Con la finalización de la temporada es el momento de echar la vista atrás y repasar un año donde hay una serie de espadas que han conseguido el sueño de asentarse en las ferias de primer orden. Uno de ellos es el madrileño Fernando Adrián, que ha saldado su 2024 con 20 corridas de toros, siendo la mayoría de estas en cosos de envergadura como Madrid (dos), Valencia, Pamplona, Bayona, Dax, Santander, Cuenca o Albacete entre otras. Y todas en carteles de gran categoría, entre las máximas figuras.
Del total de festejos toreados, 7 han sido en cosos de primera categoría, sumando otros 7 en plazas de segunda y 6 en cosos de tercera. Su ausencia de cosos como Sevilla o Bilbao han llamado poderosamente la atención, más si cabe cuando fue uno de los nombres marcados en rojo la pasada campaña. Un espada que consiguió el hito de sumar 25 salidas en hombros consecutivas, racha que se rompería en el mes de julio tras su paso por la Feria del Toro.
Pese a ello no dejó de cortar orejas y sumar puertas grandes tanto en Francia como en España. Su nombre ha sido uno de los más repetidos por los aficionados, esos que le vieron dejar faenas de gran calado con ejemplares de distinta procedencia y condición. 2025 debe ser el año de su salto definitivo a las ferias, esas donde la presión es máxima. Ahora es el momento de diseccionar una campaña que le ha dejado colocado en un lugar de privilegio de cara al año venidero.
Un inicio de temporada con el triunfo como argumento en Castellón
Su primera parada fue en Castellón durante su Feria de la Magdalena, una tarde donde se anunciaría con los toros de la familia Matilla. El madrileño habló en el ruedo y consiguió su 18ª puerta grande consecutiva, en un festejo en el que fue prendido feamente por su primero y cortó otra oreja de peso al quinto, en el que un pinchazo lastró la segunda.
Una oreja de mucho peso cortó Fernando Adrián al segundo. Tras un meritorio quite por chicuelinas y tafalleras de Adrián, brillaron los hombres de plata, que fueron ovacionados tras un meritorio tercio de banderillas. Muleta en mano, y tras un inicio de rodillas en el que conectó con el tendido, Fernando fue cogido y recibió una feísima voltereta. Ni se miró el torero, que prosiguió delante de la cara del animal. Fue imponiéndose a la condición del toro, geniuda, y supo tocar las teclas del animal en el toreo fundamental y llegar arriba. Lo despenó con la espada con dignidad, paseando el premio. Especialmente destacó el toreo al natural que recetó durante la faena.
Y la verdad fue la nota predominante de Fernando Adrián en su faena al quinto, otro buen ejemplar de la casa Matilla ante el que la quietud y el dominio fueron las notas clave del madrileño para imponerse a él. Selló tandas de mano baja y largo trazo por ambos lados, y la lástima fue el pinchazo previo a la estocada, puesto que podría haber caído el doble premio. No obstante, paseó una oreja de peso.
Tres orejas en el Milagro
Tras comenzar la temporada saliendo a hombros en Castellón con la corrida de la Casa Matilla, ahora hizo lo propio en la toledana de Illescas -Corrida del Milagro- tras anunciarse junto a José María Manzanares y Andrés Roca Rey con los toros albaceteños de Daniel Ruiz, una divisa muy del gusto de las figuras.
Marisqueto, de 514 kilos era el segundo, primero de Fernando Adrián, al que dejó varios afarolados de rodillas de gran impacto en el tendido y un quite por tafalleras templando la embestida del animal. Brindó a Maximino Pérez una faena en la que estructuró bien las series a base de quietud, de entrega y de valor. Y fue llenando la escena con la nobleza del de Daniel, que a punto estuvo de echarle mano, pero puso al tendido de su parte en la meritoria obra. Final por bernadinas ajustadisimas y una estocada en todo lo alto. Dos orejas de ley.
