ANÉCDOTA

La desagradable anécdota que le ocurrió al profesor Galiacho con José Tomás en Gran Canaria: «Por esto crece la destaurinización de la sociedad»


lunes 31 enero, 2022

El profesor López-Galiacho narró, el pasado sábado en una amplia entrevista en Cultoro, una anécdota que le ocurrió al ver a José Tomás caminando por una playa de Gran Canaria.

Jose Tomas
José Tomás, en su mañana en solitario hace una década en Nimes. © M. A. H.

La destaurinización de la sociedad es uno de los problemas que más preocupan a Javier López-Galiacho, doctor en Derecho y profesor de Derecho Civil en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, además de aficionado taurino de pro y abonado de las plazas de toros de Las Ventas y Albacete. Es una de las voces con más autoridad en la tauromaquia y, por ello, fue protagonista el pasado fin de semana en Cultoro en una amplia entrevista en la que trataba diversos temas como la situación actual del sector, de los toreros y novilleros, de los costes de los espectáculos, de la Fundación Toro de Lidia… y un tema que siempre le gusta sacar a la luz: la cada vez más acuciante destaurinización de la sociedad. El profesor López-Galiacho ejemplificaba este último problema narrando haciendo una comparativa de varias anécdotas que le habían ocurrido en los últimos años, una de ellas con el diestro José Tomás.

El docente ahondaba en el problema de cómo las figuras del toreo no han sabido erigirse en el foco mediático para ser fenómenos sociales y, en consecuencia, han perdido el contacto con el pueblo -también citaba casos puntuales, como el de Morante de la Puebla, que por ejemplo ha recuperado esa conexión del torero-sociedad que nunca debieron perder las figuras, especialmente tras la época más dura de la Fiesta después de la pandemia-.

«Tú antes veías a un torero pasear por la Gran Vía y decías: ‘¡Ahí va un torero'», exponía el profesor López-Galiacho. Y hacía una comparativa con un caso que le ocurrió en Madrid con Manuel Escudero, un torero que tenía una gran cualidad capotera y que fue, sin duda, uno de los máximos exponentes del concepto castellano de la tauromaquia. «Le vi cruzar embutido en su traje bien plantado. Con su sombrero y con esos andares pintureros. Y no me cupo sino gritarle aquello«, recordaba con una sonrisa en los labios el profesor de la Universidad Rey Juan Carlos. “La gente no salía del asombro”, seguía exponiendo.

«Los grandes toreros de hoy cada vez se parecen más a personajes de Armani, rodeados de directores de comunicación, poniendo barreras para poderte acercar a ellos», añadía Galiacho.

El caso de José Tomás en Gran Canaria

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Otra imagen de José Tomás en Nimes. © M. A. H.

Por todos conocido es que José Tomás es uno de los personajes más misteriosos de la historia del toreo, sobre todo en el plano profesional. El oscurantismo y e tinte misterioso copan su trayectoria, de ahí que no se sepa nada sobre su futuro, sobre sus planes, sobre su conexión con el aficionado ni con la tauromaquia… ni tampoco se esperance al aficionado, al inicio de cada temporada, con ver anunciado su nombre.

Y aquí arranca la anécdota del profesor Galiacho, que se encontró con el diestro de Galapagar paseando por la playa de Las Canteras en Las Palmas de Gran Canaria: «Vi a un señor con una gorra calada hasta las cejas y con barba, empujando un carrito de un bebé. Me di cuenta que era José Tomás. Le dije ‘maestro’ y salió corriendo con el carro del niño«, explica López-Galiacho en la citada entrevista sobre el instante en el que se encontró con la enigmática silueta, se percató que era el torero de Galapagar y no le dio tiempo ni siquiera a terminar la frase.

Y, tras ello, puso el ejemplo contrario: el del diestro jerezano Juan José Padilla, un «héroe andante, siempre bien trajeado, con su parche en el ojo. Cuando pasea por las calles, sin ocultarse, la gente, sea taurina o no, le para y le admira», concluía haciendo referencia al Ciclón de Jerez.