Son muchas las vacadas de bravo que en los últimos años venden parte de su camada a festejos populares, hierros que ven en este tipo de festejos una oportunidad de mercado que no pueden desaprovechar. Si hace años se cerraban tratos por ejemplares fuera de tipo o con la edad prácticamente pasada para su lidia en una plaza de toros, desde un tiempo a esta fecha las comisiones, peñas y Ayuntamientos apuestan por toros serios pero nada destartalados, animales que bien podrían saltar al ruedo de plazas de primera como Madrid, Pamplona o Bilbao.
Con la reducción de camadas y festejos, amén de un mercado cada vez más orillado para determinadas divisas, éstas ven en el festejo popular una salida que les permita vender parte de su camada sin tener que malvender sus ejemplares. Pese a ello todavía hay muchas plazas que apuestan por ganaderías como Palha, Ana Romero, Partido de Resina o Cebada Gago, ganaderías de enorme solera que siguen buscando un tipo de toro muy definido pese a no estar este de moda entre las figuras del toreo.
La divisa onubense de Cuadri siempre se ha caracterizado por no tener camadas largas, se trata de una ganadería que ha cimentado su proyecto sobre un hato de vacas de no más de 150 reproductoras. Se trata de un hierro muy del gusto del aficionado, un toro hondo y serio con unas particularidades que le hicieron hace años ser considerado un encaste propio. Precisamente esas son las particularidades del astado cinqueño adquirido por la Comisión Taurina de Museros para el próximo verano.
Un animal de pelo negro marcado a fuego con el número 37 y de nombre Jardinero. Se trata del primer toro adquirido este año por esta conocida peña valenciana, un ejemplar que será exhibido el próximo 14 de agosto coincidiendo con unas fiestas patronales que comienzan a finales de julio y que dan por finalizadas una vez el calendario sobrepasa la mitad del mes de agosto. El pasado la Peña Taurina de Museros ya adquirió para el mes de octubre ejemplares de Santiago Domecq (Ingenioso, Carretón, Trompetero, Visón, Puntero y Marquesón), Guadalmena (Panadero), José Escolar (Cantador) y Baltasar Ibán (Pistolero) poniendo estos el broche de oro a un intenso 2024.




Historia de la ganadería de Cuadri
Tal y como se puede constatar en la web de la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia dicho proyecto ganadero fue fundado por D. José María Lancha hacia el año 1928 con vacas y sementales de D. Juan Belmonte (Gamero Cívico). Años más tarde se añadió un lote de hembras de D. Esteban González Camino, que a su vez tenía sangre de Pérez de la Concha, Félix Suárez, Villamarta y Francisco Molina.
Sería en 1954 cuando D. Celestino Cuadri Vides se hace con la ganadería variando el hierro y la divisa por el que actualmente utiliza. Según varias informaciones el ganadero onubense decidió sacrificar las hembras procedentes del último cruce, algo que no es del todo cierto al quedar algunas en la propia explotación. En 1973 decide cedérsela a sus hijos para que estos continuaran el proyecto que este había comenzado. En 2019 Fernando Cuadri anunció su retirada como ganadero y propietario de la vacada siendo esta actualmente gestionada por sus sobrinos.
De entre todas sus familias una de las más importantes es la de las Jardineras (Flores). El origen de esta se remonta a una vaca adquirida a Pérez de Concha de nombre Clavellina. A las hembras, hijas o nietas se les colocaría un nombre relacionado para seguir con la tradición marcada en el campo bravo. De esta reata han saltado al ruedo toros tan importantes en la historia de la ganadería onubense como Poleo, Clavellino, Podador o Lirio entre muchos otros. Precisamente de esta reata viene el Jardinero ejemplar adquirido para el mes de agosto por la citada comisión.