Antonio Ferrera es de esos toreros que nunca deja de sorprendernos, un diestro diferente tanto dentro como fuera de los ruedos. Nacido en las islas, pero afincado desde muy pequeño en Badajoz, Ferrera sorprendió a comienzos de temporada al utilizar un capote azul que llamó la atención de muchos aficionados. Chocó en un principio ver como se utilizaba un capote de esta seda para parar un toro, y poco después conoceríamos la bonita historia que llevaba detrás.
El motivo de ese capote azul tan llamativo era para solidarizarse contra el autismo infantil a través de la campaña «El toreo se viste de azul». La donación de este capote para esta bella causa ayudaría a recaudar dinero de cara a esta campaña solidaria que se estaba dando al otro lado del charco y que tenía como acto principal la celebración de un festejo taurino benéfico el 31 de marzo en la plaza de toros de Querétaro.
Ese capote lacio, sin apresto, recordaba a aquellos que se utilizaban en las primeras épocas del toreo y que lidiadores de finales del XIX principios del XX ya empezaban a usar. Muchas veces ese azul, esa seda se utilizaba para capotes de paseo en corridas goyescas. Sin duda Antonio Ferrera volvía a sorprender con su amplia tauromaquia y su vuelta al pasado: es un torero que no deja a nadie indiferente.
Juan Carlos Unzué y su lucha contra la ELA, en el trasfondo del capote de Ferrera
Pero no ha sido el único capote de este estilo que ha utilizado Antonio Ferrera en esta temporada de 2022. El pasado 14 de julio volvía a sorprender con otro muy similar, pero de color verde, preguntándose la afición a que se debía este nuevo cambio. Si rascamos un poquito e investigamos podemos tener la solución en nuestra propia mano. Juan Carlos Unzué -encargado de lanzar el chupinazo el pasado San Fermín- anunció en junio del 2020 que padecía esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una devastadora enfermedad que afecta al sistema nervioso central, haciendo que este se debilite de manera progresiva y mortal.
El ex portero y entrenador de 55 años lleva más de dos años afrontando con total entereza una enfermedad tan complicada como esta. Este 2022 con la vuelta de los San Fermines se pensó en él para lanzar el chupinazo que abría las fiestas. El color verde es, desde el año 2019, el color que da visibilidad a esta enfermedad. de ahí el color que lucía el capote del torero extremeño en su paso por Pamplona.
El torero extremeño siempre ha estado involucrado en causas benéficas y sociales y el pasado 14 de julio los demostró por partida doble: Primero por el capote verde en apoyo a dicha enfermedad y segundo, donando todos sus honorarios de la encerrona a la Casa Misericordia de Pamplona tras dos años sin toros en los que el dinero generado de la Feria no llegó a esta labor social al suspenderse los festejos en la capital navarra.
