Morante de la Puebla protagonizó, hace unos días, una interesante tertulia en la Asociación El Toro de Madrid en la que desgranó diversos temas que afectan al presente y futuro de la tauromaquia. Entre otros, trató asuntos como su temporada 2021, el apoderamiento que protagonizó junto a Rafael de Paula, su visión de toreros como José Tomás o Alejandro Talavante…
Fue un coloquio en el que los aficionados tomaron la palabra para hacerle llegar sus preguntas, dudas o inquietudes al torero sevillano y Morante acudió a tal acto a ‘pecho descubierto’, no se guardó nada dentro, dando su opinión y respondiendo con sinceridad a todas las cuestiones que se pusieron sobre la mesa. Un tema siembre controvertido es el de los novilleros sin caballos y si hacen un bien real o no las escuelas taurinas. Para todo ello, Morante tiene una opinión que viene defendiendo desde hace tiempo: no está por la labor de las escuelas por diversos motivos que expuso en el coloquio, pero antes ponemos en contexto de cómo surgió la cuestión.
Así fue cómo un aficionado hizo a Morante hablar sobre las escuelas taurinas
El coloquio entre los aficionados y Morante de la Puebla estaba llegando a su fin, muchas eran las cuestiones que se habían tocado, las diferentes sensibilidades quedaron expuestas pero aún no se había tocado ese tema tan sensible y que tanto atañe al futuro de la Fiesta. Un aficionado cogió el micrófono y tomó la palabra. «Muy buenas noches maestro, quería hacerle dos cuestiones si me permite. Hace algún tiempo le escuché una entrevista al hilo de la liga de las novilladas con las cuales usted no estaba muy de acuerdo, y aquí viene mi pregunta, ¿qué opinión tiene sobre la actuación de la Fundación Toro de Lidia en general y cual es su planteamiento para el futuro de las novilladas? Gracias», le interpeló el aficionado.
«Bueno, creo yo que la Fundación se excede cuando organiza festejos taurinos, creo que eso debería de ser propiedad de los empresarios. Porque a veces se aprovechan del dinero de la televisión, de todas esas cosas, y el que vivió siempre de dar festejos se echa a un lado y puede ser que se aburra y lo perdamos. Yo con la Fundación soy muy critico la verdad, porque yo creo su deber es defender es defender al toreo y la tauromaquia en general, y no el de jugar a ser empresario con el dinero de otros», comenzó poniendo sobre la mesa Morante.
¿Y referente a la liga de las novilladas?: «También soy muy crítico con eso. No estoy a favor ni de la Liga de las novilladas ni de las escuelas taurinas. Creo que el dinero que depositan algunas administraciones públicas hacia las Escuelas Taurinas, si se dedicara a festejos y no al montante de las escuelas, sería más satisfactorio para todos, porque ahí entrarían lo que son los ganaderos, los banderilleros, los novilleros, sería todo un movimiento continuo. Yo lo que quiero es que haya festejos, no escuelas. El estado no tiene por que enseñar a torear a nadie porque cada tiene su concepto y las escuelas lo que hacen es sacar toreros iguales y los toreros no son churros. Normalmente los Maestros de escuela son toreros frustrados que se les da un papel de maestro para que lleven adelante la carrera de unos chavales cuando tan ni siquiera pudieron llevar la suya».
«Yo soy misericordioso, pero en el toreo no sirve la misericordia»
Se escuchan aplausos en la sala y se formó un revuelo entre los aficionados ante las afirmaciones de Morante de la Puebla, que siguió así con su planteamiento: «Soy misericordioso con ellos, pero en el toreo no sirve la misericordia, aquí lo que sirve es que se den festejos, que salgan toreros, que se den novilladas, y punto. Vamos a ver, la primera escuela taurina que se inventó fue la que fundara Pedro Romero y duró tres años. ¿Joselito y Belmonte toreaban mal?, Yo creo que todo lo contrario, ¿por qué ahora hay que enseñarlo todo en una escuela taurina? Es un error».
Los aficionados allí presentes hablaban entre ellos comentando las palabras de un Morante que siguió con su alegato en contra de las escuelas: «Hay novilladas sin caballos que como el chaval no sea de la escuela, no torea. Yo estoy en contra totalmente. Creo en la libertad, en que cada uno entrene con quien quiera, en que los novilleros tengan su propia personalidad y no la marcada por sus profesores», expuso Morante.
«Normalmente, los maestros de escuela son toreros frustrados a los que se les da un papel como maestros»
«Yo pertenecí a la última época en la que podíamos ir por libre, yo tuve la inmersa suerte de no pertenecer a ninguna escuela taurina, entonces entrenaba con los banderilleros, con los novilleros, con los matadores de turno…, y así iba cogiendo un poquito de cada uno hasta hacerme con una personalidad propia. Antes los familiares se implicaban, ahora lo meten en una escuela como el que va a jugar al fútbol o al tenis y eso no le ayuda, se quedan anclados. Yo creo más en la creación solo de festejos taurinos y en vez de tener escuelas taurinas pues tener comisiones taurinas, la cual se encarga de organizar festejos según el presupuesto. Se acabó».
Y concluyó con una severa afirmación: «Normalmente, los maestros de escuela son toreros frustrados a los que se les da un papel como maestros para que lleven adelante la carrera de unos chavales cuando ni siquiera han podido llevar la suya», finalizó su respuesta Morante.