Hablar de Valdefresno es hacerlo de uno de los hierros con más historia del campo charro. Con la sangre Atanasio-Lisardo por bandera, la casa de Nicolás Fraile regresará este 2022 a la Feria de San Isidro después de que fuese, sorpresivamente, la última ganadería que pisó la primera plaza del mundo antes del estallido de la pandemia. El 12 de octubre de 2019, este hierro lidió un destacado encierro en Las Ventas solamente enturbiado por el durísimo percance que sufrió el torero madrileño Gonzalo Caballero. Ahora, la ganadería afronta una temporada «ilusionante» -en palabras de Fraile- en la que, además, podría lidiar otro encierro más en el templo por excelencia del toreo.
Nicolás Fraile, ante la vuelta de Valdefresno a San Isidro: «Me siento como un niño con zapatos nuevos»
P – 2022 se presenta como un año clave para muchas ganaderías, supongo que será igual para Valdefresno. ¿Cómo tenéis definida la camada? ¿Hay algo cerrado?
R – Pues mira Marco, tenemos varias cosas cerradas que nos hacen especial ilusión. La camada no es muy amplia debido a que se ha tenido especial cuidado con no tener excedentes de animales. Preferimos ir algo justos a que se nos queden toros en el campo. Volvemos a San Isidro con una corrida que se ha escogido con mimo. Tras dos años sin poder pisar Las Ventas, te tengo que decir que me siento como un niño con zapatos nuevos volviendo a la Feria. Luego lidiaremos el 18 de junio en la plaza francesa de Aire-sur-l´Adour, donde repetimos tras la buena corrida del pasado año. Allí se sigue respetando eso del que triunfa repite. Luego hay cosas habladas pero no cerradas.
P -Nos hablas de cosas habladas pero no cerradas, ¿nos puedes dar alguna pista? ¿Van los tiros por volver a Madrid otra tarde además de que ya hay cerrada en San Isidro para Valdefresno?
R – Veo que no andas mal informado -comenta entre risas-. Los veedores de la empresa cuando pasaron por aquí para ver la corrida para San Isidro quedaron encantados, comentado que existía la posibilidad de que nos compraran el resto de los toros que podrían encajar en Las Ventas. De decidirse iríamos con dos corridas a Madrid. Quedaron en llamarnos en estos días, por lo que el doblete puede darse pero aún no está confirmado.
P – Nicolás, supongo que la pandemia os habrá tocado de lleno como a muchos de vuestros compañeros, ¿cómo afrontásteis la situación desde Valdefresno?
R – Escapamos como pudimos esa es la verdad. Se han mandado muchos toros al matadero, más en 2020 que en 2021. Este año nos han comprado la corrida de Madrid los de Beas de Segura. Era una corrida que ha cumplido los seis años. Estaba preparada primero de cuatreña y luego de cinqueña para San Isidro, pero al no darse y cumplir la edad tuvimos que darle salida para festejos populares.
P – Nos hablaste de Madrid, de la ilusión por volver, supongo que un buen resultado os abre camino para intentar colocar lo que os queda en el campo.
R – Así es, como te dije no es una camada muy larga, pero no es menos cierto que un triunfo en Madrid te arregla todo. No tenemos prisa por colocar la camada, confiamos en lidiar una buena corrida en Las Ventas. Hay cosas habladas para pueblos y plazas de segunda, pero proferimos esperar.
P – En Valdefresno no todo es el toro grande y serio de primera, sabemos que hay una corrida que te hace especial ilusión por como la criaste y donde sueñas lidiarla, es así o me equivoco.
R – Otra vez vas por delante -nuevas risas-. Es una corrida cuatreña, la verdad que es preciosa, con sus caras colocadas, baja, con seriedad pero también muy armónica. Mi ilusión sería lidiarla en casa, en mi tierra. Creo que es una corrida perfecta para Salamanca. Hace tiempo que no lidiamos allí, por diversos factores no ha surgido la oportunidad, pero este año creo que tengo la corrida ideal para volver. Ahora es cosa de la empresa. Ojalá Madrid nos ayude a dar ese paso.
«La labor que ejercí durante más de 20 años junto a mi padre en Valdefresno me ha servido mucho en esta nueva etapa»
P – Nicolás, tras la división de la ganadería todo ha sido un volver a empezar. Bien es cierto que mantienes el nombre y el hierro de la ganadería, pero supongo que habrá costado algo volver a engrasar la maquinaria. ¿Habéis cambiado algo o el camino es el de siempre?
Gracias a Dios mi padre nos metió en la ganadería en la cabeza desde que éramos muy chicos, confió en mí desde hace mucho y justos afrontamos un camino nada fácil. Tanto mi padre como mi hermano y yo trabajamos codo con codo en la ganadería. Bien es cierto que yo desde hace unos muchos años me encargué de la gestión de la ganadería, de ahí que esta nueva etapa sea continuista. La labor que ejercí durante más de 20 años junto a mi padre me ha servido mucho en esta nueva etapa. Ahora mi objetivo es volver al circuito, a las ferias importantes.
P – Pero entiendo que si una ganadería no evoluciona, se estanca.
R – Una ganadería evoluciona en función de los tiempos. eso sí, sabemos lo que tenemos y no queremos perderlo. Buscamos un toro armónico, bien hecho, que dé espectáculo pero también juego para el torero. Nosotros hicimos un refrescamiento en 2008 con animales de Javier Pérez Tabernero, de los cuales ahora ahora vemos sus frutos. Buscamos que la ganadería esté al día, que se acople a lo que exigen público y toreros, de ahí que busquemos esa clase que el torero cree una obra irrepetible.
«Estamos intentando amoldar el toro a la armonía que se exige hoy en día»
P – Entiendo que buscáis entonces ese toro de Valdfresno 2.0, ese que os llena como aficionados.
Aquí ante todo uno es aficionado. Yo como ganadero tengo la responsabilidad de seguir mantenido un legado, de pulir sus defectos y reforzar sus virtudes. El aficionado tiene que reconocer nuestro toro nada más salir por chiqueros, así como saber como va a ser su comportamiento durante la lidia. Ese giro de tuerca viene de la mano de la selección y la intuición del ganadero. Como te dije antes buscamos un toro que deje satisfechos a todos, aunque eso es muy complicado.
P- Ya por último me gustaría preguntarte por el fenotipo del toro de casa. El toro de Valdefresno es el más serio de la rama Lisardo-Atanasio, eso sin duda es un hándicap a la hora de que ciertos toreros apuesten por ella en plazas como Madrid, ¿cómo tenéis pensado solucionar este problema?
Como bien dices tenemos un hándicap con la seriedad de nuestro toro. Es un toro de enorme volumen y una seriedad por delante muchas veces desproporcionada, y eso no siempre les gusta a los toreros. Es un encaste particular en el que hay que hacer un labor pedagógica con ellos para que vean que este animal, pese a su seriedad, propicia el triunfo del torero. Estamos intentando amoldar el toro a la armonía que se exige hoy en día. El toro se tiene que entrar por los ojos. Nosotros hicimos dos cruces, uno primero con Atanasio y luego el comentado de Javier Pérez-Tabernero, todo sobre la base que teníamos de Lisardo la cual es la que marca el rumbo de la ganadería. Gracias a ello se ha conseguido afinar un poco el toro, un toro distinto en fenotipo al que teníamos pero con mejores hechuras.
FOTOS: PABLO RAMOS