‘Revoltoso’, el quinto, lo recibió Adrián con acompasadas verónicas, y lo llevó por airosas chicuelinas al paso al caballo, en el que empujó. Y luego quitó por verónicas de gran temple el madrileño, que acabó con una cantada y ralentizada media. Aplaudió el tendido el gran tercio de banderillas de sus hombres, y brindó al tendido el madrileño. Compuso una faena que inició a pies juntos en el tercio y prosiguó a base de quietud y de buen toreo de mano baja por ambos lados a un ejemplar al que se llegó a pedir el indulto, aunque no en mayoría. Bravo el toro, que aguantó la mano baja de Adrián y bellísimos fueron los remates de serie por bajo. Al final, lamentablemente pinchó su faena el torero antes de una media en buen sitio. Oreja de peso y vuelta al ruedo al toro.
Valdetorres de Jarama, otra tarde en son triunfal
Su vigésima puerta grande vendría el 27 de abril en la localidad madrileña de Valdetorres del Jarama, localidad donde se acarteló con el rejoneador Diego Ventura y el novillero Marco Pérez.
Palmas escuchó Fernando Adrián con su primero, un toro andarín y complicado al que se impuso en un arrimón final. No acertó a espadas y eso le quitó premio. Dos orejas para Fernando Adrián en el quinto. Enlaza así su 20 puerta grande consecutiva. Pudo disfrutar al buen toro de Domingo Hernández y cuajarlo por ambos ladosx y coronar la obra con la espada.
Nimes y su conquista en la tarde de su conformación de alternativa
Su cuarto festejo de la temporada siguió manteniendo la tónica de tardes pasadas, esa donde el madrileño volvería a salir en volandas tras cortar el número de orejas necesario para ello. Si bien su primero no le dio opciones de triunfo, fue el segundo astado de su lote al que le pasearía el doble premio tras una faena con sello de autor. Se trataba de su primera salida en hombros de la temporada en una plaza de primera, su vigésima consecutiva.
Número 18 era el quinto, un toro negro, segundo del lote de Fernando Adrián, animal bajo, astifino y serio. A ralentí toreó a la verónica el madrileño, llevándose al toro hasta los medios. Solalito realizó un quite por chicuelinas y tafalleras, ante un toro con clase y humillación, un poco justo de fuerza. Comenzó la faena con dos cambiados por la espalda de rodillas, y siguió toreando en esa postura por la mano derecha. La siguiente fue otra buena serie por el derecho, pero mejores fueron las dos siguientes series al natural, con muletazos profundos. Remató la obra en la corta distancia, por circulares cantados por el tendido, y un espadazo en todo lo alto. Dos orejas.
Madrid y un nuevo golpe sobre la mesa en la primera plaza del mundo
Tras los triunfos de la pasada Feria de San Isidro la afición venteña esperada poder ver a uno de los toreros del momento en el serial más largo del mundo, algo que no ocurrió tras no llegar a buen puerto las negociaciones. Finalmente, y prácticamente sobre la bocina el madrileño cerraba su presencia en la corrida de la Beneficencia y una tarde más en Otoño. Corrida que quedaría en mano a mano tras la baja de Morante de la Puebla, volviendo a alzarse como triunfador un espada que sumaba su tercera puerta grande consecutiva.
De 586 kilos era el Mediodía segundo, un toro con cuajo al que le dejó varios afarolados de inicio de muy templado trazo y luego dos verónicas y una media a ralentí. Con prontitud se arrancó al caballo de Domingo García Jabato, mostrando codicia. Solventes los hombres de plata, brindó a la Casa Real Fernando. Se lo pasó por la espalda entre las rayas del tercio, pero se cayó a plomo el animal por su falta de poder. Y eso condicionó una faena en la que en todo momento intentó estar pulcro y proponer con verdad, y en la que salvó la falta de poder del toro a base de entrega y toreo pulcro. Los naturales, muy caros, llegaron con fuerza a Madrid, al igual que un arrimón de órdago, una serie por circulares y las bernadinas finales. Y una estocada en todo lo alto que puso en su mano la oreja.
