejandro Talavante y Pablo Aguado (Juan Pedro Domecq)
Madrid (9 junio): Morante de la Puebla, Sebastián Castella y Fernando Adrián (Garcigrande)
Estepona (7 julio): Morante de la Puebla, Sebastián Castella y Roca Rey (Hnos. García Jiménez y Pilar Olga García Jiménez)
Mont-de-Marsan (17 julio): Morante de la Puebla, Daniel Luque y Dorian Canton (Puerto San Lorenzo)
José Antonio y aquel toro de Manzanares: otro ‘detalle maldito’ que tuvo que lidiar en julio de 2022
Pero esta no es la única vez que Morante de la Puebla ha tenido que matar a un toro con un nombre histórico. Fue un 16 de julio de 2022 en la plaza de toros de Manzanares (Ciudad Real), ahí al diestro de La Puebla del Río le cupo en suerte un ‘Bailaor’, mismo nombre que aquel astado de la ganadería de la Viuda de Ortega que provocó la mortal cogida al diestro Joselito “El Gallo” en Talavera de la Reina.
Dos astados con dos nombres diferentes que pasaron a la historia por dos cornadas mortales, dos toros que no compartían sangre entre ellos, pero sí el nombre de un matador de toros que despachó a sendos ejemplares sin posibilidad de lucimiento. El cuarto fue un manso de libro. Fue abanto y costó tanto llevarlo al caballo que tuvo que picarlo en la puerta. No sirvió el de Castillejo de Huebra como sus anteriores hermanos. Morante probó cuatro veces y a la quinta lo despachó de un espadazo feo. Escuchó división de opiniones, escribió aquella tarde nuestro compañero Ignacio Rubio.
‘Avispado’, ‘Barbudo’ o ‘Burlero’ han sido los nombres de otros ejemplares que han escrito una página negra en la historia del toreo. Algunas ganaderías se fueron a pique tras acabar un toro de su divisa con un hombre vestido de luces, otras acusaron el golpe; sin embargo, otras como Miura tomaron la decisión de cortar por lo sano su descendencia. “La maté para que no pariera más hijos asesinos”, reconoció Eduardo Miura tras la muerte de Manolete por un toro de su casa. Aquel gesto le granjeó gran fama, se pudo leer en un artículo publicado por Javier Negre en El Mundo.