De 597 kilos era el sexto, tercero del lote de Fernando Adrián, Bromista de nombre, de noviembre de 2018, al que el madrileño dejó media docena de acompasadas verónicas. Bien Alberto Sandoval a un toro que no terminó de entregarse con poder en el jaco, y medida la lidia de Marcos Prieto ante dos grandes pares de Ángel Otero, que se desmonteró. Emocionantísimo el brindis al tendido y el inicio de faena, de rodillas en los medios, pasándose por detrás en péndulos al animal. Y la siguiente serie, por la derecha, en la que ahondó. Faena in crescendo, con un firmísimo Adrián ante la bravura de un toro al que se entregó. Importantes las series al natural, y luego el final por doblones, antes de una estocada fea en la que se escurrió el torero y, a la segunda, una en todo lo alto. Otra oreja que abría la puerta grande.
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💥 para Fernando Adrián. La 3º de su carrera en Madrid.
— Plaza de Las Ventas (@LasVentas) June 9, 2024
Tres nuevos triunfos en Torrejón, Teruel y Saint-Sever antes de su cita con Pamplona
Tras la tarde vivida en la primera plaza del mundo con la salida en hombros del madrileño, este llegaba a Torrejón de Ardoz para anunciarse junto a Alejandro Talavante y Juan Ortega en una tarde donde causó baja el sevillano José Antonio Morante de la Puebla. Tres orejas pasearía a toros de Castillejo de Huebra y José Manuel Sánchez en una tarde donde sus compañeros de cartel salieron a pie de la plaza.
Un día después volvería a triunfar en la plaza de toros francesa de Saint-Sever, coso donde trenzó el paseíllo junto a Sebastián Castella y Daniel Luque en una tarde donde el ganado perteneció al hierro gaditano de Santiago Domecq. Otras tres orejas paseó en una tarde donde dejó una importante faena a la clase sin fuerza del tercero al que desorejó y caros naturales al rajado sexto al que le paseó la oreja.
Otro nuevo triunfo vendría el 5 de julio en la plaza de toros de Teruel, tarde donde desorejaría a un tercero de la tarde marcado a fuego con el hierro de José Vázquez, siendo ovacionado con el que cerraba plaza perteneciente a la vacada de Domingo Hernández. Una tarde donde le acompañaría en hombros Sebastián Castella.
Pamplona y una oreja de peso, poniendo fin a una racha histórica de 25 puertas grandes consecutivas
Y el siete de julio se truncó esa racha de 25 puertas grandes consecutivas. Fue en Pamplona, plaza donde debutaba como matador de toros un espada que venía triunfando por cada plaza donde era anunciado. En esta ocasión se acarteló junto al riojano Diego Urdiales y el sevillano Borja Jiménez en una tarde donde la materia prima corría a cargo de la vacada de La Palmosilla, un hierro que llevaba varios años lidiando encierros de importancia en esta plaza. Pese a no salir en hombros si pasearía una oreja del quinto, un ejemplar con el que dio un paso adelante para no dejar escapar el triunfo. Ya en el tercero había dejado una digna actuación que lo ve valió para pasear oreja.
Chistoso llevaba por nombre el quinto, segundo del lote de Fernando Adrián, al que dejó cadenciosas verónicas el madrileño de recibo, tanto a pies juntos como a compás abierto. Se arrancó de lejos al caballo de José Antonio Barroso, que dejó dos buenas varas, siendo más medida la segunda. Buena lidia de Marcos Prieto ante un toro con movilidad, que brindó Fernando al torilero de la plaza e imagen de la Feria. Se lo cambió por la espalda en el centro del ruedo en el inicio de faena y dejó una obra de exposición y de mérito por la compleja condición de su oponente. Combinó momentos de toreo ortodoxo con instantes por la espalda, y junto a la estocada final paseó un justo premio.
Bayona y otro golpe en otra plaza de primera
Volvería a salir en volandas el 12 de julio en la plaza de toros francesa de Bayona al cortar tres orejas en el mano a mano con Manuel Escribano. Dos orejas pasearía del cuarto de Monte la Ermita y una más de un ejemplar de Juan Manuel Criado en una tarde donde el sevillano se fue de vacío en una tarde donde el aficionado francés respondió llenando en tres cuartas partes el aforo de este coso.
Dos orejas paseó Fernando Adrián en el tercero, un toro de Monte la Ermita de capa tostado, de nombre «Guindaleto», con el número 42. Dejó un buen recibo capotero el madrileño, incluso echándoselo a la espalda para llegar con fuerza arriba. Cumplidor anduvo Jabato en las puyas, y Jesús Aguado en la lidia, además de Ángel Otero y Diego Valladar en banderillas. Al tendido brindó el joven, que se lo pasó por la espalda de rodillas, llegando con mucha fuerza arriba. Le dio suavidad por la izquierda Adrián a un toro con el que estuvo enorme al natural; por la derecha, dejó toreo en redondo de mucha calidad. Y remató obra con otras dos series por naturales de bello trazo, las bernadinas finales y la estocada, en la que se tiró derecho como una vela. A pesar de que el puntillero levantó al animal, el tendido pidió dos orejas con mucha fuerza, concedidas por el palco.
Con una oreja cerró la tarde Fernando Adrián, un toro que no le dejó lucirse en el capote. Muleta en mano, en la segunda serie ya dejó derechazos de mucha calidad y firmeza, pero sobre todo, a partir de la siguiente serie, dejó de nuevo muletazos con una izquierda prodigiosa. Y tal fue la fuerza con la que se tiró con el acero, que incluso partió el estoque en dos, quedándose con el mango de la espada. Una oreja más para rubricar otra tarde importante de Adrián en Francia.
Oreja en Valencia y paso adelante en un año de madurez
Volvería a sustituir a Morante de la Puebla en Valencia, plaza donde pasearía una oreja de un astado de Núñez del Cuvillo en una tarde donde Diego Ventura se iría en hombros tras pasear una oreja de cada animal que le cupo en suerte.
De inconfundible estampa de Núñez del Cuvillo el tercero, con las puntas hacía adelante, al que dejó verónicas a pies juntos con limpieza Fernando Adrián. Brava pelea del toro en el caballo, apretando a las dos varas de Jabato y yéndose a la puerta, donde se tuvo que defender el piquero con una tercera. Sublimes las chicuelinas de Juan Ortega en el quite, y una abelmontada media. Toro en el que destacó Marcos Prieto en banderillas y que Adrián brindó al maestro Soro. Tras ello se cambió al toro por la espalda en un momento de calado arriba, y exprimió con exposición por ambos lados a un toro que tenía noble y humilladora condición. Un buen astado de Cuvillo al que dejó un final en cercanías por manoletinas, una estocada en todo lo alto de rápido efecto y le cortó una oreja con petición de dos.
Santander, Dax y Almería, tres plazas donde seguir sumando crédito
Santander era otro de los cosos marcados en rojo por el madrileño, una plaza de un enorme sabor donde compartiría cartel con Enrique Ponce y José Antonio Morante de la Puebla el día de su reaparición en los ruedos. Tres orejas paseó el espada capitalino en un festejo de gran carga simbólica para los aficionados.
“Prestigioso” llevaba por nombre el tercero, negro mulato de capa, número 153, nacido en enero de 2019, de 470 kilos y primero del lote de Fernando Adrián. Toro al que dejó varios afarolados de salida el madrileño, y luego quiso torear de rodillas con máxima entrega, pero el animal lo arrolló. Ya erguido, dejó dos verónicas de trazo limpio y a pies juntos, y una revolera de remate. Dejó un galleo por chicuelinas para acercar al toro al caballo, y se cuidó el animal en la lidia. Brindó a Ponce y Morante el toro. Le dio muleta muy pronto al de Domingo Hernández cambiándole el viaje por delante y por detrás. Pero fue después, con la mano derecha y con una colocación tremendamente precisa cuando llegó el toreo bueno con el buen toro, que la tomó con prontitud, codicia y brío hasta el inmenso desdén con el que remató la serie. Al natural toreó larguísimo, con máxima relajación en la figura y los pies atornillados al ruedo mientras el tendido se volvía loco con la quietud y la capacidad de que el animal girase a su alrededor. Rotundo el madrileño, y sólo cuando iba a perfilarse con la espada el toro se le rajó. Y le metió el acero a la primera y en lo alto, paseando dos orejas.
Se iría de vacío de Dax con la corrida de La Quinta, una tarde donde el mal juego de los aceros condicionó el resultado de una tarde marcada por la lluvia. Entendió bien aquello que pidieron los animales de la familia Conradi en sendas faenas que calaron en una afición que premio al madrileño con sendas ovaciones. Volvería a salir en hombros en Almería, plaza donde desorejó a un astado de José Manuel Sánchez al que mató de una gran estocada. Cancelaría varias series de derechazos y naturales con un buen toro que repitió con transmisión fueron rematadas con unas ceñidísimas bernardinas.
Pleno de Cuenca para continuar su exitosa y rotunda temporada
El 26 de agosto volvía a Cuenca tras el triunfo del pasado año. En esta ocasión se anunciaría junto a Morante y Juan Ortega con un encierro de Román Sorando al que le cortaría un total de cuatro orejas en una de las tardes más redondas de su temporada. Festejo donde se le vio disfrutar en todo momento con dos faenas de sello propio pero con distinta dimensión al ser ejemplares radicalmente opuestos.
Revuelto salió en segundo lugar, cuatreño de 468 kg y negro mulato de capa. Se gustó Fernando Adrián en el saludo capotero, pudiendo estirarse con elegancia a la verónica. Buen puyazo de castigo de Domingo García “Jabato”. Buenos, y ajustados, pares de Marcos Prieto. Al respetable brindó el madrileño en los medios, echándose de hinojos y soplándole una ajustada serie llena de valor que puso al público en pie. Con clase y fijeza embestía el de Sorando tras el vuelo de la muleta, aprovechándolo el diestro para trazar series de ligazón por el derecho. Al natural también evidenció el burel esa clase y transmisión, dejándose pegar ligados muletazos de gran profundidad. Cerró faena por cercanías, en un arrimón de órdago. Pinchazo hondo un tanto caído, que necesito de un golpe de verduguillo. Dos orejas.
Licorero salió en cuarto lugar, con 488 kg y negro mulato de capa. Con eficacia domeñó la embestida del burel Fernando Adrián, con ajustadas verónicas que cerró con una preciosa media enroscada. Precioso fue el galleo por chicuelinas con el que llevó al toro al peto de Alberto Sandoval, que le aplicó un efectivo puyazo. Saludó ovación Jesús Aguado tras dos pares de exposición, siendo prendido en el primer par sin daños aparentes. De hinojos se tiró para comenzar faena, trazando limpios derechazos. Le faltaba transmisión y fondo por el izquierdo al burel, no dejándose ligar ni un par de muletazos por ese pitón. A pesar de ello, trazó buenos naturales el torero madrileño. Volvió a la diestra y tiró de oficio para sacarle alguno suelto de calidad al noble quinto, venido a menos. Se tiró con todo, dejando una estocada en lo alto que le valió para desorejarlo.
Palencia un nuevo indulto por San Antolín
Volvería a repetir triunfo e indulto Fernando Adrián en Palencia. Si en 2023 fue ‘Finito’ de Zacarías Moreno, este año le tocó a ‘Cantaclaro’ de Luis Algarra, un astado de grandes virtudes al que cuajó de principio a fin el madrileño. Una tarde donde Sebastián Castella paseó una oreja al cuarto, al que dejó muletazos de calidad, sellando Miguel Ángel Perera una faena de profundidad al segundo al que le paseó el doble premio.
Fernando Adrián salió a por todas con el tercero, un toro bravo y con clase, al que cuajó hasta cinco largas cambiadas de rodillas en terrenos del tercio, dos verónicas y una revolera final. Cuidó al toro en varas y brindó al tendido, cambiándose al animal de rodillas en los medios por la espalda en un inicio de faena de impacto y que llegó mucho arriba. Luego, en el toreo fundamental, destacó la entrega y el toreo de mano baja con poder y reposo del madrileño. Hubo derechazos de mucha calidad, a pesar del fuerte viento que arreció. Finalizó por manoletinas, pero el desafortunado fallo con el acero, lamentablemente, dejó todo en una oreja.
En el sexto, Fernando Adrián culminó una tarde de rotundidad en Palencia, un coso donde ha toreado dos tardes y ha logrado dos indultos. El año pasado, en su debut palentino, indultó a “Finito” de Zacarías Moreno, y este año lo ha hecho con “Cantaclaro” de Luis Algarra. Fue un sexto bravo y enclasado, un animal que se ganó la vida. Dejó verónicas de rodillas y una revolera que caló mucho arriba, empujando el toro en varas y yendo a más. Por eso Adrián dejó otro inicio de faena de sumo calado, exponiendo a milímetros de los pitones. Y desde ese momento la obra fue in crescendo; cuanto más le apretaba por abajo el madrileño, más respondía el toro sevillano, al que cuajó Fernando por ambos lados y dejó especialmente embroques con los hombros hundidos de muy bello trazo. Al final, el tendido explotó pidiendo el pañuelo naranja, que el palco sacó. Larga vida a “Cantaclaro”.
Albacete y otras dos faenas para aficionados, saliendo a hombros del coso manchego
Y llegó otra puerta grande en la Feria de Albacete con la corrida de La Quinta con la que volvió a reafirmar el momento por el que pasaba uno de los nombres propios del año. Un festejo que tuvo lugar el 13 de septiembre, ese donde compartió cartel con Miguel Ángel Perera y Emilio de Justo.
Molestaba mucho el viento cuando Fernando Adrián planteó el toreo a la verónica al tercero, otro toro en el tipo de la casa y serio al que dejó verónicas de buen trazo. Adrián se sobrepuso al viento y dejó tandas meritorias por ambos lados, dejando una faena de momentos reposados, especialmente al natural. También se durmió en algunos embroques por la derecha Adrián, que dejó un final por estatuarios y una estocada arriba a un toro al que le faltó un punto para romper totalmente. Oreja con petición no atendida de dos.
Dos corridas para finalizar el mes de septiembre y dos triunfos más en Vieux-Boucau y Vera
Los días 15 y 29 de septiembre el diestro madrileño se anunciaba en Vieux-Boucau (Francia) y Vera, dos cosos de menor entidad donde volvería a sumar triunfos a un 2024 cargado de ellos. Tres orejas pasearía en el coso galo a toros de El Pilar, ganadería salmantina que lidió un interesante encierro para un mano a mano entre Sebastián Castella y el propio Fernando Adrián. Luego vendría Vera, plaza almeriense donde cuajó a un buen lote marcado a fuego con el hierro de José Luis Marca al que le volvió a pasear tres orejas.
Madrid y un mano a mano con Borja Jiménez para dar carpetazo a la temporada en corridas
El 5 de octubre cerraba su temporada Fernando Adrián, espada que llevaba a sus espaldas 19 corridas de toros con un porcentaje altísimo de puertas grandes. Tras tres salidas en hombros de la primera plaza del mundo estaba en su mano igualar a grandes figuras del toreo que había conseguido ese hito. Pero en esta ocasión tuvo que irse a pie tras pasaportar a los toros que le cupieron en suerte. El sevillano dio la única vuelta tras una destacada obra al segundo, en un mano a mano con Fernando Adrián en el que el madrileño dejó una faena de entrega al quinto, en el que fue feamente volteado
Una excelsa obra a un toro de Domingo Hernández de brava y enclasada condición en el festival de Vistalegre
Para epilogar el año, dejó una excelsa obra el pasado 1 de diciembre en el festival de Vistalegre que narramos de esta forma:
El quinto de Domingo Hernández ya tenía cumplidos los cinco años, pero se abrió mucho en un saludo delicioso de Fernando Adrián a la verónica, que culminó con una media verónica deletreada, muy ovacionada en los tendidos. Fue magnífico el inicio de Fernando con la muleta, de rodillas en los medios y arrastrando la muleta despacito para meter los riñones y que el animal hiciese lo propio detrás de la muleta. Formidable el torero y magnífico el animal, codicioso y con la clase a la altura del toreo de mano diestra del madrileño, que hasta le dejó un pase de pecho de 360 grados, con cambio de mano y sin mover los pies del suelo. El tendido en pie, rendido a la profundidad de Fernando, cuya intensidad terminó haciendo que se rajase el tremendo toro de Domingo. Pero aún embistió con la misma codicia en un hermoso final de doblones hacia adentro tras el que firmó un formidable volapié que le puso en la mano las dos orejas.